Bong Joon-ho hizo historia con Parásitos, la primera Palma de Oro coreana del Festival de Cannes, que unos meses después se convirtió en el primer film de habla no inglesa en ganar el prestigioso Oscar a la mejor película. Para muchos, esta comedia negra puso el cine surcoreano en el mapa, pero su director ya estaba en el altar de muchos cinéfilos, entre ellos, Quentin Tarantino, que incluyó una de sus obras previas en su Top20 de toda la historia.

La película que ha fascinado al cineasta estadounidense es Memories of Murder una producción de 2003 que fue elegida como la mejor película coreana del siglo por su "retrato de la sociedad coreana utilizando como motivo el caso de asesinato en serie de Hwaseong, fundiendo la época y la gente en el crisol del thriller con una perfección sin precedentes". La revista británica Sight & Sound también la incluyó en su lista de "30 películas clave que definieron la década del 2000".

De qué va

Corea del Sur, 1986. Una joven aparece brutalmente violada y asesinada. Dos meses después, se producen una serie de violaciones y asesinatos en circunstancias similares. Para buscar al asesino, se organiza un destacamento especial, encabezado por un detective de la policía local (Park Doo-man) y un detective de la policía de Seúl (Seo Tae-yoon), que ha solicitado ser asignado al caso.

Basada en un caso real

Cuando Bong anunció el inicio del rodaje en una rueda de prensa celebrada en 2002,  abordó las dificultades de la producción, afirmando que "aunque evitaron el lugar del incidente, Hwaseong, durante el rodaje, todo se hizo con cuidado y respeto ya que la familia de las víctimas de los casos reales seguía viva". 

En una entrevista concedida al periódico surcoreano Hankook Ilbo, el cineasta dijo que la motivación surgió como aficionado a la ficción detectivesca, "pretendía representar el horror que aún no ha sido revelado a través de las emociones evocadas por el choque de conceptos incompatibles de paisajes escénicos y cadáveres grotescos".

El guion se escribió basándose en informes de casos reales del incidente, así como en entrevistas personales del detective que participó en el caso.

Una obra de culto

Al año de su estreno, Memories of Murder ya era considerada una película de culto en los circuitos cinéfilos y de festivales. Más adelante, en la misma década, fue elogiada por numerosas publicaciones internacionales, que se refirieron a ella como una de las mejores películas policíacas del siglo XXI y una de las mejores películas coreanas de todos los tiempos.

Entre sus virtudes se destaca la mezcla del género policíaco con la sátira social y la desesperación y frustración de sus personajes. Peter Bradshaw, de The Guardian, la reseña como "una gran sátira de la laxitud y la arrogancia oficiales, y su escena final es muy escalofriante". Por su parte, Derek Elley, de Variety, describió la película como "un retrato poderoso y de combustión lenta de la falibilidad humana".