El verano ya está aquí y con ello los nervios y las dudas por parte de los estudiantes de cara a elegir su futuro. Les espera por delante una de las decisiones más importantes de su vida académica y profesional. Así, es normal que duden de escoger por vocación, dificultad o grado de empleabilidad... En este último caso, aunque no debería ser un factor decisivo, la realidad es que muchos de nosotros huimos de aquellas carreras que apenas tienen salidas profesionales, como es el caso del grado de Filosofía.
Es evidente que existen grados universitarios con más salidas laborales que otros. Por ejemplo, carreras como Medicina o Ingeniería Agrícola cuentan con una inserción de alrededor de un 95-100%. Sin embargo, hay otras como Filosofía que tienen una tasa de desempleo bastante alta.
De hecho, según el estudio Jóvenes universitarios y empleabilidad, cualificación, profesiones en auge y transición laboral, realizado por CEU y Randstad research con datos del INE, alrededor del 18,4% de los alumnos que se matricularon en este grado de Filosofía, no han podido trabajar de lo suyo. Concretamente, se trata de la segunda carrera con menos salidas profesionales de España; por delante encontramos el grado de Conservación y Restauración.
Sin embargo, y pese a a que las cifras de empleabilidad no son esperanzadoras, muchos estudiantes siguen eligiendo este grado en España. Y es que, actualmente los jóvenes se suelen guiar más por vocación que por salidas y/o renta. De hecho, cada vez más estudiantes deciden acceder a la carrera de Filosofía en nuestro país.
Siguiendo por la misma línea, podemos encontrar una larga lista de grados con apenas perspectivas laborales. Algunas de ellas son: Literatura, Historia, Lenguas Modernas y Aplicadas, Historia del Arte, Bioquímica, Bellas Artes, Comunicación y Ciencias del Mar.