Un agente del Cuerpo Nacional de Policía acaba de ser detenido en un cortijo de Atarfe (Granada) en el que se encontraba atrincherado desde anoche, negándose a salir y llegando a amenazar con hacer explosionar esta vivienda familiar en caso de que la Guardia Civil accediese a la vivienda.
El policía nacional iba a ser detenido por una denuncia de amenazas en el ámbito familiar, y en concreto, a su esposa, por lo que la Guardia Civil acudió al cortijo para detenerlo por un delito de malos tratos dentro del sistema VioGen, según explica a EL ESPAÑOL una fuente del instituto armado granadino, encontrándose luego con que el hombre no sólo se negó a ser detenido, sino que amenazó con volar la vivienda.
La Guardia Civil acudió al cortijo ayer sobre las 20 horas para detenerle en la tarde de ayer miércoles por un presunto delito de violencia de género tras recibir la denuncia de que el agente habría amenazado con acabar con la vida de su mujer. Tras hacerlo, el hombre se refugió en un cortijo de la familia donde se atrincheró. El hombre se encontraba solo. No tenía explosivos, sino bombonas de butano, indican las mismas fuentes.
Por ello, alrededor del cortijo se desplegó un dispositivo de seguridad con efectivos de la Guardia Civil de Granada y de la Policía Local de la localidad, mientras se ha estado negociando con él que depusiera su actitud y se entregara.
[Detenido por violencia de género en un domicilio de Palencia]
El agente de Policía Nacional lo ha hecho esta mañana a mediodía, "tras exigir en la negociación que en su detención estuvieran presentes compañeros suyos de la Policía Nacional", como así ha sido. Nada más llegar éstos ha accedido a salir y ha sido detenido por la Guardia Civil.
Fuentes de la investigación han indicado a Granada Hoy que el agente se encontraba de baja por problemas psicológicos, y su mujer lo había denunciado por amenazarla con querer matarla ayer miércoles, si bien se encuentra en buen estado. Por ello, el agente de policía tampoco tenía armas: las había entregado por su baja psicológica y estaban bajo custodia de la Guardia Civil.
El cortijo se sitúa en el entorno del Camino de Albarrate, en una zona aislada de otras viviendas, por lo que en el dispositivo no ha habido que llevar a cabo ningún tipo de desalojo preventivo.