En la última década, España ha logrado convertirse en el cuarto país con menor tasa de mortalidad por accidentes de tráfico, únicamente por detrás de Suecia, Malta y Dinamarca. Sin embargo, según los datos registrados en el año 2020, un total de 18.000 personas perdieron la vida en la carretera a causa de siniestros viales. Unas cifras que han bajado en los últimos años, pero que se deben seguir vigilando con lupa con el objetivo de intentar reducir al máximo el número de fallecidos.
Por ello, cada vez son más los países que se suman al endurecimiento de las normas en lo que a seguridad vial se refiere. Los radares de velocidad se han convertido ya en una de las herramientas básicas para tratar de reducir el número de accidentes. Sin embargo, en algunos países todavía se siguen viviendo casos de exceso de velocidad que no dejan indiferente a nadie. Ejemplo de ello es lo ocurrido recientemente en Bélgica, donde las autoridades han confirmado la multa de tráfico más alta jamás registrada en la historia: un conductor fue 'cazado' por un radar cuando circulaba a 413 km/h con su vehículo.
A pesar de que la información ha salido a la luz recientemente, la infracción se produjo el año pasado. Sin embargo, no ha sido hasta un año después cuando las autoridades han publicado los datos relacionados con la identidad y el coche que conducía el infractor. Tal y como señala la información proporcionada por la policía belga, el conductor fue 'pillado' inicialmente por un radar móvil a 388 km/h. Sin embargo, tras aplicar los márgenes de error del dispositivo, se calcula que la velocidad real fue de 413 km/h.
Aunque no se ha especificado cuál fue la vía en la que se produjo la infracción, la velocidad a la que conducía el sujeto lleva a pesar de que el suceso tuvo que producirse en una autopista o autovía del país. En este tipo de carreteras el límite de velocidad es de 120 km/h. Por ello, el infractor 'cazado' por el radar podría haber triplicado la velocidad permitida en la vía.
Los datos que sí se han revelado es que el suceso ocurrió en la región de Flandes, en Bélgica. A pesar de que no se ha desvelado la identidad del conductor, varios medios belgas han confirmado que el infractor conducía un deportivo Bugatti Chiron, que puede alcanzar los 490 km/hora y que su precio actual en el mercado asciende a los 2,4 millones de euros.
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Uno de los detalles que más ha llamado la atención del caso es que, tal y como confirmaron las autoridades, el conductor conducía a una velocidad de 413 km/hora. Sin embargo, la policía belga ha tenido que reducir la velocidad a 388 km/hora, es decir, un 6%, para poder aplicar la sanción correspondiente. En este caso, el infractor se enfrenta a una multa de 4.000 euros y a la pérdida del carné de conducir durante los próximos cinco años.
Se trata de la multa más alta jamás registrada en la carretera. A pesar de ello, sí es cierto que Bélgica se encuentra entre los países en los que más casos se dan de este tipo. Mismamente, el año pasado, un conductor fue cazado a 236 km/h por una vía en la que el máximo permitido era de 120 km/h.
Una situación muy parecida a la que le ocurrió hace varios años a un conductor francés. En su caso, fue 'cazado' por un radar mientras conducía su Opel Astra a una velocidad de 696 km/h. Según apuntaron las primeras informaciones, la velocidad superaba en once veces la permitida legalmente. Sin embargo, finalmente, todo quedó en un susto. Y es que como muchos pensaban, no era posible que esa velocidad fuera real. Se calcula que este tipo de coches no superan los 250 km/h.
Al final todo quedó en un error y, tras ponerse en contacto con las autoridades, el conductor recibió una respuesta explicándole que todo se trató de un fallo de codificación del procedimiento al reiniciarse.