Muchas personas se encuentran preocupadas por su jubilación. Especialmente por cuando llegará, ya que se trata de un momento que cada vez se retrasa más en la vida. Sin embargo, no todo el mundo tiene ese quebradero de cabeza en su horizonte. Es el caso de Walter Orthmann, un brasileño que a sus 100 años sigue al pie del cañón.
De momento, no tiene pensado dejarlo, ya que sigue muy comprometido con su causa y con su empresa. Se trata de RenauxView, una compañía textil a la que ha dedicado toda su vida en cuerpo y alma y a la que no quiere dejar por el momento. Este brasileño entró a formar parte de esta empresa a los 15 años y desde entonces no ha dejado de formar parte de su equipo.
Corría el año 1938 cuando Walter Orthmann comenzó a formar parte de esta compañía textil. Su primer puesto fue el de asistente de envío. Walter provenía de una pequeña y humilde familia, la cual necesitaba su ayuda económica para salir adelante. Por ello comenzó a trabajar desde tan joven. Así dio sus primeros pasos en una carrera que todavía continúa más de ocho décadas después.
Walter Orthmann, 85 años en la misma empresa
Walter Orthmann se ha convertido en el trabajador perfecto. Y es que seguramente no hay otra forma de ser el trabajador eterno que haciendo todo bien para conservar el puesto durante más de ocho décadas. Desde 1938 hasta el 2023. Después de conseguir sus primeras ganancias para contribuir en la diezmada economía familiar, fue ascendiendo poco a poco en el organigrama de su compañía.
Se adentró en el universo de la administración para después pasar a ser el jefe de ventas de RenauxView. Gracias a este puesto, tuvo la oportunidad de recorrer su país de norte a sur y así conocerlo mejor. Su trabajo siempre le aseguró a su empresa unos excelentes resultados: "Me dieron la oportunidad de trabajar como vendedor. Viajé a São Paulo y en menos de una semana llené la producción con pedidos equivalentes a tres meses de trabajo".
A pesar de su avanzada edad y de su amplia trayectoria, conoce su empresa mejor que nadie después tantos años y tantas décadas al frente, no pierde la ilusión ni las ganas de trabajar. Por eso sigue acudiendo cada mañana a su oficina. Además, lo hace sin ayuda, conduciendo su propio coche. Cuando no está entre los muros de RenauxView aprovecha para hacer deporte, el cual asegura que es otro de sus grandes placeres y el secreto para mantenerse joven a pesar de haber cumplido los 100 años.
Otra de sus claves es vivir el día a día, sin pensar en el mañana, disfrutando del ahora y haciendo todo sin imaginar cómo será el futuro, ese al que sabe no podrá llegar: "No planeo mucho, ni me preocupo mucho por el mañana. Lo único que me importa es que mañana será otro día en el que me despertaré, me levantaré, haré ejercicio y me iré a trabajar. Hay que ocuparse del presente, no del pasado ni del futuro. Aquí y ahora es lo que cuenta".
¿Se puede ser un récord Guinness del trabajo?
La respuesta es Walter Orthmann, ya que su nombre aparece en la prestigiosa lista del libro Guinness World Records. Y lo hace por ser la persona que más tiempo lleva trabajando de manera ininterrumpida en una misma empresa. Para él, esta condición le supone un auténtico honor y un enorme privilegio. Además, está muy agradecido de haber cumplido este reto en la que considera como su familia y como su casa.
Walter nunca imaginó tener una vida tan larga y mucho menos una carrera laboral tan dilatada. En declaraciones a Guinness World Records en el momento de conseguir su hazaña, aseguraba lo siguiente: "Mirando hacia atrás, a pesar de nunca haber contemplado batir un récord, creo que mi logro más orgulloso fue haber sido certificado como el titular de la carrera más larga en la misma empresa".
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Además, se trata de un registro que ostenta ya desde hace varios años y en el que se ha ido superando a sí mismo. La primera vez que lo alcanzó fue en el 2018, cuando acumuló nada más y nada menos que ocho décadas trabajando para la misma empresa. Este récord se ha ido ampliando curso tras curso hasta llegar a los 85 años. Lejos de detenerse, Walter Orthmann sigue mirando hacia delante, ya que acude cada mañana a su empresa para desempeñar su trabajo, abandonando la idea de la jubilación.