Cornelius Boersch dice que ganó su primer millón cuando tenía 23 años y lo gastó cuando cumplió los 24. Desde entonces no ha hecho más que mover el dinero aquí y allá, ha invertido en más de 350 empresas y ha sido reconocido como uno de los más ávidos emprendedores europeos. En 2005 creó su sociedad de inversión Mountain Partners, con la que ahora podría impulsar al Fútbol Club Barcelona hasta la Bolsa de Estados Unidos.
El empresario, nacido en Hannover (Alemania) en 1968, era uno de esos niños talento con especial ojo para los negocios. Cornelius, Conny para los suyos, fundó su primera compañía a principios de los 90, cuando todavía estaba estudiando en la Escuela Europea de Negocios en Alemania. Con aquel negocio ayudó a desarrollar la primera tarjeta electrónica sanitaria que tuvieron los alemanes tras la caída del Muro de Berlín.
Fue ahí cuando ganó ese primer millón que pronto se esfumaría. O, mejor dicho, se transformaría en acciones, más dinero electrónico. Prosiguió sus estudios en París, Colorado y completó un doctorado sobre cajas de ahorro y sociedades de capital riesgo en una universidad alemana.
Eran los años del despertar de Internet, de la aparición de miles de empresas tecnológicas, y él se especializó precisamente en este mercado. Muchas compañías desaparecieron, otros tantos inversores se arruinaron y algunos, los más audaces, fueron capaces de amasar grandes fortunas entrando y saliendo rápidamente de diferentes mercados. “Para ser un empresario de éxito debes tener suerte muchas veces”, dijo él en una conferencia.
Para cuando llegó la década de los 2000 Boersch ya tenía una sociedad de inversión con capacidad de expandirse por Europa y Latinoamérica. Su última incursión fue en el mercado asiático, con una alianza con otra compañía radicada en Sri Lanka. En 2009 lo nombraron “inversor ángel europeo del año”, una figura, la del inversor ángel, que se dedica a dotar de capital las start up para ayudarlas en su crecimiento. Y ese mismo año comenzó asesorar al liberal Guido Westerwelle, ex ministro de Exteriores alemán, con quien lanzó la primera campaña digital en la historia de la política del país germano.
De la política alemana a Laporta
A través de la matriz Mountain Partners creó Mountain & Co. I Acquisition Corp, una sociedad con sede en las Islas Caimán, integrada en el Nasdaq, el índice bursátil estadounidense en el que cotizan pequeñas y medianas empresas relacionadas con la tecnología o las telecomunicaciones. La entidad radicada en este paraíso fiscal es lo que se conoce como una SPAC, una compañía con un propósito especial de compra -por sus siglas en inglés-, cuyo único objetivo es buscar fusionarse o comprar otras empresas. Y en ese negocio es en el que aparece Joan Laporta.
Hace unas semanas el presidente del club culé anunció un acuerdo con Mountain & Co. I Acquisition Corp para que Barça Media, su filial de contenidos digitales, pudiera cotizar en el Nasdaq. El despacho de abogados Cuatrecasas, que asesoró a ambas partes, valoró la operación en unos 1.000 millones de euros. En ella, el club también vendía casi un 30% de su otra empresa Barça Vision a dos fondos de inversión.
De esta forma, el Barcelona llegaría a la Bolsa estadounidense gracias a sus socios de Mountain, que ya están implantados allí. Aunque para ello primero es necesario que ambas entidades lo aprueben en sendas juntas de accionistas. El plazo máximo que se han impuesto es agosto de 2024.
Laporta tendrá que convencer a los suyos de otra operación destinada a conseguir financiación con la que poder formar un equipo competitivo, una más de las denominadas palancas. Mientras que Mountain también tendrá que contar con el visto bueno de sus inversores. Cornelius Boersch, el CEO de la matriz, es el principal accionista con un 17% del capital, aunque la decisión está en manos de varios fondos de inversión estadounidenses que controlan más de la mitad del accionariado. Al cierre de esta edición, el empresario alemán no había respondido a las peticiones de información por parte de este medio.
Otro caso Ferrovial
La gran novedad de la operación es que la nueva sociedad resultante tendría su sede legal en Países Bajos, como adelantó este martes El País y confirmó más tarde la Agencia EFE. El caso recuerda enormemente al de Ferrovial, que provocó una airada reacción del Ejecutivo de Pedro Sánchez. La compañía de Rafael del Pino también alegaba que desde Países Bajos era mucho más sencillo dar el salto al Nasdaq, pero lo cierto es que en este país la tributación para las empresas es más baja. Quedan pasos por recorrer, pero la decisión de Joan Laporta podría abrir otra crisis con el Gobierno.
Del lado del Barça, el principal responsable de la nueva división será el empresario Toni Cruz, fundador de la productora Gestmusic, que se integró más tarde en Endemol, otra empresa de medios con sede en Países Bajos. Barça Media, dirigida por Toni Gruz, absobería lo que es ahora Barça Vision, Barça Studios y Barça eSports, y tendría como misión monetizar desde contenidos audiovisuales generados por el propio club, a videojuegos o criptomonedas del FC Barcelona.
Por la otra parte, el tiburón Cornelius Boersch y el resto de inversores deberán decidir si la operación con Laporta es suficientemente atractiva para sus bolsillos. En el dossier presentado a los reguladores estadounidenses reconocen que investigaciones, como la relacionada con el caso Negreira, afectan a la reputación del Barcelona y pueden “tener un impacto negativo en el negocio”. Y estos compañeros de viaje no miran otra cosa más que los números.