Las hermanas Lluch, desde pequeñas, siempre han vivido rodeadas de gastronomía. “Mi madre era una cocinera espectacular y a mi padre siempre le encantó este mundo. Cuando éramos pequeños, nos metían a sus cuatro hijos en el coche y nos íbamos a recorrer España. Y, sobre todo, siempre sabíamos dónde comer y cenar gracias a la guía Campsa, Michelin o la que estuviese vigente en cada momento. Nuestros viajes siempre eran gastronómicos”, recuerda con cariño Cuchita Lluch, una de las dos hermanas detrás de Begoístas, una nueva propuesta de nutrición que ha conquistado el paladar de varias celebrities españolas.
Desde las presentadoras Anne Igartiburu y Nuria Roca hasta importantes modelos e influencers del momento como Marta Lozano o Jessica Bueno. Todas, además de la cantante Sole Giménez o la actriz Luisa Martín, han confiado en los planes y el método nutricional propuesto por Begoña Lluch (Valencia, 1969) y Cuchita Lluch (Valencia, 1965), dos hermanas expertas en gastronomía. Ambas llevan sólo seis meses vendiendo a domicilio varios menús cerrados de “vanguardia saludable y alta gastronomía”, convirtiéndose en la dieta básica de estas famosas.
Pero esta propuesta no sólo triunfa entre el público femenino, sino que, por ejemplo, el actor Juan Echanove se ha sumado a este modelo de alimentarse y de vivir, pues, como defienden las hermanas Lluch “lo que pones en el plato es potente y poderoso y te puede cambiar la vida”. De hecho, esta filosofía la aprendieron en 2004 producto de un cáncer que padeció su padre. “Entendí que lo que uno come te puede ayudar a sanar”, explica a EL ESPAÑOL Begoña Lluch, una de las hermanas, chef de Le Cordon Bleu y nutricionista de la Universidad de Nueva York.
Fue ella misma quien regresó en 2020 de vivir ocho años en Estados Unidos asentándose de nuevo en su Valencia natal y, de repente, empezó “a tener ganas de vomitar y a no poder pensar”, revela. En el hospital al que acudió le diagnosticaron estrés y Begoña tomó la decisión en aquella cama del centro sanitario: “Me hice un plan de 21 días con muchos principios que había aprendido en el pasado y decidí empezar a alimentarme de esa manera”. Los primeros resultados, a los cincos días: “No tenía ojeras, se me había bajado la hinchazón de la barriga y rebosaba energía”.
Su hermana Cuchita, que reconoce que llegó a estar “muy preocupada” por Begoña, y su cuñado, el actor Juan Echanove –marido de Cuchita–, vieron aquel progreso mágico en la salud de la chef y le dijeron que querían acompañarle en su reto nutricional. 21 días y muchos cambios. “Cuando terminamos, mi hermana y mi cuñado me dijeron: 'Esto no es algo que hayas hecho para recuperarte; es algo que podemos darle al mundo, porque la gente no sabe cocinar este tipo de platos en sus casas y podríamos enviarlos a domicilio'”, dice Begoña ante la atenta y alegre mirada de su hermana.
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Planes y famosos
Ese fue el germen de lo que estaba por llegar: Begoístas, la propuesta nutricional que ya cuenta con 400 clientes habituales entre los que se encuentran varias celebridades. “Fue un año y nueve meses de trabajo. Yo, de investigación y desarrollo creando 150 recetas diferentes para los 21 días y mi hermana gestionando la parte comercial”, dice Begoña Lluch. “Ha sido algo duro, la verdad, porque lo que hemos montado es un e-commerce, y hay que estar muy actualizados y hacerlo bien. Además, ha sido clave desarrollar el packaging y la logística”, explica a este diario Cuchita Lluch.
Así, desde septiembre de 2022, las hermanas Lluch han lanzado al mercado cinco planes nutricionales con distinta duración y diferentes precios. Y, según Cuchita Lluch, los que más acogida han tenido entre las celebridades “son los de cinco, nueve y 21 días”. Estos planes tienen los nombres de Sentir, Avanzar y Resetear, aunque hay otros dos: Probar y Renacer.
El más básico de ellos es Probar, de sólo un día, e incluye por 69 euros “desayuno, comida, cena, una infusión y un snack”. “Como su propio nombre indica, este plan sirve para que las personas conozcan la propuesta”, dice Cuchita. El segundo plan, Sentir, es de cinco días y según la filosofía Begoísta “permite constatar –por 309 euros– los primeros beneficios, con mejoras en la digestión, reducción de hinchazón y aumento de energía” gracias a 20 platos.
Avanzar dura nueve días, vale 539 euros, consta de 40 platos y con él ya se empiezan a notar no sólo las mejoras externas, sino “también en la piel”. El de 21 días es el plan de Resetear, el que reseteó la salud de Begoña Lluch. Éste cuenta con 82 platos y vale 1.199 euros y, por último, el plan de 66 días, Renacer, tiene 264 platos y su precio es de 3.419 euros.
–¿Por qué sus planes tienen concretamente esos días?
–Porque, por ejemplo, a los 21 días la ciencia dice que el ser humano crea un hábito y a las nueve semanas y media, 66 días, que se consolida.
–¿Cómo conocieron las celebridades españolas estos planes?
Cuchita: De varias maneras, Marta Lozano (influencer) es amiga de una sobrina y le llamó la atención y quiso probarlo. Anne y Nuria Roca (presentadoras) son amigas de Juan [Echanove] y tenían ilusión de probarlos y les enviamos su pedido. Sole Giménez (cantante) y Remedios Cervantes (actriz) son íntimas amigas y también querían probar.
Begoña: El caso de Jessica Bueno (modelo) fue muy bonito. Ella nos conoció por su cuenta y, al parecer, acababa de salir de su divorcio, con dos niños pequeños y tenía un bache en su vida. Se puso en contacto con nosotras y nos dijo que ella necesitaba alimentarse bien, que necesitaba un buen combustible para atender a sus hijos, viajar, desfilar… todo. Lo probó y está encantada. Cuando se va de viaje incluso se lleva sus comidas en la maleta.
–¿Y el resto de famosos que feedback os han dado?
–Todos nos han dicho que no esperaban que fuese tanto, que estaban flipando, porque es como comer en un restaurante con estrella Michelin, pero en casa. Además, muchos dicen que se encuentran genial y que es un gusto abrir la nevera y que esté hecha la comida saludable.
Aun así, es importante destacar que la comida de Begoístas se hace “a diario”. “Somos un equipo de diez mujeres y trabajamos los siete días de la semana, así que la comida que come cada cliente ha sido elaborada, como mucho, dos días antes”, puntualizan las hermanas Lluch. Es decir, si un consumidor tiene el plan de 21 días, cada dos días le llegan sus tuppers a domicilio. El sueño de estas hermanas gastrónomas, de momento, sigue.
La historia tras el sueño
Pero como ocurre con la narración de muchas historias, en este caso, este periódico ha empezado por el final. Así pues, Begoístas se puede considerar como la síntesis de las carreras de Cuchita y Begoña Lluch, dos hermanas que siempre han estado implicadas de una u otra manera en el mundo de la gastronomía. Cuchita, realmente, siempre se ha dedicado más a la parte de relaciones públicas y marketing. “Hago eso desde que mi padre tenía una promotora inmobiliaria y le ayudaba como vendedora. Siempre me gustaron las relaciones comerciales”, cuenta la valenciana.
Eso le llevó a presidir, desde 2009 hasta 2015, la Academia de Gastronomía de la Comunidad Valenciana, convirtiéndose en una experta gastrónoma. “Mi vida siempre ha estado rodeada de gastronomía, desde mis padres, que nos llevaron a comer por toda España, hasta mis anteriores parejas, quienes siempre han tenido restaurantes, y luego Juan, ya ni te cuento, es un apasionado de este mundo”, cuenta Cuchita, convertida hoy en día en cofundadora de Begoístas como directora de Negocio, Marketing y Comunicación.
El caso de Begoña Lluch, si cabe, es aún más intenso porque ella no concibe la vida fuera de las cocinas. Estudiaba derecho, pero reconoce a este medio que “no era feliz” y se “desestresaba cocinando antes de los exámenes”. Hasta que un día se dio cuenta de que le interesaba más “qué hacer con lo que había en la nevera que el examen de procesal”. Por ello, tomó la decisión: habló con sus padres y se fue a estudiar a Le Cordon Bleu, en París. Era 1992.
Allí cocinó en grandes restaurantes con estrella Michelín y, tras su vuelta a España, montó una escuela de pastelería y una empresa de cáterin. Como la cosa creció tanto, Begoña sólo se quedó con la empresa de cáterin. Y llegó 2004. Y el cáncer sacudió la tranquilidad de la familia Lluch. El padre de Cuchita y Begoña había enfermado. “Me pegué a los nutricionistas y les preguntaba qué debíamos darle de comer, entendiendo que lo que comes te puede ayudar a sanar. Era la primera semilla de lo que es hoy Begoístas”, esgrime Begoña.
Y la vida llevaría a la chef a vivir en Estados Unidos. Allí trabajó en el Living Senior –una ciudad diseñada para mayores– más importante de Florida. “Allí investigué y desarrollé dietas sanas –los comensales tenían 84 años de media– y deliciosas, pues siempre he pensado que no debe de estar reñido lo rico con lo saludable”, cuenta. Begoña, consciente de ello, viajó a Nueva York y se formó en el Institute for Nutrition de la Universidad de Nueva York. “Allí entendí que lo que hay en nuestro plato es la nutrición secundaria. La primaria son las relaciones sociales, el deporte, la vida saludable, etc.”, relata a este medio la chef valenciana. De esa manera, fue consciente del uso de los súper alimentos como las algas; de utilizar alimentos de temporada y de proximidad, “que son los que nos aportan los nutrientes necesarios para cada época del año”.
Producto de todo ese saber acumulado y de sus experiencias menos halagüeñas derivadas del cáncer de su padre y del episodio de estrés que sufrió, Begoña, al volver a España –y tras realizar un proyecto de cáterin con el chef Quique Dacosta– se lanzó a montar con su hermana Cuchita el proyecto de Begoístas. Un proyecto que ya ha encandilado a 400 clientes entre los que se encuentran varias celebridades en España.
–¿Por qué lo han llamado Begoístas?
–Por el nombre de Begoña y porque somos egoístas. Egoístas en el sentido de que nos gusta cuidarnos y pensamos que cuando nos cuidamos y tenemos los nutrientes necesarios, después podemos darle lo mejor a los demás –ríen las hermanas Lluch.
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