Rose Byrne y Seth Rogen interpretan en Platónico a Sylvia y Will, que fueron los mejores amigos del otro hasta que ella le dijo que su futura esposa no era la persona indicada para él. Una opinión que no tenía nada que ver con que se sintiera atraída por su amigo, simplemente, era lo que pensaba.

Cuando se reencuentran años después, Sylvia es un ama de casa felizmente casada, que dejó a un lado su carrera como abogada -por voluntad propia- para criar a sus hijos y Will se acaba de divorciar de la mujer a la que criticó su mejor amiga. 

Después de superar un par de malentendidos, rápidamente vuelven a ser los amigos que eran, como si el tiempo no hubiera pasado entre ellos. Su relación siempre ha sido agotadora para la gente que les rodea, y es también una de las claves del éxito de esta serie de Apple TV+ que hace honor a su título: siempre ha sido y siempre será platónica.

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'Platónico'

Mucha química

Que no haya tensión sexual no resuelta entre los dos personajes no implica que no tengan química. De hecho, tienen de sobra y esta es una de las primeras cosas que enganchan al espectador, porque es un ingrediente básico en una buena comedia. 

No fue difícil encontrar esa química en el rodaje, porque la pareja de actores vuelve a reunirse en esta comedia después de haber interpretado a un matrimonio en las dos películas de Malditos vecinos, dirigidos una vez más por Nicholas Stoller, que esta vez firma el guion junto a Francesca Delbanco, su esposa. 

Comedia de amigos

Platónico demuestra las muchas maneras en que la amistad adulta entre hombres y mujeres heterosexuales puede ser interesante, dinámica y profundamente divertida sin que haya entre ellos atracción física o un elemento romántico. 

La complicidad que hay entre Will y Sylvia es la propia de amigos que han pasado mucho tiempo juntos, y que se sienten cómodos el uno con el otro porque saben que el otro ha conocido su peor versión, por lo que no tienen que justificarse o intentar comportarse de ninguna manera especial en ninguna situación.

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'Platónico'

Los problemas se solucionan hablando

La forma en la que se desarrolla el personaje de Charlie (Luke Macfarlane), el marido de Sylvia, cuando aparece Will y ocupa gran parte del tiempo de su esposa o ella a contarle cosas a su amigo antes que él, es uno de los mayores logros de esta serie.

Lo es porque es comprensible que aparezcan los celos o que gente a su alrededor le haga comentarios, pero esto se trata con mucha empatía y humor y sin generar mayores conflictos familiares. Charlie es un personaje encantador que cuando se ve amenazado por Will siempre lo admite y trata de superar sus propias inseguridades.

Quiere hacernos pasar un buen rato

La serie tiene un tono desenfadado en el que nada es nunca algo de vida o muerte. Cuando surge algún conflicto o tensión entre los personajes hacen algo poco habitual en muchas series: hablan de los problemas, se escuchan y los solucionan.

No hay malentendidos artificiales para crear drama, Platónico está hecha para entretener y hacer que el espectador pase un buen rato y desconecte durante 30 minutos en los que va a tener risas garantizadas, algo que no siempre nos ofrece el género últimamente. Esta comedia de amigos es una propuesta perfecta para disfrutar este verano.

'Platónico' está completa en Apple TV+.