Antonio Miguel Carmona (Madrid, 1963) es economista explosivo, político explosivo y ¿dirigente? del PSOE directamente termonuclear. Duerme cuatro horas. No se calla ni debajo del agua, cosa de la que doy fe porque le conocí en Venezuela y en bañador. Lo mismo te defiende una naumaquia que el derecho de un socialista a dar clase en la escuela no pública (él es profesor del CEU) porque “el buen padre es el que lleva a su hijo al mejor colegio”. Carmona va a la universidad en transporte público excepto cuando ha tenido amenazas de muerte. ¿De fuera o de dentro del partido?, bromeamos. Él entiende la broma y la prosigue: recomienda a Esperanza Aguirre “esperar sentada” a que él se convierta en el Tierno Galván del PSOE y asegura sin despeinarse que “se aprende más de Zapatero en media hora que de otros en dos años” (no habla de un par de tardes…). Por cierto y por si no se había notado, es de Susana Díaz hasta las cachas...
De casi alcalde de Madrid a florero del grupo municipal socialista, me recuerda amablemente usted que he sido definido yo, así para empezar a hacer boca y entrevista... ¿Qué me pregunta, señorita Grau? ¿Que si por ventura hay alguien por ahí que mucho quiere mi mal? Bueno, hay opiniones muy inopinadas. Afortunadamente, entre los que de verdad me conocen y me siguen tengo fama de trabajar mucho para los madrileños. Es verdad que la dirección del grupo municipal me ha retirado todas las funciones y me ha dejado sin ningún área, pero yo me reúno con muchos madrileños todos los días. No paro.
Insiste usted en ver algo raro, algo difícil de explicar, en que precisamente alguien como yo haya ido a dar con mis huesos a la política. Mire, es que yo tengo una obsesión que es la abolición de la pobreza... ¿y el mejoramiento social de los humildes?, contraataca usted con retranca, citando al abuelo de Rodríguez Zapatero. Pues mire, yo no persigo la abolición de la pobreza en plan utópico o inflamado, sabe, sino como profesor de Economía que soy. Como tal sé y me consta que tenemos recursos suficientes para alimentar a toda la población y además no entiendo que se permita que haya 3 millones de pisos vacíos mientras hay gente que no puede acceder a una vivienda. Eso es un mal funcionamiento del mercado. Abolir la pobreza no es un reto de locos, también llamaron locos a los que plantearon la abolición de la esclavitud...
La política está llena de pillabocadillos, que vienen a matar al delantero centro de su propio equipo para ser delantero centro ellos
¿Que si con todos los años que llevo en política todavía no me ha rozado ni la sombra del desengaño de que eso pueda no llegar a ser así? No. Yo el único desengaño que sufro, pero ese lo vengo sufriendo desde los 14 años, es ver a tantos profesionales de la política actuar como actúan. La política está llena de pillabocadillos…(pausa). No me negará que es un adjetivo de puta madre este que me he inventado, ¿eh? ¿Cómo dice? ¿Que casi casi lo podríamos elevar a sustantivo?
Bueno. Me recuerda usted ahora que Josep Pla ya decía que en España se dedica a la política aquel que no se puede dedicar a otra cosa. Lo que yo digo: sin duda el político pillabocadillos es incluso una degradación del individuo que viene a la política sólo para forrarse, sin el menor interés en el bien común. Existe esta otra categoría todavía más abyecta del que sólo piensa en hacer daño a los suyos propios, para entendernos, el que mata al delantero centro de su propio equipo para ser él el delantero centro.
Ante eso, yo intento protegerme de tres maneras: primero, no dejando nunca la Universidad ni de estar en contacto con mis alumnos; segundo, tratar de transformar la realidad aplicando las teorías socialdemócratas que yo propugno para la susodicha abolición de la pobreza. ¿Cómo dice? ¿Que entre los socialdemócratas o que así se proclaman, yo más bien tengo fama de bicho y de liberal? Bueno, no oculto que siempre he sido un socialdemócrata moderado. Mire, ser socialista es una actitud, una sensibilidad. Acabo de volver de Haití y de conseguirles 650.000 euros para reconstruir las escuelas de allí, lo que hay que hacer es eso, predicar con el ejemplo.
Me están tentando como economista desde el extranjero… pero yo no me planteo largarme
Apunta usted, punzante, que todas esas cosas ocurren siempre por las bandas de la política, que raramente discurren por su centro. Ya decía el anterior entrenador de este equipo nuestro, que por cierto perdía todos los partidos, que yo me tenía que ir al banquillo. Me fui y desde allí he contemplado derrota tras derrota.
¿Que si no me he planteado o me planteo largarme? Pues mire, debo reconocer que me están tentando como economista varios fondos de inversión en el extranjero, debo reconocer que hay momentos en que me lo he pensado y me lo pienso. Pero de momento y en el corto plazo, creo que era y es más urgente cambiar de entrenador. Mejor dicho, quitar al entrenador y poner a una entrenadora. Por fin Susana Díaz ha dado el paso.
Menos mal, porque ella es la única garantía de un PSOE verdaderamente integrador, un PSOE donde cabemos todos, sin cerrazón y sin complejos, sin nadar y sin guardar la ropa, con un único discurso que es igual y que funciona para toda España. No hay absolutamente ninguna duda de la capacidad de Susana de liderar y a la vez cohesionar porque viene haciéndolo desde hace mucho al frente del PSOE andaluz y de la Junta de Andalucía.
¿Y lo que ha costado que Susana Díaz dé el paso y se presente, y lo hecho unos zorros que ha llegado a estar el PSOE, me pregunta usted? Mire, es verdad que en este partido, desde 1879, no paramos de pelearnos los unos con los otros. Desde Largo Caballero y Prieto nos cuesta poco a veces traspasar los límites del respeto hacia nosotros mismos. Pero fíjese que siempre acabamos volviendo a la piña, al equipo. Somos el partido que más ha conseguido desde el gobierno de este país.
El anterior entrenador de nuestro equipo me mandó al banquillo, desde donde he contemplado derrota tras derrota
Puede, admite usted, pero añade que también puede ser que la socialdemocracia esté definitivamente agotada y no dé más de sí, como hay quien sostiene, y que incluso haciendo de tripas liderazgo dentro del PSOE, esto no tenga remedio y los populismos hayan venido para quedarse. No le negaré que todo vacío de poder que se produce es susceptible de llenarse de mierda. Llámese Marine Le Pen en Francia o llámese como se llame en España, donde hay populismos de derechas y de izquierdas… Y ese populismo de izquierdas en España se llama dirigentes de Podemos, ojo, no Podemos en su totalidad, pero sí determinados dirigentes.
Corta usted por aquí para preguntarme qué sentí cuando la defenestración de Tomás Gómez en la FSM... Pues mucha vergüenza propia y ajena. Acusar de corrupción a una persona inocente no sólo es una canallada sino que puede ser un delito. ¿Que entonces cómo se come que yo aceptara sustituir a Tomás Gómez en las listas? Fue una decisión absolutamente meditada y hablada con él, con Tomás Gómez. ¿Con qué objetivo?, me pregunta. Toma, pues gobernar Madrid, las encuestas nos daban...
¿Qué dice? ¿Que qué hay de esa famosa escena en que Esperanza Aguirre, se supone que mirándome a los ojos, me pide cuentas de haber permitido que gobierne Manuela Carmena? Tenía razón, es verdad, Pedro Sánchez me pidió que votara a Manuela Carmena. ¿Qué contesté yo? Pues yo siempre acato las decisiones del secretario general y de la ejecutiva. Discuto mucho, como todo el mundo sabe, no soy un tibio, y sí, es verdad que yo le dije a Pedro Sánchez que estaba en contra de aquello, que me parecía como estar medio embarazada, es decir, una situación imposible. O entras en el gobierno, o haces una fuerte oposición, pero esto de ni estar dentro del gobierno ni hacer una fuerte oposición... De aquellos polvos vienen estos lodos, que como yo auguré están lastrando al PSOE en Madrid y haciéndonos mucho daño. Pedro Sánchez admitió que yo podía tener razón pero insistió en que “de momento” teníamos que votar a favor de Carmena. Luego fui destituido como portavoz, con el argumento de mi excesiva cercanía a Susana Díaz.
Pero es verdad que, apartado o no de la portavocía y de cualquier otra responsabilidad del grupo municipal socialista, supongo que tiene usted razón, señorita Grau, cuando subraya que soy el edil con mayor visibilidad de nuestro partido. Y me pregunta, capciosa, si eso me obliga a ponerme casco para ir al Ayuntamiento. No, yo me llevo muy bien con los compañeros. ¿Que si lo admitiría de no ser así? Que sí, que le digo que me llevo muy bien con los compañeros...
Menos mal que Susana Díaz ha dado por fin el paso: ella es la única garantía de un PSOE integrador, donde cabemos todos, con un mismo discurso para toda España
Por ejemplo, la posición de no estar de acuerdo con la abstención socialista en la votación sobre los presos políticos de Venezuela, la he compartido con tres concejales más de nuestro grupo. Somos nueve y resulta que cuatro opinan como yo, o yo como ellos. Me pregunta usted por qué le cuesta tanto al PSOE mojarse y votar con un tema tan claro, tan obvio como éste. Mire, no hay ningún concejal que no opine que hay que poner en libertad a los presos políticos. Pero a nuestra portavoz la pudo más el afán de enfrentarse con el PP, de votar en contra de ellos, yendo incluso en contra de lo que opina la gestora del PSOE. Porque yo no me he salido del tiesto, sabe. Yo he defendido lo que defiende la gestora.
Entra usted al trapo preguntando si entonces en la práctica la línea ideológica del PSOE la marca el PP, si vamos siempre a votar en plan tentetieso siempre lo contrario de lo que voten ellos. Pues mire, la línea ideológica del PSOE siempre ha sido la defensa de la libertad de los presos políticos, en el PP eso es una reivindicación sobrevenida. Ante esto que digo yo, se le escapa a usted, señorita, un “no me joda”, claro, se le escapa eso ante las votaciones, que son las que son. Pero yo me limito a decir que la línea ideológica del partido es la línea ideológica del partido. Hala.
Me pregunta usted si esta esquizofrenia de votar contra los propios principios socialistas puede ser fruto del pánico a Podemos, y como quien no quiere la cosa me pide hasta que defina Podemos, qué es Podemos para mí. Pues es un catch all party, un partido de aluvión, que lo pilla todo. Es sin duda un partido muy plural. Tienen a Íñigo Errejón que viene de movimientos de la izquierda, tienen a Pablo Echenique que viene de Ciudadanos, a Jorge Verstrynge que viene de AP... Yo sólo vengo del PSOE.
Voté a Carmena obligado por Pedro Sánchez, y luego se me destituyó por ser demasiado cercano a Susana Díaz
Ya que estamos, me pregunta usted qué credibilidad doy a las supuestas presiones de Podemos a periodistas denunciadas por la APM y por su presidenta, Victoria Prego. Pues puedo decir con absoluto conocimiento que ha habido algo más que presiones, ha habido incluso amenazas. Lo cual me parece una vergüenza. Algunos dirigentes de Podemos no pueden volver a pronunciar después de esto la palabra libertad. Decir que Pablo Iglesias es de izquierdas es como decir que la cantante Madonna es virgen. Yo no considero de izquierdas a los que defienden limitaciones de la libertad.
Me pregunta usted que, si esto es así, por qué hay tanto militante y tanto votante del PSOE acomplejado con Podemos. Yo creo que eso se explica porque el proyecto de Podemos es un sitio cómodo, un área de confort para gente de izquierdas. Hay gente muy válida allí, Errejón sin ir más lejos. ¿Que si Errejón puede acabar en el PSOE? Sí, yo creo que sí podría.
Insiste usted en volverme a preguntar de dónde salen tantos complejos frente a Podemos, bueno, es que en el PSOE salimos de un tsunami, nos ha pasado por encima la crisis mundial y... ¿Qué dice, señorita? ¿Que todo esto que digo ahora le suena a excusas? Pues sí, para qué nos vamos a engañar, es una excusa. La verdad es que hemos hecho mal las cosas. Nos ha faltado capacidad de recuperación. Teníamos que haber empezado a recuperarnos del tsunami en el 2014.
Nadie en el PSOE está en contra de liberar a los presos políticos venezolanos, pero a nuestra portavoz la pudo más votar contra el PP
Sin embargo nos equivocamos al elegir una dirección federal inadecuada. Y luego permitiendo que lo que se había decidido en esa dirección federal no se cumpliera, pone el dedo en la llaga usted, señorita, recordando que a la hora de abstenerse en el Congreso para desbloquear el gobierno de la nación, todo el mundo votó lo que le dio la gana, empezando por el secretario general, aunque eso significara tener que dejar de serlo… Por supuesto, pero lo importante es elaborar un proyecto, déjeme insistir en los pilares fundamentales que este proyecto debería tener, que son la abolición de la pobreza, la evolución tecnológica y... ¿por qué pone usted esa cara, señorita? Déjeme acabar con el tercer pilar, que sería la democracia representativa, vital y vigente para todos los asuntos públicos de importancia.
Se lleva usted las manos a la cabeza y me pregunta si estoy defendiendo referéndums perpetuos. No, claro que no, porque eso atentaría contra el principio de soberanía. Nadie le pregunta a una pierna si quiere ser amputada. Buena frase sobre todo en lo que atañe a cuestiones como la catalana, me felicita usted. Pero sigue interesada en saber qué tengo entonces exactamente en mente para incrementar la democracia representativa. Pues muy sencillo, tengo en mente involucrar mucho más a los ciudadanos en los asuntos públicos.
Para ir abreviando y concluyendo me pregunta usted si me considero más un Jaimito o un Churchill del PSOE. Bueno, Churchill perdió en 1945 las elecciones ante un rival que despreciaba, el laborista Clement Attlee. Antes de que me embale me reconoce usted que yo sé algo más de economía que Churchill, lo cual no es difícil. ¿Que si en cambio no me ha molestado lo más mínimo la comparación con Jaimito? No, qué va. Aunque hubiese preferido a Tintín.
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