Murcia, récord de España en muertes por accidente laboral: Moisés y los otros 54 fallecidos en el trabajo
UGT y CC OO reclaman al Gobierno regional una nueva estrategia de salud laboral y la figura del delegado territorial de prevención de riesgos laborales.
19 octubre, 2023 03:06A Moisés le quedaban diez míseros minutos para acabar su turno de trabajo el 1 de septiembre de 2022, cuando perdió la vida en una empresa de congelados de Alhama de Murcia. Moisés estaba limpiando unas verduras que se cayeron en el Área 3000, cuando su cabeza fue aplastada entre un muelle de carga y uno de los carros de la línea de producción, a pesar de que la normativa de su empresa establece que las tareas de limpieza solo se realizan con la maquinaria parada. "Yo quiero ser fuerte para luchar por mi hijo porque quiero que se haga Justicia, para que ninguna madre sufra una pérdida así", reflexiona Martha en conversación con EL ESPAÑOL.
Este dominicano murió con solo 33 años, dejando desolada a su pareja con la que tenía dos hijas preciosas. Su madre, Martha, su padre, Nicolás, y su viuda, Encarnación, acceden a atender a este diario para dar visibilidad a la pandemia de siniestralidad que sufren las empresas murcianas, a través del caso que afecta a su familia: Moisés fue uno de los 55 trabajadores que perdieron la vida en su puesto de trabajo durante 2022, situando a la Región de Murcia como la autonomía con el índice más elevado de accidentes laborales mortales de todo el país.
La comunidad murciana tiene la mayor incidencia (7,45), seguida de La Rioja (6,95) y Galicia (6,59), según los datos del Ministerio de Trabajo. Las principales causas de los decesos de empleados durante 2022 fueron estas: infartos, derrames cerebrales, accidentes de tráfico, atrapamientos, amputaciones, caídas y colisiones contra objetos en movimiento. Esta última es la que supuestamente le costó la vida a Moisés Hernández Batista en las instalaciones de Fruveco en Alhama de Murcia.
"Una pérdida así es puro dolor: en la familia no tenemos consuelo, llevamos un año hechos polvo", subrayan Nicolás y Martha, los padres de Moisés: un dominicano que se sentía murciano de corazón porque llegó a esta comunidad con solo tres añitos y se involucró tanto con sus tradiciones que acabó tocando la corneta en Semana Santa, para la conocida Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús del Amor de Alhama de Murcia. "La muerte de nuestro hijo se pudo haber evitado porque si el señor que echó los carros a andar, hubiese mirado antes de darle al botón, y le hubiese avisado a los trabajadores para que salieran de allí, Moisés se habría apartado del trayecto del carro y ahora mismo estaría vivo".
Tal es la convicción de los padres y de la viuda de Moisés que han contratado al despacho de abogados de Mariano Bó y Pablo Martínez, para iniciar un proceso penal contra la empresa de congelados y el responsable de planta que era el jefe de turno del fallecido. El atestado de la Guardia Civil considera que hubo un delito de homicidio por imprudencia grave: "Mientras los cuatro trabajadores se encontraban en el interior del Área 3000, trabajando y limpiando el producto que se había caído, el investigado, como responsable y jefe de turno de la cámara fría, reactiva la producción de dicha área, lo cual está absolutamente prohibido".
Esta presunta imprudencia se cobró la vida de este carretillero dominicano, convirtiendo 2022 en el año en el que más trabajadores han muerto en la comunidad murciana durante el último lustro. La cifra de decesos ha pasado de 29 decesos en 2018 a 55: un incremento del 47%. Aquel trágico 1 de septiembre, Encarnación Ruiz también estaba trabajando en las instalaciones de la empresa de congelados de Alhama de Murcia, cubriendo un turno de siete a tres de la tarde, cuando su pareja, Moisés, murió por el impacto de uno de los carros del Área 3000. "Él llevaba 14 meses contratado", precisa su viuda. "Ese día, los carros daban problemas".
No habla en vano la viuda de Moisés. Prueba de ello es que el atestado de la Guardia Civil refleja que "el sistema automático no funcionaba correctamente", debido a que se volcó un octavín: un contenedor de cartón con 900 kilos de verduras congeladas. De modo que tres empleados comenzaron a limpiar y Moisés se puso a ayudarles. Los trabajos se extendieron al Área 3000, por donde pasa una línea de producción con carros que circulan sobre unos raíles, para transportar cada octavín y dejarlo en un muelle de descarga para que el producto llegue a la cámara frigorífica.
El manual de procedimiento de trabajo de Fruveco para limpieza, engrase, mantenimiento y desatranque de zona automática de expediciones, advierte de que "queda prohibido entrar" a este espacio por cualquier punto distinto a las dos puertas habilitadas para ello. También subraya que el trabajador entrará a la zona previamente asegurada: con la planta y maquinaria completamente parada. Sin embargo, los tres compañeros que estaban limpiando con Moisés relatan a la Guardia Civil que llegaron al Área 3000, por "una zona no habilitada", para no detener la producción.
Además, estos testigos afirman que hubo un momento de los trabajos de limpieza en el Área 3000 en los que -supuestamente- se reactivó el paso de los carros y uno aplastó la cabeza del pobre Moisés.
- Guardia Civil: ¿Ha recibido en algún momento formación en riesgos laborales?
- Testigo 1: No recibí ninguna formación.
- Testigo 3: No, únicamente firmé un montón de papeles y apenas me explicaron nada.
- Guardia Civil: ¿Es una práctica habitual entrar al Área 3000 por zonas no habilitadas?
- Testigo 1: Sí.
- Testigo 3: Siempre, todos los días se entra por allí y todos los días veo a gente andando por el Área 3000 con la producción en marcha.
- Guardia Civil: ¿El hecho de entrar por zonas no habilitadas era conocido por el responsable de la planta M.?
- Testigo 1: Sí.
- Testigo 3: Sí. Nadie me ha dicho que si se abre la puerta habilitada para entrar al Área 3000 se paraba la producción, desconocía totalmente eso.
- Guardia Civil: ¿Cuál es el motivo de entrar a dicha Área 3000 por zonas no habilitadas?
- Testigo 1: Se entra por ahí para que la planta siga funcionando y no se pare la producción.
- Testigo 3: Para ahorrarse parar la producción.
Todo ello lleva al Instituto Armado a situar en la diana de la investigación a M. M.: el responsable de la planta que se acogió a su derecho a no declarar ante los agentes de la Policía Judicial que inspeccionaron palmo a palmo la empresa de congelados. Así lo refleja literalmente el atestado:
"La planta se encuentra totalmente automatizada, siendo únicamente necesario para su operación, la presencia de 5 trabajadores, si en el caso que nos encontramos vemos a los 4 trabajadores, entre los que se encontraba el fallecido, limpiando la zona donde se había caído el producto, la única persona que queda y que pudo reactivar la producción es el responsable de la planta, el identificado como M., siendo esta acción la causante del accidente, ya que está terminantemente prohibido la puesta en marcha de la producción, mientras se encuentren trabajadores en el interior, lo que denota claramente la omisión de las más elementales normas de cuidado, existiendo una imprudencia grave".
Cuando se produjo el siniestro, Encarnación contaba los minutos para reunirse a la salida de la empresa de congelados con Moisés: el dominicano con el que compartía su vida desde hacía quince años y al que le encataba montar en bicicleta, ir al gimnasio o hacer senderismo por Sierra Espuña. De hecho, esta mujer presenció cómo un compañero de trabajo salía chillando del Área 3000, para alertar de que se había producido un accidente grave y cuando Encarnación entró corriendo con el botiquín para ayudar, la echaron para que no viese desangrándose al padre de sus hijas.
"Diez minutos antes de marcharnos, Moisés fue a echar una mano a sus compañeros, cogió la escoba y se agachó porque la máquina estaba parada, con la mala suerte de que el responsable de planta activó el botón y un carro le aplastó", resume Encarnación, sobre un siniestro laboral por el que tuvo que testificar ante la Guardia Civil. Lo mismo tuvo que hacer la responsable de prevención de riesgos laborales de la empresa, asegurando que entre las funciones de Moisés se encontraba la limpieza y que había recibido formación en riesgos laborales como toda la plantilla.
"La empresa tiene establecido un protocolo de corrección, para corregir las conductas de los trabajadores que no se ajusten a las directrices establecidas", según subraya en el atestado la responsable de riesgos laborales, al tiempo que asegura desconocer las causas de la tragedia: "Pude averiguar que un carro golpeó a Moisés mientras se encontraba en la zona de trabajo y poco más, ya que después llegó el personal del Instituto de Seguridad y Salud en el trabajo y nos pusimos a su disposición".
Pablo Martínez, abogado de los padres y de la viuda de Moisés, remarca que su bufete está volcado con este caso: "De momento, hemos llegado a un acuerdo respecto a la responsabilidad civil por el que se ha indemnizado a la familia, sin que por ello hayamos desistido de la acción penal". El letrado detalla que "la causa continua" y su acusación particular solo tiene un objetivo: "Poder demostrar la responsabilidad de la empresa en este hecho derivado de la falta de medidas de seguridad".
Moisés Hernández Batista pone nombre y apellidos a una de las tragedias laborales que han marcado 2022: un año de récord en la Región de Murcia, por la cifra de trabajadores que murieron mientras se ganaban el pan. "No entiendo cómo en un país como este, que en un año puedan perder la vida 55 personas: es una tragedia", sentencia Nicolás, a sus 65 años, y con más de dos décadas de experiencia como jefe de línea en una afamada empresa cárnica. "La gente dice 'qué lástima' cuando ve en las noticias que alguien ha muerto en su puesto de trabajo, pero esto no se siente de verdad hasta que llega a la puerta de tu casa. No hay palabras para describirlo".
"Mi hijo era un hombre formal que trabajaba para mantener a sus dos niñas. Los políticos tienen que buscar una solución: ¿Por qué le permiten a una empresa estar trabajando si las condiciones de los trabajadores no son buenas? ¿Cómo una empresa que gana tanto dinero no invierte más en seguridad si los trabajadores van a ganarse el sustento de su familia y a hacer que el empresario gane más dinero?", se pregunta Nicolás, sin encontrar respuesta a cuestiones básicas que deberían marcar la dinámica laboral.
Su esposa, Martha, empleada en una firma agrícola, es todavía más crítica con el panorama que a su juicio existe en la actividad de las empresas murcianas: "¿Cómo pasó una inspección la empresa en la que murió mi hijo si ese año los carros no funcionaban bien? En Murcia, las inspecciones no favorecen a los empleados. Yo pido que ninguna madre pase por lo que estoy pasando y que las inspecciones no avisen a los empresarios antes de ir, que vayan por sorpresa a las empresas. Esto se tiene que saber a colación de lo que ha pasado en el incendio de las discotecas".
No habla en vano Martha, ya que el servicio de inspección del Ayuntamiento de Murcia no ejecutó durante año y medio la orden de cierre que pesaba sobre las discotecas Teatre y Fonda Milagros que ardieron el 1 de octubre en la zona de ocio de Atalayas. El concejal de Urbanismo, Antonio Navarro, llegó a afirmar que administrativamente solo existía Teatre Sociedad Limitada y que el Consistorio desconocía la existencia de la Fonda Milagros donde murieron calcinadas 13 personas, a pesar de que anunciaba fiestas por redes sociales cada semana.
Este miércoles, la Catedral de Murcia albergó la misa funeral en memoria de los 13 fallecidos a la que asistió el jefe del Ejecutivo regional, Fernando López Miras, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la portavoz del Gobierno de España, Isabel Rodríguez. Esta tragedia puede contribuir a acrecentar la estadística de siniestralidad laboral de este año en Murcia, cifrada en 23 fallecidos, ya que la Policía Nacional está tratando de esclarecer si entre las víctimas de la Fonda Milagros había una camarera.
Tanto Santiago Navarro, secretario general de CC OO en Murcia, como Encarna del Baño, secretaria de salud laboral en UGT, coinciden en denunciar que "la comunidad murciana, por número de habitantes, es una de las autonomías del país con un mayor porcentaje de accidentes laborales". En concreto, en 2022 se registraron 42.611.
Navarro es contundente: "Hace falta generar una cultura de prevención en las empresas. Venimos denunciado el disparate de accidentes de esta región, cuya tasa de siniestralidad está creciendo desde 2013, excepto en el confinamiento". Del Baño también es crítica: "En la pandemia solo murió un trabajador menos que el año previo al confinamiento. Estamos muy preocupados con las condiciones laborales de Murcia: para los empresarios es un gasto la prevención en riesgos laborales".
Comisiones Obreras reclama al Gobierno de la Región de Murcia que apruebe una nueva estrategia de salud laboral, que incremente las campañas de vigilancia y que no conceda subvenciones a empresas que incumplan la normativa de prevención de riesgos laborales o que hayan sido sancionadas por ello. "Hay que regular los desplazamientos in itínere del sector agrícola porque acaparan gran cantidad de los accidentes, ya que el chófer de la cuadrilla afronta viajes de dos horas, tras haber trabajado como un jornalero más durante 8 o 9 horas", ejemplifica Santiago Navarro.
"Hay que poner en marcha la figura del delegado territorial de prevención de riesgos laborales, para que visite las empresas y potencie los planes contra la siniestralidad", tal y como propone Encarna del Baño, secretaria de salud laboral en UGT. "En esta comunidad se trabaja a destajo, pero siete de cada diez pequeñas empresas no tienen representación sindical y eso es algo que tampoco se puede permitir".
Más fondos para prevenir
El Gobierno de la Región de Murcia se defiende de las críticas sindicales, a través de un portavoz de la Consejería de Empleo: "En 2023 se han incrementado un 67% los fondos destinados a la divulgación de la prevención de riesgos laborales. De hecho, el presupuesto para las políticas de seguridad y salud laboral asciende a tres millones de euros". La Consejería también avanza que se está trabajando en la elaboración de la Estrategia de Seguridad y Salud Laboral para el periodo 2023-2027.
Entretanto, el Ejecutivo de Fernando López Miras retomará una campaña de prevención de riesgos laborales, centrada en los accidentes más frecuentes y graves: caídas de altura, manejo de carretillas elevadoras y accidentes de tráfico. Además, los 16 inspectores de la Consejería de Empleo van a desarrollar campañas de asesoramiento a empresas, visitas de comprobación de condiciones laborales, realización de estudios técnicos, y elaboración de material divulgativo y técnico.
Este portavoz de la Consejería sostiene que estas medidas ayudarán a que 2023 se cierre invirtiendo las cifras de mortalidad laboral de 2022: "En la Región se está produciendo una tendencia descendente en la siniestralidad laboral. Entre enero y agosto de 2023, se han producido un 1,6% menos de accidentes laborales que en el mismo periodo de 2022".