La británica Madeleine McCann tenía solo tres años cuando desapareció en 2007 en Algarve, Portugal, mientras disfrutaba de unas vacaciones con su familia, Kate y Gerry McCann. Han pasado 16 años desde entonces. Sus padres siguen intentando descubrir qué pasó y están seguros de que Madeleine sigue viva. Son muchas las jóvenes que se han hecho pasar por ella o que creían serlo. La más reciente fue Julia Faustyna, pero hubo muchas más antes de ella.
La madre, Kate McCann, confiesa saber cuál es la razón por la que su hija desapareció: el secuestrador pudo leer el libro de reservas del restaurante Ocean Club, ubicado en el hotel donde se hospedaban y que incluía información sobre ellos. Kate cree que, debido a este detalle, el presunto secuestrador de su hija pudo raptarla. Esto lo confirmó la propia madre en la serie documental de Netflix estrenada en 2019 The Disappearance of Madeleine McCann.
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Se perdió la vista de Madeleine en el apartamento vacacional número 5A, mientras sus padres, Kate y Gerry McCann, cenaban en el restaurante del hotel. Madeleine se quedó con sus otros dos hermanos en la habitación. Sus padres se fueron sobre las 20:30 a cenar y los vigilaban cada 20 o 30 minutos para comprobar que todo estuviera bien. Pero a las 22:00 la madre descubrió que la niña no estaba. Que Madeleine había desaparecido. Semanas más tarde procedieron a investigar el caso e incluso se valoró como sospechosos a los padres.
En julio de 2008, Portugal archivó el caso por falta de pruebas, pero sus padres continuaron —y continúan— con la incesante búsqueda de su hija junto con Scotland Yard, la central de la Policía Metropolitana de Londres.
El restaurante, la pista para el secuestrador de Madeleine
Según cuenta New York Post, Kate reveló en su propio libro de 2011, Madeleine: Our Daughter's Disappearance and the continue search for her, como habría sabido el secuestrador donde se hospedaban.
La británica señaló que en el restaurante solicitaron todos los días la misma mesa para tener la mejor vista posible de los apartamentos. De sus hijos, por si acaso. Cuando Madeleine desapareció, fue cuando a Kate se le encendió la bombilla y dio con la respuesta: cualquier trabajador o persona que estuviera en el restaurante podría saber la ubicación de su hija.
"Para mi horror, vi que, sin duda, con toda inocencia y simplemente para explicar por qué estaba rompiendo un poco las reglas, la recepcionista había agregado el motivo de nuestra solicitud: queríamos comer cerca de nuestros apartamentos mientras dejábamos a nuestros niños pequeños solos allí y los revisábamos de forma intermitente. Ahora lo lamentamos amargamente y lo haremos hasta el final de nuestros días", escribió Kate, según apunta este medio.
Christian Brueckner, el sospechoso del caso Madeleine
Christian Brueckner, alemán de 45 años, es el sospechoso de la desaparición y el asesinato de Madeleine McCann. Por aquel entonces, este hombre tenía 29 años y vivía relativamente cerca de los McCann durante sus vacaciones en Praia da Luz, localidad del territorio portugués.
Brueckner formó parte del grupo de las 600 personas investigadas durante la Operación Grange, nombre del caso de Madeleine, pero no figuraba como sospechoso. Con el paso del tiempo, todas las pocas pistas que tenían la policía alemana, británica y la de Portugal apuntaban al alemán: se descubrió que la misma noche de la desaparición de la niña, este hombre rondaba por las calles cercanas al apartamento y estuvo hablando por teléfono poco antes de que Madeleine desapareciera.
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Los investigadores finalmente atraparon a Brueckner. Pero fue por otras razones: violó a tres mujeres, entre ellas una de 72 años, otra de 20 y la última una adolescente. Fue condenado en 2020 a siete años de cárcel. También fue acusado de tres casos de violación y dos de abuso sexual infantil que habría cometido entre 2000 y 2017. En su caravana encontraron bañadores de niñas y 8.000 imágenes de abusos sexuales a menores.
El investigador del caso, Hans Christian Wolters, admitió en marzo de este 2023 que Brueckner, pese a ser el principal y único sospechoso de este caso, no será acusado este año por el caso Madeleine, pero que puede que el siguiente sí. "La investigación está en curso, pero llevará mucho más tiempo. Tal vez no terminemos este año", declaraba al diario portugués, Expresso.