Sï. Es verdad que la crítica usa (o usamos) la palabra 'importante' con demasiada facilidad. Tanto que parece que ha perdido hasta su significado. Pero en esta ocasión está más que justificado, porque El día de la bestia es una película muy importante para nuestro cine, una de esas que cambia la historia. Porque fue la demostración, en 1995, que el cine de terror también era autoral y que o era un género menor.
Álex de la Iglesia nos dejó a todos con la cabeza del revés con esta comedia satánica, de terror y acción. En nuestra mente imágenes inolvidables como ese Santiago Segura colgado del cartel de Schweppes de la Gran Vía y frases míticas como ese "¿Es usted Satánico? Sí, y de Carabanchel", que soltaba un Santiago Segura que se llevaría el Goya a la Mejor película.
El día de la bestia sigue siendo un peliculón que se puede ver en Flixolé, pero también estaría bien recuperar el documental Herederos de la Bestia para descubrir cómo fue la valentía de su director la que acabó con el pensamiento dominante de que el cine de calidad no podía ser de terror, o fantástico. Un filme histórico, inolvidable y sí, importante, que hay que recuperar en esta desescalada.