De ser un "bala perdida" con un futuro incierto a un "loco" apasionado de la cocina con una estrella Michelin. Como todo veinteañero Víctor Suárez tenía un sentimiento de incertidumbre en cuanto a su futuro, tras repetir bachillerato y hacer un modelo de comercio se decantó por la cocina. "Fue un poco de rebote, estaba un poco perdido, no sabía lo que hacer y me metí en el Hotel Escuela de Santa Cruz", explica a EL ESPAÑOL.
El chef canario de 37 años piso una cocina profesional por primera vez en el 2009 cuando se trasladó a la isla de Fuerteventura para realizar una prácticas en el Hotel Atlantis Bahía Real. Sin embargo, fueron unos meses más tarde cuando realmente se enamoró por completo del arte gastronómico de la mano de Martín Berasategui en su restaurante Lasarte. "Nada más acabar las prácticas en el hotel mandé un email a todos los restaurantes con estrella Michelin y el primero en llamarme fue Martín", relata el cocinero.
"Loco en todos los sentidos", tanto en la cocina como en su vida. Así se define el chef tinerfeño, una persona que siempre va al límite de sus posibilidades, un apasionado incapaz de vivir sin el calor de los fogones que decidió poner en marcha su mayor sueño hace ocho años. Tras terminar su formación regresó a las islas para dar los primeros pasos en el mundo de la hostelería. En 2016 se inaguró su primer restaurante, Haydée en La Orotava, lugar que ofrece una experiencia gastronómica inolvidable con especial hincapié en la tradición de las islas, sobre todo en La Gomera en honor a su abuela. "Nada más recibir a los clientes lo que decimos es que Haydée era la abuela del chef y significa acariciar, mimar y cuidar. Es lo que pretendentemos hacer con el cliente para que disfrute de la experiencia". Ocho años de esfuerzo dieron resultado y el restaurante consiguió el pasado noviembre una estrella Michelin, además de contar con un Sol Repsol.
En su afán de seguir innovando, hace dos años se embarcó en su segundo proyecto hostelero, Chicha Morada en el Puerto de la Cruz, una propuesta gastrónomica peruana que visualizó en su visita al país. Tras colarse en sus cocinas y deleitarse con el sazón de sus platos tomó la decisión de montar su segundo restaurante basado en una de las gastronomías más exquisitas del mundo.
Víctor no duda de cuáles son los mejores sitios para disfrutar de la comida de su tierra. Amante y conocedor de Canarias y su cocina, el chef cuenta a este diario sus lugares favoritos para desayunar, tapear, comer, cenar en las islas. Sin olvidarse de recomendar una vista por los guachiches, establecimientos típicos de comida canaria en el norte de Tenerife.
Desayuno
Para empezar el día Víctor prefiere un sitio cerca de casa y del trabajo. Cada mañana baja a el Bar Pico Viejo en la Orotava y se pide una pulguita clásica, hecha con tumaca, jamón serrano y queso manchego acompañado siempre de un zumo de naranja y papaya.
Tapeo
El chef para abrir el apetito elige una pequeña tasca en la Orotava también, "al final yo siempre tiro por lo mío", reconoce al diario. En Venta El Gomero puedes encontrar una numerosa selección de pinchos y tapas variadas tras un pequeño expositor. En este caso el cocinero no tiene ninguna preferencia y opta por dejarse sorprender por los pinchos del día, sin embargo, tiene claro que algo que es imprescindibe y nunca puede faltar como buen canario es el almogrote acompañado de un par de cervezas.
Comer
Para comer Víctor se desplaza al hogar del Drago Milenario, precisamente al restaurante El Drago en la zona del Guincho para comer un buen pescado guisado. Este local tiene un especial funcionamiento, únicamente cocina con pescado fresco, si no disponen de este el restaurante no abre sus puertas. "Es donde te puedes comer las mejores viejas guisadas de toda la isla", explica el chef.
Sus dueños están a punto de jubilarse y el tinerfeño incluso le ha pedido a una de las cocineras que le enseñe "un par de truquitos" para hacerlas tan bien y no quedarse nunca con las ganas de "comerse una buena viejita", en caso de que el negocio no continúe.
Cenar
De Tenerife cruzamos a la isla de en frente, al restaurante Bevir en Las Palmas de Gran Canaria de su compañero y amigo José Luis Espino, con el que ganó el año pasado una estrella Michelin. El restaurante funciona con una filosofía de "todo huerta, todo mar", no tienen nada de carne y todos sus productos son de temporada capturados en las costas canarias. En Bevir podrás disfrutar de tres menús desgustación para vivir una experiencia única de pescados y verduras.
Víctor Suárez es un apasionado de la comida canaria e intenta representarla en cada plato que crea. Un prestigioso cocinero que pretende que todos los que prueben sus platos vivan una experiencia única "que se disfruta con el paladar, pero también que se siente en cada poro de la piel y busca dejar en cada persona que la vive, un recuerdo perdurable en el tiempo".