En 1991, Televisión Española estrenó en La 2 un concurso llamado Cifras y letras que, poco a poco, fue calando en la audiencia gracias a sus pruebas numéricas y de letras; su presentadora, Elisenda Roca; y sus expertos en las materias. Ahora, tiempo después, Álvaro Gamboa ha devuelto a las tertulias el programa por ser el más joven en participar.
En 1996 concluyó su etapa en RTVE, luego se emitió en la FORTA hasta 2013, cuando desapareció de la programación hasta 2024, que La 2 recuperó el formato para emitirlo de lunes a jueves a las 21:30 horas e incorporando a este formato del siglo XXI una gran apuesta por la tecnología en un plató innovador y original, combinando las pruebas clásicas con nuevos juegos y una Gran Final en la que, en cada programa, los concursantes luchan por llevarse el bote acumulado.
El elegido para presentarlo fue Aitor Albizua, consciente de enfrentarse a la dura franja del access prime time desde un canal como La 2 y ante gigantes muy consolidados como El Hormiguero, El Intermedio o First Dates.
En esta nueva etapa los espectadores pudieron ver como un concursante muy conocido por su paso por Pasapalabra, Fer Castro, pasaba por el plató del programa en dos etapas, pero recientemente ha recibido al concursante más joven de su historia: Álvaro Gamboa.
El joven madrileño, aficionado al fútbol, a la natación, pero, sobre todo, a las matemáticas, está causando sensación en su participación en Cifras y letras, dejando grandes actuaciones y destacando, como no podía ser de otra manera, en las pruebas numéricas.
EL ESPAÑOL ha podido contactar con el madrileño antes de que acudiera a su cita diaria en la universidad para hablar de sus estudios, su paso por el concurso y a qué dedicará el dinero que logre en Cifras y letras.
Siguiendo los pasos de su tío
Con tan solo 18 años, próximamente cumplirá 19, Álvaro Gamboa se ha convertido en el concursante más joven en pasar por Cifras y letras. Al poco de cumplir la mayoría de edad se apuntó a los castings del concurso de La 2. “Mi tío se presentó a la antigua versión del programa y lo hizo relativamente bien, así que se quedó en la familia la costumbre de jugar a Cifras y letras, igual que en otras familias juegan al parchís”, reconoce.
“Yo ya tenía, desde entonces, el runrún en la cabeza de que ojalá volviese a la tele el programa para poder presentarme. En cuanto me enteré de que regresaba el concurso, yo ya tenía justo los 18 años cumplidos y me apunté al casting”, añade el joven madrileño.
Ahora, su día a día se reparte entre en acudir a la universidad, las clases en la autoescuela para sacarse el carnet de conducir y las grabaciones de Cifras y letras, que en ocasiones le ‘obligan’ a hacer pellas algún día para ir al plató, pero luego recupera las clases en otro horario para seguir con sus estudios con paso firme.
Además, hay que destacar que Álvaro no tiene ninguna experiencia en concursos televisivos, pero el joven es todo un portento con los números. Su paso por primaria no dejó indiferente ni a su familia, ni a sus compañeros, ni a sus profesores, quienes desde niño descubrieron sus capacidades poco comunes a la hora de resolver complejas operaciones matemáticas de nivel universitario.
Antes de cumplir la mayoría de edad, Álvaro ya se había alzado con la medalla de oro en las Olimpiadas Españolas de Matemáticas, logrando posteriormente la medalla de bronce en las Olimpiadas Internacionales, celebradas en Oslo el pasado julio de 2022.
Pregunta: ¿Cómo era de pequeño en el colegio?
Respuesta: En el colegio mis asignaturas favoritas eran Matemáticas y Educación Física, que nos gustaba a todos, y en el patio me pasaba el día jugando al fútbol. La verdad es que no empecé a estudiar en serio Matemáticas porque me gustara a mí, sino porque me lo recomendaron mis padres.
Se me daban bien y me apuntaron a una academia que se llama Kumon, ahí fui aprendiendo más y más y empecé a disfrutarlas. Según fui creciendo me metí en el mundo de las Olimpiadas de Matemáticas, les dediqué mucho tiempo y eso hizo que me encantaran, así que, a la hora de elegir qué carrera universitaria estudiar, tenía claro que lo mío eran las Matemáticas.
P: ¿En qué consisten las Olimpiadas de las Matemáticas?
R: Una Olimpiada Matemática es una competición muy distinta de Cifras y Letras porque allí el tiempo no falta como en el concurso que es contrarreloj, sino que te suelen dar cuatro horas para resolver los tres problemas que te plantean. Yo estuve en ese mundo, practiqué mucho, lo disfrutaba bastante e hice muchos amigos.
En mi último año, que estaba estudiando 2º de Bachillerato, conseguí estar entre los seis mejores de España, que son los que van a la Olimpiada Internacional representando a su país.
Ese año la Olimpiada Internacional fue en Oslo y conseguí la medalla de bronce.
P ¿A qué le gustaría dedicarse cuando acabe la carrera?
R: Mi padre se dedica a la investigación en Matemáticas en la universidad pública, y a mí también me encantaría dedicarme a eso, lo que pasa es que en España hay muy pocos recursos, por lo que no descarto la opción de investigar dentro de una empresa privada. Ser profesor de instituto sí que lo descarto por completo, me gustan los chavales para un ratito, no para pasar con ellos seis horas al día (risas).
Su paso por cifras y letras
Álvaro comenzó su participación en Cifras y letras a principios de abril, ya lleva casi 4.000 euros ganados y pelea cada día por un bote que ya supera los 80.000 euros y que va aumentando cada día en 1.500 euros.
El madrileño tiene claro a qué destinará el dinero que se lleve en el concurso de La 2: “Me gustaría comprarme un coche para cuando tenga el carnet de conducir, pero antes de todo me tocaría invitar a algo a todos mis amigos, que ya me lo dejan caer…”, admite entre risas.
P: ¿Cómo fue su proceso de casting?
R: En diciembre comenzó el proceso de selección y grabé los primeros programas en febrero, que son los que se están emitiendo ahora.
P: ¿Se siente cómodo en la tele?
R: Sí, estoy muy a gusto, además todo el equipo son muy simpáticos. Como es un programa que conozco bien, también me gusta mucho seguir como espectador desde casa.
P: ¿Le gusta verse luego en pantalla?
R: Me resulta raro, pero procuro solo fijarme en cómo de bien o mal lo hago, no en cómo salgo delante de las cámaras.
P: El nombre del programa es Cifras y Letras. Las cifras ya sabemos que las domina perfectamente, pero, ¿qué tal se le dan las letras?
R: Para todo hay trucos, en Matemáticas he ido mejorando porque conocía los trucos, pero en Letras no. He tenido que ir improvisando un poco, pero también lo disfruto.
P: ¿Nos puede desvelar algún truco de esos?
R: En matemáticas aprender a factorizar rápido y, en letras, diría que ayuda conocer muchos verbos.
P: ¿Qué tal la relación con el resto del equipo, con Aitor Albizua, con David Calle y Elena Herraiz?
R: Muy bien. No me esperaba que fuera todo tan ameno, la verdad es que las horas de grabación se me pasan súper rápido gracias a ellos. Son todos muy simpáticos y hay muy buen ambiente con todo el equipo.
P: ¿Qué es lo que más te gusta de participar en el programa?
R: Me gusta mucho el reto que supone intentar ser mentalmente lo más rápido posible, porque las pruebas son muy cortas.
P: ¿Cómo es su día a día compaginando las clases en la universidad con las grabaciones del programa?
R: La universidad es, en ese aspecto, más informal de lo que era el instituto, por lo que puedo faltar a clase para ir a grabar sin tener que dar explicaciones. Luego, si me sobra tiempo recupero como puedo.
La llegada
Muchos de los concursantes que aparecen en televisión alcanzan una fama que no se esperan, los ejemplos más recientes son Borjamina, Raúl y Bruno, Los Mozos de Arousa, o participantes tan conocidos de Pasapalabra como Orestes, Rafa, Moisés o Luis de Lama; y de ¡Boom! como Los Lobos o Los Dispersos, por poner algunos ejemplos.
A Álvaro le está pasando algo parecido y, pese a participar en un concurso de La 2 en el access prime time y enfrentándose a El Hormiguero, El Intermedio o First Dates, la gente le ubica en Cifras y letras cuando le ve por la calle: “Me han reconocido unas cuantas veces y me hace mucha ilusión. Además lo han hecho en ambientes muy variados y personas de diferentes edades”, señala.
P: ¿Qué dicen tus amigos cuando te ven en la tele?
R: Están flipando, además, no se lo dije a todos, por el miedo de ir y luego no hacerlo demasiado bien, así que están viéndome ahora por primera vez. Muchos amigos si sabían que quería presentarme en un futuro, pero no les dije nada cuando empecé a grabar.
P: ¿Se está sacando también el carnet de conducir?
R: Sí, ya he aprobado el teórico y ahora estoy dando las clases prácticas. Conducir no se me da tan bien como las matemáticas (risas), pero quiero tener coche para este verano.
P: ¿Qué otras aficiones tiene?
R: El fútbol, pero verlo más que jugarlo, y las camisetas de fútbol. La natación también me gusta mucho. El ajedrez es también uno de mis hobbies desde pequeño, casi todo mi tiempo libre lo paso con amigos.
P: ¿Le gustaría participar en algún otro concurso?
R: Yo creo que en otra etapa de mi vida, en la que tenga más tiempo, no descarto prepararme para Pasapalabra, pero se necesita mucha dedicación y me falta todavía mucha experiencia en la vida para presentarme. Sé que Pablo Díaz participó en Pasapalabra con 19 años, pero es que hablar de Pablo son palabras mayores.