Enseñar la proporcionalidad mediante el uso de recetas de cocina. Calcular porcentajes con los datos de acierto de un jugador de fútbol o baloncesto. Trabajar la geometría mediante la observación de las obras de arte… Así es como Julio Rodríguez (Lalín, Pontevedra, 1966) aplica desde hace años diversos ámbitos de la vida cotidiana y real para enseñar Matemáticas a sus alumnos. Para que no las sientan lejos, para que no las vean sólo “como fórmulas abstractas que no se pueden aplicar a la realidad”, explica el profesor a EL ESPAÑOL.
Esto, precisamente, es lo que quiere implantar el Ministerio de Educación, encabezado por Pilar Alegría, como uno de los mecanismos que ayuden a potenciar el aprendizaje de las Matemáticas. A eso se refieren desde Educación cuando hablan de enseñar Matemáticas con un enfoque “socioafectivo”. La LOMLOE persigue enseñar la materia con un enfoque competencial cercano a la vida cotidiana, donde se pone en práctica lo aprendido y, en consecuencia, se fomenta ese sentido “socioafectivo” con el fin de reducir el rechazo del alumnado español a la Matemáticas.
“Pero a mí, el término de Matemáticas socioafectivas en realidad no me gusta nada. Es decir, en la enseñanza de Matemáticas hay dos componentes. Por un lado, el componente que está relacionado con el conocimiento, que es el cognitivo. Y, por otro lado, el socioafectivo, que tiene que ver con la actitud de los alumnos hacia las Matemáticas, con su capacidad de procesarlas y, en última instancia, de usarlas para resolver problemas y reducir la ansiedad matemática que tienen los alumnos en España”, explica Rodríguez, también presidente de la Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas (FESPM).
Él y muchos de sus colegas, en este sentido, luchan desde hace años para captar la atención y el interés de la materia. No es algo nuevo y “no lo ha inventado la LOMLOE”, dice. “Mi primer objetivo como profesor siempre ha sido que mis alumnos no sientan rechazo hacia las Matemáticas. Hay que romper con eso”, esgrime. Por ello, Julio, que lleva ejerciendo como profesor de Matemáticas desde 1989, realiza “paseos matemáticos desde hace unos 20 años”. “A ellos van mis alumnos, sus padres, alumnos de otros centros, etc.”, añade este profesor de Matemáticas del IES As Barxas, situado en Moaña (Pontevedra).
Acercar las Matemáticas
En estos paseos matemáticos, Julio Rodríguez persigue enseñar Matemáticas de una manera atractiva. “Los hacía mucho cuando trabajaba en un instituto cerca de Santiago. Íbamos a la ciudad y, por ejemplo, calculábamos áreas de geometría fijándonos en las ventanas de la catedral, en los arcos de medio punto…”, ejemplifica, “o calculábamos cada cuántos años es Jacobeo, porque, como sabrás, sólo es año santo cuando el 25 de julio, día de Santiago, cae en domingo”.
Este método pedagógico que potencia el componente socioafectivo de la Matemáticas no es algo nuevo. Ni único. “Otros compañeros, por ejemplo, usan la papiroflexia para enseñar geometría. Yo soy un poco manazas (ríe), así que ese método a mí no me funciona. Aun así, compartimos los métodos en los congresos de Matemáticas a los que llevo acudiendo desde hace muchos años”, explica.
Lo que propone el Ministerio de Educación en la LOMLOE para potenciar la enseñanza y aprendizaje de Matemáticas, de esta forma, ya existe. Pero no se aplica en la enseñanza de toda España. Por ello, como ha avanzado El Mundo, el Gobierno estudia ofrecer un “componente económico” a los profesores que enseñen Matemáticas desde este enfoque socioafectivo. “Incentivarlos” para que se extienda el método.
Aun así, es una medida que se encuentra en fase de estudio y que “tendrá que ser acordada con las comunidades autónomas, que son las que tienen las competencias, y con el profesorado”, esgrimían las mismas fuentes al citado medio. Preguntado Julio Rodríguez por este presunto incentivo económico a los profesores que usen un enfoque socioafectivo, el también presidente de la FESPM dice que “habrá que ver cómo es el encaje legal de eso”. “A mí, por ejemplo, me paga la Xunta de Galicia, que es la que tiene competencia educativa en materia de sueldos. Habrá que ver qué pactan Gobierno y comunidades”, arguye.
[Sánchez promete un plan con clases de refuerzo y menos alumnos por aula en Matemáticas y Lengua]
Y es que aún se sabe poco de cómo será el plan de refuerzo del Gobierno para mejorar la enseñanza y aprendizaje de Matemáticas y Comprensión Lectora. Este jueves, la ministra Pilar Alegría tras reunirse con el presidente, Pedro Sánchez, y con el Consejo Escolar del Estado –máximo organismo consultivo del Ministerio de Educación–, esbozó ante los medios unas líneas generales del plan.
“En primer lugar, se desdoblarán las clases de las asignaturas a reforzar. En segundo lugar, se dotará de más recursos a los centros públicos y concertados. Y, en tercer lugar, se reforzará y se pondrán como gratuitas las clases de refuerzo para los alumnos que más lo necesiten”, ha desarrollado la ministra de Educación. Este plan de refuerzo se ejecutará desde Infantil hasta Bachillerato en el plano de Comprensión Lectora y desde tercero de Primaria hasta Bachillerato en las Matemáticas. “Se podrán beneficiar de esta medida más de cinco millones de alumnos, pero aún falta mucho diálogo, en particular, con la comunidades autónomas”, ha proseguido.
Tampoco se ha mencionado el coste de este plan “y menos teniendo en cuenta que ni se han cerrado los Presupuestos Generales del Estado”, pero este medio ya avanzaba el pasado domingo que la cifra será “importante para toda la legislatura” y que podría superar los 500 millones de euros.
Plan de choque
Sea como fuere, este plan de refuerzo también es consecuencia de los bajos resultados que ha obtenido España en el informe PISA 2022, que evaluaba a los alumnos de 15 años. Si bien es cierto que la pandemia ha influido negativamente en la bajada generalizada de los resultados de todos los países de la OCDE, no es menos cierto que nuestro país ha obtenido el peor resultado de la serie histórica en Matemáticas, precisamente la competencia que se ha analizado más a fondo en este último estudio.
“Es relevante que seamos conscientes de que, a la luz de los informes de la OCDE, y pese al esfuerzo de los jóvenes, de nuestro profesorado y de las familias, hay asignaturas que son duras de roer”, decía el presidente Sánchez el pasado domingo. Para más inri, los resultados arrojaban otro dato: el 37% de los alumnos españoles de 15 años que se examinaron dicen sufrir ansiedad matemática. O lo que es lo mismo, la falta de confianza del estudiante en sus habilidades para aprender la materia y ponerla en práctica.
Por ello, el Ejecutivo busca con su plan de mejora que los profesores puedan contribuir a la reducción de esta ansiedad matemática a través de enseñar las Matemáticas con un componente socioafectivo. Julio Rodríguez y muchos de sus colegas de profesión ya lo hacen y, además, ahora celebran la posible medida de implementar desdobles o aplicar extraescolares gratuitas a los alumnos que lo necesiten.
“No es lo mismo dar clase a 17 alumnos que a 27. Cuantos menos, mejor, y pongo el límite en 20 estudiantes. Así todos aprenden más”, concluye el profesor de Matemáticas gallego, que, desde hace más de 20 años, persigue enseñar su materia con un enfoque cercano a la vida. Para que así siga cumpliendo su primer objetivo como docente: que sus alumnos no sientan rechazo hacia la Matemáticas.