A María de los Ángeles Martí Bravo solo le falta enfundarse el uniforme de 'Salvar al soldado Ryan', para afrontar la próxima legislatura: esta contable del ICEX en La Haya, se ha convertido en el último cargo electo de Ciudadanos en toda la comunidad murciana. "Somos los únicos que hemos salvado los muebles de toda la Región de Murcia", tal y como admite Mariángeles, consciente de que su acta como concejal en el Ayuntamiento de Ceutí, una localidad de 12.400 habitantes, pone de manifiesto que Cs camina hacia su desaparición en esta autonomía.
Este sábado, se constituyen las corporaciones municipales resultantes de las elecciones del 28 de mayo, pero a Mariángeles (Ceutí, 1978) no le embarga el típico cosquilleo en el estómago que siente cualquier cargo electo, antes de afrontar la tradicional sesión de toma de posesión de las actas de concejal que llena hasta la bandera los salones de plenos de todos los ayuntamientos del país.
"He recibido muchas felicitaciones de la gente por ser la única superviviente, pero tengo una sensación agridulce y siento pena por el resto de compañeros que son muy competentes y se han quedado fuera, después de estar en alcaldías haciendo un gran trabajo". Los sentimientos de la líder naranja en Ceutí obedecen a dos motivos fundamentales.
El primero: Ciudadanos ha sufrido un hecatombe electoral en territorio murciano, donde ha pasado de contar con 6 diputados que fueron la llave del actual Ejecutivo regional y ocuparon cargos en el Consejo de Gobierno, a no tener ni un solo escaño en el Parlamento autonómico.
El panorama municipal también es desolador porque han perdido su presencia en los equipos de gobierno local de 12 ayuntamientos. El partido naranja ha pasado de contar con 67 ediles, distribuidos por los 45 ayuntamientos, a solo tener 1 acta de concejal: la de María Ángeles Martí. De manera que Cs no será clave en 2023, para constituir gobiernos locales como ocurrió en 2019, cuando cerró pactos en las principales ciudades de esta comunidad: Murcia, Cartagena y Lorca.
La segunda razón para que esta contable, de 45 años, no tenga el cuerpo para celebraciones es la peculiar situación que se vive en Ceutí. Este sábado, no se celebrará el Pleno de constitución del Ayuntamiento para que los concejales tomen posesión de sus actas. La sesión ha sido suspendida porque la Junta Electoral Central no ha resuelto el recurso planteado por Vox, tras la desaparición de 27 votos declarados nulos. De la resolución de esos sufragios depende el futuro de Martí y de que Cs mantenga su representación institucional en la Región de Murcia. "Hay que esperar a que se resuelva el tema del recurso, pero todos los escenarios se pueden contemplar".
Las urnas arrojaron estos resultados en las elecciones municipales de Ceutí: 9 concejales para el PSOE, 5 para el PP, 2 para Vox y 1 para Cs. Pero este recurso deja abierta la puerta a todas las opciones: una de ellas sería que la 'soldado Ryan' de Ciudadanos acabase teniendo en sus manos la llave de la alcaldía.
"La mayoría absoluta del Partido Socialista pende de un hilo porque solo tienen 3 votos de diferencia y esos 27 votos desaparecidos podrían dar lugar a que perdiesen su mayoría. Un edil del PSOE pasaría a manos de Vox, con lo cual, esa situación me colocaría como bisagra para formar el gobierno local", según explica Martí haciendo números.
"Las otras opciones son la repetición de los comicios municipales o repetir las votaciones en las dos mesas donde han desaparecido los 27 votos nulos, aprovechando la infraestructura de las elecciones generales de julio. Si eso pasara, todavía podría quedarme fuera", tal y como admite Martí. "De momento, estoy en la oposición".
La Junta Electoral Central también puede desestimar el recurso de Vox, dejando los resultados como están. Lo único que está claro es que el Pleno de constitución de la nueva corporación municipal de Ceutí se retrasará, al menos, hasta el próximo mes de julio.
María de los Ángeles Martí Bravo vive con tranquilidad esta situación, a pesar de que su futuro político está en el aire y con él: la supervivencia institucional de Ciudadanos en la comunidad murciana. La clave del temple que muestra esta contable, se debe a que no ha sido la primera situación de infarto que ha vivido desde que se afilió al partido naranja en noviembre de 2014 y al año siguiente jugó un papel clave en el Ayuntamiento de su pueblo: socialistas y populares empataron en las urnas.
"En aquel momento, en 2015, hubo un empate técnico de 7 concejales entre PP y PSOE, podríamos haber entrado a gobernar, pero por aquellos entonces, las instrucciones de Ciudadanos era que no entrásemos en los gobiernos para hacer una oposición útil y eso es lo que hicimos: cuatro años de oposición", recuerda Martí.
A esta funcionaria en excedencia de la oficina comercial que tiene el ICEX en La Haya, le tocó abstenerse para que el PP se quedase con la alcaldía y tuvo que buscarse un empleo para no renunciar a su acta de concejal porque en Ceutí la oposición no cobra un céntimo: el Ayuntamiento tiene un presupuesto de 9 millones de euros y una deuda financiera de 40 millones.
"Los dos concejales de Ciudadanos trabajamos gratis durante cuatro años, de 2015 a 2019, porque no hay liberaciones ni cobramos por asistir a los plenos ni a las comisiones ni a las juntas de portavoces". De modo que Martí estuvo pluriempleada: como cargo público y como comercial de exportación en una empresa de alimentación.
Pasada aquella legislatura, en los comicios de 2019, Ciudadanos perdió uno de sus dos concejales en Ceutí, pero en las manos de Mariángeles recayó por segunda vez consecutiva la llave de la alcaldía. El PSOE obtuvo 8 ediles y el PP logró 7, pero la suma con Vox (1) y Cs (1) le daba a los populares una mayoría para retener el Ayuntamiento. En aquellas fechas, la dirección nacional del partido naranja ya permitía pactar y Martí entró en el Gobierno local: "Acordé con el Partido Popular que ellos gestionasen la alcaldía durante tres años y yo uno, el último de la legislatura".
Esta contable, como ahora está pasando con los 27 votos desaparecidos, volvió a vivir otra situación de infarto cuando su investidura como regidora estaba a la vuelta de la esquina en esta legislatura. "Llegado el momento de la verdad, PP y Vox recularon, no cumplieron el pacto", critica. "El alcalde, Juan Felipe Cano, me cesó por sorpresa en mayo. Me mandó a la Policía Local para notificarme el cese y luego me denunció por contratar fraudulentamente a la empresa de márquetin de mi hermana para trabajos en el Ayuntamiento. Me denunciaron ante la Fiscalía en junio, para no darme el último año de alcaldía, y en noviembre se archivó esa denuncia".
De modo que esta superviviente de la política, el 1 de junio de 2022, pactó una moción de censura con el PSOE para desalojar al PP. "He tenido ocho años muy intensos en política, la verdad es que una amiga me ha dicho que escriba un libro porque da para un thriller", bromea la todavía primera teniente de alcalde en funciones del Ayuntamiento de Ceutí. Martí seguirá varias semanas más al frente de las áreas de Cultura, Turismo, Artesanía y Protocolo, hasta que la Junta Electoral Central aclare si avala la mayoría del PSOE o concede un edil más a Vox -decantando la balanza a la suma con PP y Cs-.
- ¿Qué le dice la gente por el pueblo?
- Unos me felicitan, otros me dan ánimos y otros me preguntan qué voy a hacer porque la incertidumbre se palpa en el ambiente. Yo no he empezado a hablar con nadie porque no hay nada de lo que hablar hasta que se pronuncie la Junta Electoral Central.
- ¿Le ha merecido la pena dejar aparcada su carrera como contable del ICEX para vivir unos años tan intensos en política?
- No había militado jamás en ningún partido y nunca había tenido intención de meterme en un partido. Me afilié en Ciudadanos motivada por el mensaje de Albert Rivera. Me sentía muy identificada con su trayectoria vital y profesional y con los ideales de su proyecto. Yo sentía hartazgo de ver lo enrarecida que estaba la política, convertida en una cuestión de bandos.
Además, en mi pueblo nunca había fructificado un partido de centro. En estos años, he aprendido mucho, personalmente y profesionalmente. La política municipal es muy vocacional. Al final, te llevas de satisfacción de lo que has podido hacer por tus vecinos y esos esfuerzos se materializan porque no estás elaborando leyes en el Congreso de los Diputados, estás arreglando los baches de una calle y mejorando la iluminación: son cosas tangibles.
Esa satisfacción personal es muy grande. Profesionalmente, decidí hacer este alto en el camino en mis mejores años y no estoy arrepentida porque he acumulado bagaje y todo suma en esta vida.
- Echando la vista atrás, ¿le parece un error que Ciudadanos no dejase en 2015 pactar en los territorios en los que pudo haber entrado en gobiernos de ayuntamientos y autonomías?
- Sí. Creo que Ciudadanos ha sido como una ONG. Este proyecto nació con la ilusión y las ganas de mucha gente, pero al final hemos visto cómo se ha ido a pique, poco a poco. La marca de Ciudadanos se ha devaluado muchísimo hasta el punto de la irrelevancia.
- ¿Qué opina de la ausencia de Ciudadanos en las elecciones generales de julio?
- No estoy de acuerdo con la decisión que se ha tomado. Es verdad que en estas elecciones autonómicas y municipales, la gente no nos ha comprado el discurso, no se ha fiado de la marca y solo hemos salvado el expediente en las zonas del país donde han confiado en las personas que ya había. También es cierto que es arriesgado presentar el mismo paquete con el mismo envoltorio, pero no entiendo que un partido político no concurra a unas elecciones. Al final, es el objetivo principal de cualquier partido y en política, cuando sales del escenario público y sales de la foto, literalmente, dejas de existir.
- ¿Qué se siente al ser la última representante del partido en una institución en la Región de Murcia?
- Pensé que me iba a decir que soy la última de Filipinas (risas). Estuve viviendo allí y todo el mundo me llama ahora: 'La última de Filipinas'. No quiero pensar que soy la última porque se me hace cuesta arriba. Voy a ser la única responsable institucional del partido en toda la Región de Murcia y no me gustaría quedarme sin estructura de partido. He recibido una llamada del secretario de organización de Ciudadanos, Carlos Pérez-Nievas, para decirme que iba a tener ayuda desde Madrid y quiero pensar que será así.
De momento, voy a estar en la oposición [a falta de lo que diga la Junta Electoral Central]. Aunque todo depende de mis derroteros profesionales. Al no tener una dedicación exclusiva, tendré que responder a unas obligaciones laborales porque tengo que pedir mi ingreso al ICEX en La Haya y tengo que valorar la respuesta que me ofrezca el Ministerio. Los plenos duran 5, 6 o 7 horas y estaré sola preparándome todos los puntos, todas las intervenciones… Es duro, pero espero contar con el apoyo del partido.
- En el caso de que la Junta Electoral Central desestime el recurso de Vox y el PSOE se haga con la alcaldía. ¿Cómo enfocará su labor en la oposición en el Ayuntamiento?
- Mi hoja de ruta es un programa electoral con 149 puntos, en los que voy a basar las iniciativas que voy a llevar al Pleno porque al final son las reivindicaciones que nos han trasladado los vecinos. Por mi experiencia de cuatro años dentro del gobierno local, en esta última legislatura, al final sé lo que el pueblo necesita. Voy a hacer una oposición útil y propositiva: no me van los bandos ni las luchas partidistas. Estoy en política por vocación y voy a seguir esa línea los próximos cuatro años.
- ¿Cree que cuando termine la legislatura en 2027 desaparecerá toda la estructura de Ciudadanos en la Región de Murcia?
- Pues no lo sé. El ejercicio de la refundación del partido no ha sido exitoso. Aquellos que venimos del mundo de la empresa, sabemos que nuestra marca ha sufrido un deterioro y cuando eso ocurre es muy difícil volver a generarle un prestigio y un reconocimiento, para que la gente la vuelva a comprar con la misma fiabilidad. Yo quiero pensar que seguirá habiendo un proyecto liberal centralista y no sé si se llamará Ciudadanos o de otra manera, pero quiero pensar que habrá un resurgir de ese espacio político porque es el único en el que me siento identificada.