El menú desconocido de los concursantes de First Dates: les cuesta 15 € con dos platos y postre
El ESPAÑOL ha conseguido la carta del restaurante del amor de Cuatro para saber lo que comen sus participantes.
8 enero, 2024 01:57Los solteros que acuden a First Dates cada día lo hacen para encontrar el amor y, de paso, comer bien. Y eso que el plató del programa de Cuatro no es un restaurante, sino una nave industrial situada en San Sebastián de los Reyes, Madrid.
Allí les hacen llegar los platos que componen el menú, los comensales eligen, y las camareras del programa, las gemelas Zapata o Laura Boado, les llevan los platos que han seleccionado para cenar.
Para empezar, puede elegir entre cinco platos llamados Primeras experiencias: A elegir una, hay que moderar la pasión. La primera opción es la vegetariana, llamada Labios verdes y que consiste en verduras baby sobre crema fina de guisantes y menta servido con piñones y aceite verde.
El resto de primeros serían Espíritu acuático (torre de cangrejo y puré de aguacate con vinagreta de lima), Fuerza amorosa (ensalada de quinoa roja con espinacas baby y queso feta ahumado), Beso marinero (tataki en atún rojo servido con alioli de wasabi) y Barbarroja de amor (espaguetis con gorgonzola, salsa de tomate y albahaca crujiente).
Los segundos platos los han llamado Plenitud de sabores: Para alcanzar el cénit, elige solo un plato. Aquí los comensales puede elegir entre Bonitas del norte (almejas a la vasca), Fuego vegano (hamburguesa de calabacín y copos de avena), Suspiros en "B" (bacalao confitado sobre pilpil de pimientos del piquillo), Vapor dulce (risotto de calabaza dulce y salvia), Sueño romántico (salteado de solomillo al jengibre) y Cariño esponjoso (tofu con verduras).
Para el Relax final, como lo llaman ellos, o sea, los postres, solo hay dos posibilidades: Abrazo dulce (tarta de queso en dos texturas) y Amor derretido (coulant de chocolate). Todo ello acompañado con la bebida que ellos elijan entre vino tinto crianza D. O. Rioja, blanco D. O. Rueda, refrescos variados, agua mineral con o sin gas, cerveza de grifo o alguno de los cócteles que les prepare Matías Roure en la barra antes de sentarse en la mesa.
Los más exitosos
De entre los platos que tienen a su disposición los daters que acuden a First Dates, siempre hay unos que gustan más que otros, pero el plato estrella es, sin ninguna duda, el tataki en atún rojo servido con alioli de wasabi, seguido por el risotto de calabaza dulce y salvia. El pódium de platos favoritos de los comensales lo completa el salteado de solomillo al jengibre.
Eso sí, si hay una de las opciones que ha logrado conquistar a los solteros más jóvenes es el Barbarroja de amor, o lo que es lo mismo, los espaguetis con gorgonzola, salsa de tomate y albahaca crujiente. En cambio, entre los comensales más mayores los gustos cambian, y ven más sencillo comerse unas almejas a la vasca (el plato llamado Bonitas del norte).
En cuanto a los postres, la mayoría de las parejas eligen compartir la tarta de queso y el coulant de chocolate para poder probar de los dos. Eso provoca que, en muchas ocasiones, terminen compartiendo postre… y besos.
Como en muchos restaurantes reales, en First Dates tienen opciones veganas y para celíacos, que también cuentan con bastantes éxito, logrando que cualquier persona pueda comer bien en el local a pesar de sus intolerancias.
En cuanto a las bebidas, el experto es el barman del local, Matías Roure. El argentino destaca que la bebida más solicitada del programa es el mojito, ya que, de las ocho citas diarias que graba el programa, cinco lo piden como bebida principal para su velada, y nunca falla.
Pero también piden cerveza, vinos o algún cóctel diferente: “Me gusta mucho cuando me dicen que les sorprenda con la bebida, ahí ya pongo mi creatividad en funcionamiento. Mis predilectos son los cócteles con cítricos y con zumos tropicales”, reconoció Roure a EL ESPAÑOL.
Al camarero le gusta mucho mezclar sabores ácidos, y uno de sus cócteles favoritos, uno “poderoso”, como él lo califica, que es el Margarita de granada, que se prepara con hielo picado en la coctelera y mojando el borde de la copa con zumo de lima para que se pegue la sal. Sus ingredientes son tequila, Cointreau, lima o limón y el componente estrella, zumo de granada.
Los peligros de los platos
Los comensales deben de tener cuidado con lo que piden porque, en muchas ocasiones, se han equivocado en su elección porque no les gustaba o, en el caso de los espaguetis, les han dado más de un problema al hora de comerlos o de mancharse, como está pasando últimamente en el programa.
Por ejemplo, hace poco, la cita entre Yanira y Steven estuvo marcada por el plato de pasta. Ella, vegana, se pidió Fuerza amorosa (ensalada de quinoa roja con espinacas baby y queso feta ahumado beso marinero), mientras que él eligió Barbarroja de amor (espaguetis con gorgonzola, salsa de tomate y albahaca crujiente).
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No obstante, esa elección no le gustó a la toledana, que le obligó a cambiar de plato: “Esa comida, para la primera cita, no te la recomiendo, luego queda supercutre”, le dijo. El colombiano rectificó y se pidió el plato llamado Labios Verdes (verduras baby sobre crema fina de guisantes y menta servido con piñones y aceite verde). Al final de la cita, Steven no quiso tener una segunda velada con Yanira porque “he sentido que es muy dominante y no me gusta que me hagan eso”, reconoció el comensal.
Algo parecido con los espaguetis les pasó a María y Lorenzo, pero fue más la circunstancias de cómo comérselos y sus consecuencias que por la elección del plato en sí. La alicantina pidió los espaguetis, pero enseguida se dio cuenta de un detalle: "¿Cómo me como yo esto sin mancharme de tomate?", se preguntó. El italiano le dijo entre risas que se los comiera tranquila, que no la iba a juzgar, pero que tampoco se le iba a olvidar en mucho tiempo su cara manchada de tomate. Al final, ellos sí que decidieron volver a quedar.
Los precios
Como en cualquier local, los daters tienen que pagar lo que consuman, aunque sí que es verdad que el precio es cerrado y muy accesible a cualquier persona: 15 euros por cabeza. Lo pagan delante de las cámaras, pero luego el equipo del programa les devuelve el importe. Eso sí, si uno de ellos decide invitar y paga los 30 euros, solo le devuelven sus 15 euros correspondientes, la otra mitad, la pone de su bolsillo al invitar a su cita.
Aunque la finalidad principal es el amor, los solteros también reciben una remuneración económica por participar en el espacio de Cuatro. El programa les paga 90 euros (antes de la pandemia eran 100) por la cesión de los derechos de imagen a la cadena y al programa por la emisión de la entrega en la que participan junto a otras parejas.
La localización del Plató
La decoración del restaurante de First Dates es muy realista, con las cámaras muy bien ubicadas para que los comensales se sientan a gusto y se olviden de ellas, como le explicó Isabel Navarro, la directora de casting del programa, a EL ESPAÑOL recientemente.
“Lo bueno que tiene First Dates es que el espacio no es un plató frío sino que es un restaurante muy acogedor en el que no se ven las cámaras (hay 26 robotizadas y ocho fijas integradas en la decoración). Al no tener esa sensación de una cámara grabándote se olvidan de que están saliendo por televisión y surge la magia”, afirmó Navarro.
Pero una de las cosas que más llaman la atención a los daters que acuden a diario en busca del amor es que el lugar donde les citan no es un restaurante al uso, sino una nave que está en un polígono industrial de la localidad de San Sebastián de los Reyes, Madrid, rodeada de otras empresas o, curiosamente, muy cerca de Atresmedia, donde se graban Pasapalabra, La Ruleta de la Suerte, El Chiringuito de Jugones, Espejo Público u otros formatos en la sede del grupo de comunicación
La nave donde se encuentra el restaurante de First Dates pasa totalmente desapercibida del resto de edificios de la zona donde está ubicado, ya que no tiene distintivos en el exterior del espacio de Cuatro y solo los muy fans del programa podrían identificar el pasillo por el que los comensales entran en el local.
Como curiosidad, hace 7 años, antes de que Sobera, Matías Roure, Laura Boado, Lidia Torrent o las gemelas Zapata comenzaran a trabajar allí, su uso era totalmente diferente, ya que se trataba de una nave donde se vendían muebles, como otras muchas que tiene alrededor.