El municipio madrileño de Majadahonda se convirtió el pasado 12 de abril en una auténtica batalla campal. A un lado, Dani Esteve y los empleados de la empresa Desokupa tratando de desalojar un bloque de viviendas en pleno corazón de la ciudad. A otro, los propios okupas resistiendo en las que consideran "sus casas" hasta la llegada de una orden judicial que les obligara a abandonar el bloque. Y como resultado, además de un herido por arma blanca, la continuidad de los okupas en el inmueble y la ausencia de detenciones por parte de las autoridades.
Apenas un mes después, la polémica ha vuelto a estar servida. Y es que el pasado 11 de mayo la ciudad de Barcelona fue testigo de otro tenso episodio. De nuevo, a un lado, el líder Dani Esteve y sus fieles protestando contra la okupación de La Ruïna y El Kubo, propiedades de la Sareb en Bonanova. A otro, y de nuevo también, los okupas contrarrestando la acción. Pero en esta ocasión los que salieron peor parados fueron los vecinos y comerciantes que sufrieron destrozos en algunos establecimientos y viviendas como consecuencia del lanzamiento de piedras y palos.
Dos sucesos a más de 600 kilómetros de distancia que ya han situado a Dani Esteve y Desokupa en el foco de la polémica, hasta el punto de que la Sociedad Gitana Española ha interpuesto una denuncia ante la Fiscalía contra la organización por sus últimas y "abusivas" actuaciones. Y es que, tal y como explica el conocido como el 'rey' de los gitanos, Sinaí Giménez, la empresa liderada por Esteve está siendo la principal culpable de la creación de un "estado de alarma" en la sociedad y de un odio magnificado contra los okupas.
"Desokupa está creando una gran alarma social a nivel de Estado. Pasó en Madrid y ha pasado ahora en Barcelona. Esta alarma social está fomentando una compaña de odio contra las personas okupas, que en la gran mayoría de las ocasiones son personas necesitadas, sin medios económicos o personas a las que no les alquilan una vivienda por su condición económica, social o racial", asegura a EL ESPAÑOL.
Bajo esta idea, esta misma semana, la Sociedad Gitana Española ha presentado una denuncia ante Fiscalía General del Estado contra Desokupa por las actuaciones "desmesuradas" que han llevado a cabo en los últimos meses. Una denuncia interpuesta con el principal objetivo de lograr paralizar de inmediato la actividad profesional de una entidad que, tal y como aseguran, lejos de actuar como mediadores actúan como "matones" que amedrentan a los okupas.
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"Lo que hemos solicitado es que de forma cautelar se suspenda a esta empresa y que no pueda ejercer un solo servicio más en España hasta que no haya un juez que diga que es una empresa que actúa dentro de los límites legales y que no se extralimita. Aquí no hay mediación. Hay denuncias de personas que dicen que no han podido acceder a su casa porque estos señores que miden dos metros, que tienen mal aspecto y que van con actitudes chulescas, no les dejan acceder a su hogar", cuenta Sinaí a EL ESPAÑOL.
Tras la manifestación del pasado 11 de junio, el líder de Desokupa, Dani Esteve, presumía en redes sociales de la buena acogida de la protesta en las calles de Barcelona. Según la propia entidad, “entre 15.000 y 18.000 personas” se congregaron entre la plaza y las calles aledañas durante la marcha. Sin embargo, los datos fueron posteriormente desmentidos por la Policía, que cifraba la convocatoria en tan solo 5.000 asistentes.
Pero el número de manifestantes no fue lo que más llamó la atención de la tarde del pasado 11 de mayo, sino la simbología nazi que, según algunos partidos y asociaciones, se exhibió en un acto público a plena luz del día. Un hecho que, precisamente, ha denunciado la Sociedad Gitana Española, que ha mostrado al mismo tiempo su rechazo a este tipo de acciones en pleno siglo XXI.
"Un grupo de personas le acompañaban y esas personas son de tintes claramente radicales. Levantaban la mano al sol como los nazis. Es gravísimo que en pleno siglo XVI se esté permitiendo que existan empresas privadas que inciten al odio de parte de la sociedad. No son mediadores, ni personas que van de bien. Van de matones, de radicales y de intentar meter miedo a la gente intimidándoles", asegura.
Y es que, tal y como aseguran desde la Sociedad Gitana Española, lo que comenzó siendo una empresa dedicada a la mediación en casos de okupación ya se ha convertido en toda una máquina de creación de alarma social. Y no solo por las declaraciones que arrojan en torno al problema de la okupación en las grandes ciudades, sino por las formas "abusivas" de actuar en algunos inmuebles.
"Si los que lideran ese movimiento fueran gitanos, estarían ya todos en la cárcel. Ha habido personas que se dedicaban a vigilar obras y la Policía ha emitido informes en Madrid y Barcelona sobre ellos. A través de estos informes policiales se les ha abierto causas a estas personas y peticiones de cárcel de 10 y 12 años. Sin embargo, con lo que hacen estas personas, que es mucho más grave de lo que puede ser vigilar una obra, resulta que todo el mundo mira a otro lado", confiesa.
Desde la Sociedad Gitana Española, liderada por Sinaí Giménez, critican no solo la forma abusiva de actuar de Desokupa sino, también, que sus acciones se estén intensificando en plena campaña electoral. Un hecho que desde la entidad vinculan con que la empresa creada por Esteve esté respaldada por algunos partidos políticos, como es el caso de Vox.
"Se están metiendo en campaña electoral y están creando grupos radicales y violentos. En Barcelona se veían ultras del Espanyol y el Barça. Como no se les pare se van a sentir impunes y esto va a ir a más y puede generar conflictos en la calle", asegura Sinaí.
Por ello, con la denuncia presentada ante la Fiscalía, la Sociedad Gitana Española pretende no solo frenar de inmediato la actuación de Desokupa, sino también que se regulen los límites que no deberían sobrepasar sus miembros. "Se debería regular igual que se reguló lo de los porteros de discotecas, que contrataban supuestamente a matones. Ahora habrá que regular cómo pueden actuar y hasta dónde pueden actuar las empresas de desokupación. Y qué es lo que no pueden hacer bajo ningún concepto", confiesa.
Por último, destaca una importante reflexión. Y es la intensificación de la actividad de Desokupa y su líder Dani Esteve en los últimos días. Una serie de actuaciones que, desde Sociedad Gitana Española, creen estar vinculadas al deseo del mandamás de la organización de adentrarse en política. "Dani Esteve está creando este conflicto porque se está promocionando para después entrar en política. Sus palabras y sus formas de expresarse son como las de un político en un mitin", concluye.