La denuncia salió a la luz hace apenas unas semanas. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) alertaba sobre un posible fraude que se estaba produciendo en el etiquetado de algunas frutas, principalmente del melón y la sandía. Según explicaron a través de un comunicado, este tipo de frutas estarían siendo distribuidas en el mercado con una falsa etiqueta en la que se asegura que el producto es de origen nacional.
Pero tal y como informaban desde la asociación, se trata de un fraude. La trampa se estaría llevando a cabo en frutas como el melón o la sandía, dos de las más consumidas durante la temporada de verano. Una gran cantidad de estas proceden de países como Brasil o Senegal, donde sí son etiquetadas como tal cuando se comercializa en enteros. Pero a la hora de venderse en cuartos o medios en los supermercados españoles, los etiquetados estarían apuntando a un falso origen nacional del producto.
La situación está afectando, principalmente, a los consumidores, engañados con la procedencia de las frutas que compran. Pero es que el auge de las sandías y los melones procedentes de países como Marruecos lleva varios años afectando de forma directa también a los agricultores españoles. Estos, además de ser testigo de los falsos etiquetados, están teniendo que hacer frente a que las grandes empresas, cada vez más, prefieran los productos procedentes de estos países. Manuel Puertas es uno de los agricultores afectados. Tal y como ha asegurado este hombre procedente de Motril (Granada) en un programa de televisión de agricultura, ganadería y pesca, se verá obligado a regalar hasta 100.000 kilos de sandía debido a esta problemática.
"Estoy llamando a la gente para que vengan y me las quiten de en medio. Antes de tirarlas prefiero que la gente venga y se las coma. Ya me he cansado de llamar y tocas puertas porque todas nos las han cerrado. Les dije a los cortadores que se las llevaran gratis, pero me dijeron que no les convenía. Tres meses de trabajo aquí, mañana y tarde, para abrir las puertas y que la gente se las lleve", aseguraba Miguel en Sector Primario Telemotril.
Una situación que no es nueva y que cada año se repite. Dos de cada tres sandías que se consumen en España proceden de Marruecos o de Senegal. En los últimos años, los agricultores han llegado a perder hasta 75 millones de euros en el cultivo de estas dos frutas. Y es que, desde hace años, los agricultores españoles tienen que hacer frente a la competencia de países terceros, especialmente Marruecos, que se ha convertido en el segundo proveedor de sandía de toda Europa.
[La otra guerra de Marruecos contra España: los productores de sandía pierden 75M de euros]
El caso de Miguel es un claro ejemplo de cómo ha evolucionado el mercado en los últimos años. Lejos de que España se haya mantenido en la élite de la exportación y distribución de estas frutas, países como Marruecos han logrado conquistar la sandía española. El motivo no es otro que los bajos costes de la mano de obra, que es mucho más barata, y los costes de producción, que en España son más elevados.
La temporada de la sandía ha arrancado hace relativamente poco tiempo. Sin embargo, los supermercados españoles llevan meses comercializando estos productos procedentes no solo de Marruecos, sino también de Senegal. La situación, aseguran los agricultores, es cada vez más límite. Pero desde el sector confían en que los importadores apuesten cada vez más por las sandías de origen español. Sobre todo las de Granada, una de las provincias donde más se cultivan. Y es que, tal y como aseguran, la calidad de estas es mucho mayor de las que puedan proceder las de otros países.