Un año después del estreno de Lightyear, Pixar regresa por todo lo alto. Uno de los grandes estrenos del verano será Elemental, el último largometraje de la factoría que llegará a los cines españoles el 14 de julio y que está basado en la historia personal de su director Peter Sohn y en su experiencia como hijo de inmigrantes en Estados Unidos.
Descrita por muchos como una comedia romántica, Elemental nos adentra en Ciudad Elemento, una metrópolis bulliciosa. Muchos de los residentes viven en imponentes rascacielos diseñados para cada uno de los cutrao elementos. Entre ellos los progagonistas: Candela, una joven fuerte, ingeniosa y con carácter, y Nilo, un chico divertido, sensible y tranquilo.
Cuando ambos se conocen, cambiará su perspectiva sobre el mundo en el que viven y se darán cuenta de que tienen mucho más en común de lo que puede parecer a simple vista.
SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL habló con el director del filme Peter Sohn y con la productora Denise Ream, que cuentan cómo fue dar vida a esta fantástica historia y por qué creen que conectará con todo tipo de públicos, tanto los más jóvenes como adultos.
El origen de todo
"Todo en Pixar comienza con semillas. Lanzas pequeñas ideas que algunas veces están conectadas y otras veces no, y tratas de que funcionen. Es muy parecido a un rompecabezas. La primera semilla fueron los elementos como tal, con lo que jugaba cuando era niño. Y la segunda pieza eran mis padres y mi vida junto a ellos", recordaba Peter Sohn sobre el comienzo de esta historia.
"Y, la tercera pieza llegó cuando me enamoré de alguien que no era de mi cultura y que generó estos mismos opuestos. La cuestión era averiguar si podrían encajar todas las piezas", señaló.
"El simbolismo se volvió muy natural, no fue forzado. Mis padres vinieron de otro lugar y este es un mundo muy diverso, pero me pregunté si generaría prejuicios en otras personas. Y muy pronto, todo acabó encajando", recordó Sohn.
Cómo fue el proceso
A diferencia de otros largometrajes del estudio, el proceso creativo de Elemental llevó más tiempo de lo previsto y la producción estuvo en marcha durante siete años. Esto se debió al trabajo en remoto por las circunstancias de la pandemia del coronavirus, algo que obligó a los creadores a terminar la película desde casa.
"Fue todo un desafío, pero ya sabemos lo que implica estar en esta posición", reconoció Sohn, que también supo ver la parte positiva de esto. "Al mismo tiempo, tienes la oportunidad de ver a los artistas mostrar su trabajo y el talento que tienen de una manera concreta y esto es lo que que acabó siendo la chispa, la llama y el combustible que hizo funcionar la película".
"El motor de la película está cuando un artista llega diciendo 'tengo algo que enseñarte'. Ese regalo servía para construir algo y al mismo tiempo era un regalo que estos artistas se daban a sí mismos. Y esa fue la parte más inspiradora", añadió.
"Fue difícil porque teníamos la desventaja de tener que trabajar de forma remota. No podíamos estar juntos. Pero al menos podíamos seguir trabajando, que era algo que echábamos mucho de menos", añadió Denice Ream.
Una historia sobre la empatía
Antes de atreverse a contar su propia historia a través de una película, Peter Sohn también participó en la creación de otros largometrajes de Pixar como El viaje de Arlo o la reciente Lightyear, siendo esta última especialmente polémica y censurada en algunos países por incluir una escena en la que dos mujeres se dan un beso.
Ahora, Pixar vuelve a rendir homenaje a la diversidad, aunque esta vez centrando la historia en ella y a través del tema de la inmigración.
"No sé si alguna vez intentamos impulsar algún tipo de 'agenda política'. No tenemos nada de eso. Lo que sí sé es que todo lo que tratamos de hacer es conectar nuestras vidas a una película. ¿De qué otra manera se puede percibir algo como real o verdadero?", se preguntó el director.
"Mi padre murió mientras hacíamos la película y llegó a haber otras versiones de Elemental", señaló Sohn. "En una de ellas, hay un giro muy oscuro y ese giro se convierte en una especie de mensaje sobre el enfado que yo tenía y que no sabía que iba a salir de esa manera. Eso preocupó a todos, y por eso volví solo para pensar en los personajes y tratar de hacer algo esperanzador. Y eso es lo mejor que pude hacer: dotar a la película de todo el sentimiento y corazón que fuera posible".
"Hay partes en esta película que son más sensibles, pero al final, están conectadas a mi vida personal, a mis padres, a alguien a quien quiero. Y siempre intentas haces todo lo posible para hacer algo que, con suerte, conectará con alguien porque todos somos humanos, después de todo".
"Ese era el objetivo", agregó Ream. "Si te parases un momento a pensar qué personas se sacrificaron por ti, puede que la película te haga bien. Creo que estaría bien llegar a la gente teniendo buen corazón y empatía en ese sentido".
"Lo inspirador era que gran parte de la historia de Pete era muy similar a la de muchas otras personas con las que trabajamos. Hay muchas personas que forman parte de la primera y segunda generación de inmigrantes en todo el mundo. Es inspirador escuchar esas historias", quiso decir también la productora.
¿Y el villano?
"Teníamos un villano. Porque teníamos diferentes versiones", reveló Sohn sobre la ausencia de un antagonista en la película. "Pero el corazón de esta película siempre ha sido: ¿Qué pasaría si el fuego y el agua conectaran? ¿Y si pudieran enamorarse? Esas fueron las preguntas desde el principio y siempre han estado ahí".
"La historia pasó por una época oscura por cuestiones personales, pero siempre traté de encontrar una historia esperanzadora, porque me encantan las historias llenas de esperanza", concluyó.