El mensaje de Josefa antes de secuestrar a su hija Saray, de 5 años: "Está en grave peligro"
La madre investigada por llevarse por la fuerza a su hija a Francia denunció que su "condición física es muy alarmante" y que estaba "en grave peligro".
3 mayo, 2023 02:52El juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Moncada, en Valencia, ha abierto diligencias previas por la desaparición de Saray, la niña valenciana de 5 años que fue secuestrada por su madre, Josefa Gorreta, el pasado viernes por la mañana cuando su padre la llevaba a un colegio de Tavernes Blanques, un pequeño municipio pegado a la ciudad de Valencia.
Las diligencias se han abierto por un supuesto delito de sustracción de menores y la Guardia Civil ha comunicado al juez que Saray está en Francia con la madre y se encuentra en buenas condiciones. El juzgado ha solicitado toda la documentación relativa al divorcio de los progenitores para estudiar el caso y citar a declarar a las partes implicadas con la mayor brevedad.
Por el momento, el juez que ha sumido la investigación no ha dictado ningún requerimiento para que la madre regrese a España de manera voluntaria con Saray, pues no se ha detectado ningún riesgo para la vida de la menor, según han confirmado fuentes judiciales a EL ESPAÑOL.
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En todo caso, han precisado estas fuentes, la Policía francesa es el cuerpo con competencias para actuar si en algún momento confirman que la niña está expuesta a alguna amenaza.
Allí, en la ciudad de Nimes, residirán las dos junto a la familia materna hasta que las autoridades españolas y francesas revisen el convenio de divorcio y tomen una decisión. No obstante, el padre podría solicitar ahora la restitución del menor a través del Ministerio de Justicia y pedir colaboración a las autoridades francesas.
Era la segunda vez que la madre intentaba llevarse por la fuerza a Saray a Francia. Otro juzgado ya retiró a la menor el pasaporte para que no pudiese salir de España.
Meses antes de consumar el secuestro, Josefa abrió una página en Facebook para contar su historia y colgar vídeos en los que la niña aparece entre lágrimas entrando al colegio porque no le dejan saludar a su madre. Josefa aseguró a sus seguidores que la niña había "sido retenida por su padre" y alertaba de que no se encontraba en buenas condiciones y estaba muy delgada.
"Exigimos que las diferentes decisiones judiciales francesas y españolas sean implantadas sin demora", publicó.
La Justicia española concedió la custodia de la pequeña Saray a su madre, pero esta debía ser ejercida obligatoriamente en España, según las fuentes consultadas.
A partir de ese momento, el padre, José Manuel Muñoz, asumió automáticamente la custodia respecto a su hija, según estas fuentes. En Valencia ha permanecido, junto a su familia paterna, escolarizada en el colegio del que se la llevó por la fuerza el pasado viernes. Saray también figura como empadronada en el municipio de Tavernes Blanques.
Secuestro parental
Ambos progenitores mantienen una disputa por la custodia de la niña, actualmente en régimen compartido. Según la versión del padre, la mujer habría incumplido la decisión de los jueces, ya que se la habría llevado por la fuerza, privando al padre de poder estar con la pequeña.
El caso de Saray responde a la perfección a un secuestro parental. Se trata de una situación que se produce tras una ruptura sentimental tormentosa, sin acuerdo, en la que uno de los dos padres de un menor se distancia del otro y no permite que el menor tenga contacto con éste. En la mayoría de casos, suelen instalarse en otro país, lo que dificulta aún más la labor de la justicia.
Las Fuerzas de Seguridad son conocedoras de una media de un caso de secuestro parental al día, un delito por el que solo en 2021 se abrieron 434 diligencias policiales tras la denuncia por la sustracción de un menor, según datos del Ministerio del Interior.
En España sólo es delito la sustracción de un menor por parte del progenitor que no tiene la custodia. Si se lo lleva el que sí la tiene, o incluso uno de los dos que ostenta la custodia compartida, sólo se le puede perseguir por incumplimiento del régimen de visitas. El Centro Internacional para Niños Desaparecidos y Explotados señala que el 73% de los secuestros parentales lo realizan las madres.
La pequeña Saray se encontraba en Tavernes Blanquea con su padre desde el pasado verano y su madre no tenía autorización para llevarse a su hija a vivir a Francia. La ley española impide a cualquiera de los dos progenitores modificar por su cuenta un régimen de visitas y llevarse al extranjero a los menores.
Además, un juez le permitió a José Manuel quedarse con la pequeña durante un par de semanas de vacaciones.
La custodia la tiene su madre, pero lo que indica la sentencia es que la niña no puede salir de España, de ahí que el progenitor se haya hecho cargo de la cría durante los últimos meses, según han confirmado a este periódico fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
La relación entre José Manuel Muñoz y Josefa Gorreta, de nacionalidad francesa, se rompió bruscamente en 2020. Ese año la mujer decidió abandonar la casa de Valencia para marcharse a Nimes, su ciudad natal, llevándose a la niña consigo.
Ahí es cuando se iniciaron diversos procesos judiciales en Francia y en España. Hasta el verano pasado, José Manuel tenía la posibilidad de viajar a Francia cada 15 días para ver a su hija. Volvió con ella a Valencia el verano pasado y, como Josefa se negaba a volver a España y la sentencia determinaba la prohibición de salir del país, el padre se quedó con ella.
Campaña de la madre
Josefa inició entonces una campaña para recuperar a su hija. Creó en Facebook una página llamada 'Justicia por Saray', en la que subía vídeos hablando por teléfono con José Manuel, mientras ella reclamaba la vuelta de la niña.
"¿Le has dicho a Saray que estoy aquí o no? Si no me dejas verla es que tu no eres su padre", se escucha en una de las grabaciones. "Se lo dices al juez", le contesta al padre, a lo que Josefa responde insistentemente: "Déjame ver a mi hija".
El pasado mes de febrero, Josefa colgó un vídeo de Saray entrenado al colegio entre lágrimas. "¡Mami! Nooo", dice Saray entre gritos desgarradores. "Espero que sus noches sean tan blancas como nuestros días negros", escribió Josefa después en sus redes sociales.
Según la versión de la madre, "Saray le rogó a su padre que la dejara ir con su madre". "La Guardia Civil intervino, fueron muy humanos y entendieron muy bien la situación. Ellos mismos llaman al padre un criminal", contó la madre en una de sus publicaciones en Facebook.
Según Josefa, "un experto psicológico ha establecido que Saray está en grave peligro en su familia paterna" y que durante toda su vida en España "estuvo bajo el control permanente de sus suegros". Dice que solo "humillación, abuso psicológico y cosas peores".
Por todo ello, exigen "el regreso de Saray con su mamá". "Exigimos que las diferentes decisiones judiciales francesas y españolas sean implantadas sin demora. Saray ha sido retenida en España por su padre. Su condición física es muy alarmante, su condición psicológica es muy preocupante", alertó.
En las últimas horas, varios usuarios de Facebook han mostrado su solidaridad con Josefa: "Que la disfrutes guapa y que nadie nunca más te la quite". Josefa sigue los acontecimientos y en las últimas horas ha interactuado con varios perfiles que le han mostrado su apoyo.
Posibles secuelas
La sustracción por parte de los padres puede tener consecuencias graves en los menores y su evolución.
"Es un suceso traumático que genera una serie de síntomas y complicaciones que hay que conocer para establecer una serie de pautas", afirma el psicólogo Enric Valls.
Los menores que han sufrido una sustracción por parte de uno de sus progenitores se sienten vulnerables y pueden experimentar un gran nivel de estrés, ansiedad y miedo. Además, a medio y largo plazo, se pueden encontrar con dificultades para restablecer los lazos con el progenitor que no participó en el secuestro.
Por ello, los expertos afirman que es importante que los menores que han sido secuestrados reciban apoyo y atención psicológica para ayudarles a superar cualquier trauma que hayan experimentado. Y que niñas como Saray puedan desarrollarse con normalidad y sin ser utilizadas por sus progenitores.