Reportajes

El 'murciano' detenido por yihadista se radicalizó en una App rusa: "Sacrificaré mi sangre por Alá"

Mohammed, preso en la cárcel de Estremera, compartía material del Daesh en un perfil de Vkontakte: "El resurgir del Islam verdadero".

21 septiembre, 2023 03:44
Murcia

Desde que puso un pie en suelo español en el año 2020 y se instaló junto a su padre en el pueblo murciano de Blanca, se rompió el lomo trabajando en el campo. Pero pasaba el tiempo y Mohammed seguía sin hacer amigos: era un adolescente solitario, cuya rutina se reducía a echar el jornal, hacer la compra, rezar, leer el Corán y navegar por internet. Este diario ha podido saber en exclusiva que el último yihadista detenido en la Región de Murcia, Mohammed R., de 21 años, supuestamente se quería convertir en un mártir de la yihad en Al-Aqsa: la mezquita más grande de la ciudad santa de Jerusalén porque puede albergar a 5.000 personas.

Mohammed contaba con un perfil en Vkontakte: una red social de origen ruso, conocida por la abreviatura VK, y que fue creada por los fundadores de Telegram. Una fuente de la Policía Nacional explica que esta plataforma -con millones de usuarios- está en la diana de la Brigada de Información por un motivo: "Sirve de refugio para la difusión de propaganda terrorista, realizada por el Estado Islámico". Tanto es así que este joven, de 21 años, dio muestras de su presunto proceso de radicalización mediante diversas publicaciones en redes sociales: especialmente, en Vkontakte.

EL ESPAÑOL ha localizado la cuenta de VK que tenía este veinteañero y cuyo contenido provocó que la Dirección General de Vigilancia Territorial de Marruecos alertase a la Policía Nacional sobre el perfil de Mohammed: un joven con permiso de residencia, cuya supuesta conversión al Estado Islámico estaba pasando inadvertida en Blanca, un pueblo tranquilo, a orillas del río Segura, y marcado por la actividad agrícola de sus 6.700 vecinos.

Una de las publicaciones que situó a este jornalero agrícola entre los objetivos de la Brigada de Información, se produjo en mayo de 2021, cuando Mohammed desveló en Vkontakte su presunta intención de atentar: "Preparado para hacer la yihad por la causa de Alá. ¡Oh Dios mío! Haz que me haga mártir a las puertas de la mezquita de Cisjordania [Al-Aqsa]". Incluso en otro mensaje se reafirmaba en ese aparente deseo de inmolarse: "Sacrificaré mi sangre por ti, ¡oh Aqsa!"

Mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén donde el marroquí Mohammed decía que quería convertirse en un mártir de la yihad.

Mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén donde el marroquí Mohammed decía que quería convertirse en un mártir de la yihad. Reuters / Ammar Awad

Al-Aqsa forma parte del complejo religioso de la ciudad santa de Jerusalén y su nombre se traduce como la mezquita más lejana, en alusión al capítulo del Corán que narra el viaje que realizó Mahoma desde La Meca hasta la citada mezquita. Una vez allí, Mahoma ascendió a los cielos a lomos de un equino alado y eso supuestamente motivaba a Mohamed para ser un mártir. Los mensajes de este chico eran preocupantes para los servicios de inteligencia marroquíes y españoles porque afirmaba que "amaba" Siria: uno de los territorios donde Estado Islámico ha declarado su califato.

Por aquel entonces, Belkacem no se podía imaginar que andase radicalizado el tercero de sus cinco hijos porque este jornalero, de 58 años, estaba centrado en lograr el objetivo de la reagrupación familiar: su mujer y sus dos hijos pequeños, de 16 y 6 años, aguardaban en la ciudad marroquí de Oujda donde sus hijas mayores se habían casado tiempo atrás. Belkacem logró traerse a Nasriddin cuando cumplió los 17 años, pero la presencia de otro adolescente en casa no sirvió para que Mohammed se desviase de la cibersenda del Estado Islámico y se animara a hacer planes con su hermano, para socializar como hacen los chicos de su edad en Blanca.

De hecho, Mohammed no tenía amigos casi dos años después de llegar a un pueblo donde todo el mundo se conoce. Su vida social consistía en dar paseos junto a su hermano, Nasriddin, y acudir a la mezquita los viernes para cumplir con el rezo más importante de la semana. En la mesita de su cuarto tenía un Corán y el único elemento que aportaba color a la insipidez decorativa de su habitación era su alfombra para orar.

La conducta de este chico era la de un musulmán perfecto, cuyo único 'vicio' era el fútbol. Sin embargo, una de sus presuntas aficiones secretas eran las páginas web sobre armas de fuego para conocer su manejo y característicasPrueba de ello es que fuentes policiales resaltan que en la red social rusa VK detectaron una imagen de Mohammed portando "lo que parece ser un fusil tipo carabina". También le interceptaron soflamas de contenido violento: "Arráncame, entiérrame en mi sangre".

El cuarto en el que dormía Mohammed no tenía decoración, solo un libro del Corán en su mesita y una alfombra para rezar.

El cuarto en el que dormía Mohammed no tenía decoración, solo un libro del Corán en su mesita y una alfombra para rezar. Badía

La Brigada de Información decidió monitorizar -al milímetro- la actividad en internet que desarrollaba este joven marroquí que no bebía, no fumaba y no salía de fiesta porque no tenía amigos ni pareja sentimental. El objetivo de esta medida era evaluar su peligrosidad y determinar si suponía un riesgo potencial para la seguridad del país.

La Policía Nacional escudriñó cada perfil que tenía Mohammed y confirmaron sus sospechas: "En diferentes redes sociales ha expresado su activismo cibernético de carácter radical. Mantiene varios perfiles en distintas redes donde realiza publicaciones y difusiones con un claro mensaje terrorista". Valga como botón de muestra la imagen que aparecía en su cuenta de Instagram: un chico con el rostro tapado por un pañuelo palestino, mientras hace una llamada a luchar contra los enemigos de Dios.

De todos los perfiles analizados, el más peligroso era el de Vkontakte, no solo por el contenido de los mensajes, de las fotos y de los vídeos, sino porque además contaba con una colección de audios de nasheed: un género musical empleado como propaganda yihadista, debido a que se canta a capela, "siguiendo los preceptos más radicales del Islam" porque no se emplean instrumentos musicales al ser considerados un "pecado".

Una de esas canciones de nasheed que escuchaba Mohammed se titulaba así: 'ISIS - Mi nación tiene un amanecer'. "En el audio se anima a creer en la victoria de la organización y en el resurgir del Islam verdadero", según ha podido saber EL ESPAÑOL por fuentes policiales. "Deja claro que el único camino para conseguir este fin es la lucha armada y que solo se logrará la victoria con la sangre de los mártires".

La letra de la citada canción ofrecía poco lugar para las dudas sobre su mensaje radical: 'El Estado del Islam resucitó con la sangre de los honestos, el Estado Islámico ha hecho la yihad de los justos, vais a llorar sangre, la victoria no volverá sino con la sangre de los mártires […]'. Otro audio de nasheed del que tomó buena nota la Brigada de Información es el que aludía a 'Leones de guerra': el himno del Estado Islámico. En su letra se afirma que "todo musulmán es un guerrero que tiene que responder a la llamada para la yihad" y se alaba morir en combate para "convertir en un mártir".

Imagen de una de las productoras audiovisuales del autoproclamado Estado Islámico (o Daesh) para captar seguidores.

Imagen de una de las productoras audiovisuales del autoproclamado Estado Islámico (o Daesh) para captar seguidores.

Cada revelación de la investigación era más peligrosa que la anterior: Mohammed supuestamente también se dedicaba a proveerse de material audiovisual "de carácter yihadista radical", con el supuesto objetivo de "dar acceso" a esos contenidos terroristas a otras personas, a través de los distintos perfiles de redes sociales que administraba. "Estos vídeos tienen la finalidad de captación y adoctrinamiento para el público que los recibe y que piensa en acciones puntuales para buscar un efecto motivador y publicitario", tal y como sostiene la Policía Nacional.

Esto suponía en la práctica que "su activismo cibernético" incluía la supuesta intención de captar seguidores para el Estado Islámico. Todo ello, valiéndose del material del Daesh, cuyo autoproclamado califato llegó a incluir la creación de una plataforma mediática sin precedentes, con productoras audiovisuales que fabricaban contenidos que imitaban la estética de videojuegos -como Call of Duty- o series -como Juego de Tronos- para seducir a los jóvenes millenials a enrolarse en sus filas en Siria o Irak. 

De modo que la tarde del martes 8 de noviembre de 2022, tras un año y cinco meses de intensa monitorización, la Policía Nacional tomó el bloque de pisos número 56 de la Carretera de la Estación de Blanca, para echarle el guante a Mohammed, justo después de concluir su jornada de trabajo podando melocotoneros en una finca. La 'Operación Rakmu' se desató porque los investigadores llegaron a una conclusión lapidaria con este joven marroquí: "Habría estado desarrollando una actividad claramente radical, de corte islamista, con la correspondiente peligrosidad y potencial riesgo que conllevaría para la seguridad nacional".

Mohammed R., marroquí, de 21 años, residía junto a su padre en el municipio murciano de Blanca donde ha sido detenido por la Policía Nacional por su deseo de morir como un mártir yihadista. EL ESPAÑOL

La Policía Nacional puso en marcha la 'Operación Rakmu' porque la Región de Murcia había sido escenario del último atentado terrorista, ocurrido en suelo español, el 17 de septiembre de 2021. Aquel truculento día, Abdellah Gmara, al volante de un Volkswagen Golf, arrasó las terrazas de dos restaurantes de Roldán, causando cuatro heridos y arrebatando la vida al venezolano Oliver: un agente inmobiliario, de 47 años.

[El atropello múltiple de Abdellah en Murcia fue un "atentado terrorista" según la Guardia Civil]

Mohammed permanece en la prisión de Estremera (Madrid) desde que fue arrestado en Blanca y el Juzgado Central de Instrucción número 5 de Madrid ordenó su ingreso en este centro penitenciario que fue calificado como "una cárcel cinco estrellas" durante su inauguración en 2008. Este veinteañero marroquí aguarda a ser juzgado, por un supuesto delito de terrorismo, en las mismas instalaciones por donde ha pasado el célebre comisario retirado José Manuel Villarejo.

EL ESPAÑOL ha podido saber que Eduardo Simó ejerce la defensa de Mohammed R., pero el letrado del despacho Simó Abogados Penalistas ha declinado realizar declaraciones al encontrarse la causa bajo secreto.