Parecía un día normal, casi como cualquier otro. Nadie podía saber que la redacción de La Voz de Galicia, situada en la calle Rosalía de Castro, iba a ser el escenario de una agresión. Concretamente, al periodista Alfredo López Penide, redactor de Sucesos y Tribunales en la delegación de Pontevedra, como recoge su biografía en el citado periódico.
El hombre, que es también corresponsal en la Diputación Provincial y los concellos de Poio y Campo Lameiro y redactor de la sección de Cultura, está siendo tratado en el hospital Montecelo de la ciudad del Lérez tras sufrir importantes heridas en una mano, pinchazos por el cuerpo y contusiones en el pecho mientras trabajaba en la redacción de su periódico.
El responsable de la agresión es Andrés de Vicente Fuentes, de 25 años, el mismo que el 16 de diciembre del año 2015 agredió al entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy mientras paseaba por una calle de Pontevedra. Entonces, el joven se le acercó, le dio un puñetazo en la cara y le quitó las gafas.
Según recoge diario Sur, el afectado asegura estar bien pese al susto y está intentando asimilar un ataque que ha causado "gran consternación, pesar y temor" entre todos los compañeros del periódico. "El chico se abalanzó a mí de buenas a primeras", relata, "No me conocía de nada y yo no lo identifiqué, pero luego supe que era quien agredió a Rajoy". Añade que no cree que fuera a por él como venganza. "Es verdad que yo hace años escribí informaciones sobre él, pero han pasado muchos años de eso", comenta al diario.
Como relata el diario gallego, el periodista López Penide se encontraba en su mesa, al fondo de la redacción, cuando Vicente Fuentes irrumpió visiblemente alterado. Antes de llegar hasta él, el joven agresor comenzó a gritar a una empleada de administración y a decirle que él era quien años atrás, en 2015, agredió a Rajoy.
Pero eso no era lo que le había traído hasta allí. Quería quejarse de una publicación de hacía dos días sobre una condena por una agresión en un bar de Ourense, en la que se cuenta que "lejos de rehuir su participación en los hechos, el investigado los admitió, aceptando la condena pactada por las partes y en la que se ha tenido en cuenta, como circunstancia atenuante, que Andrés padecía una alteración psíquica que afectaba a sus capacidades".
A pesar de los intentos de la trabajadora por tranquilizarle, las vidas de Vicente Fuentes y López Penide estaban a punto de cruzarse. El joven, a eso de las 14 horas de hoy, agarró un cuchillo y un rodillo que guardaba a su espalda y comenzó a golpear los equipos informáticos de la zona de la entrada. Como recoge el diario local, mientras la empleada huía a refugiarse a un supermercado cercano -y pensando que no quedaba nadie en la redacción-, Vicente de Fuentes aprovechó para entrar en la redacción, donde se encontró con López Penide.
Estaba destrozando todo a su paso. El periodista intentó frenarle y, en el forcejeo, sufrió varias heridas y golpes hasta que consiguió zafarse de él y huir a la calle. En ese momento, como relata el periódico, entraban dos compañeras de redacción. El joven seguía dentro. Rápidamente, cerraron con llave la oficina para retenerle ahí hasta que llegara la policía.
Como se puede observar en un vídeo publicado por el diario gallego y como relatan los allí presentes, han sido necesarios hasta seis agentes para poder reducir al agresor. Posteriormente, fue trasladado a la Unidad de Psiquiatría del Complexo Hospitalario de Pontevedra (CHOP).
Amplio historial delictivo
El joven de 25 años acumulaba ya un largo historial delictivo. A sus 17 años cometió la agresión contra Rajoy, por el que ese mismo año fue condenado por un Juzgado de Menores a dos años de internamiento. Asimismo, cuatro años más tarde, Vicente de Fuentes golpeó a un dirigente de Vox y, en 2020, cometió la agresión en el bar de Orense por el que acaba de ser condenado.
Como cuenta el diario gallego, le atribuyeron haber agredido a un cliente de un bar de Ourense tras un desafortunado "intercambio de impresiones" entre ambos. Como se ha relatado en anteriores líneas, el joven lo admitió y, como atenuante, se tuvo en cuenta que padecía una alteración psíquica. No obstante, eso no le librará de abonar 540 euros como autor de un delito de lesiones, además de otros 90 euros por las amenazas que lanzó ese día: "Vais a morir todos", les dijo a los presentes.