Aunque lo más común es recibir multas cuando el coche está en circulación, no siempre es así. De hecho, hay 8 situaciones en las que la Dirección General de Tráfico te puede sancionar incluso teniendo el coche en la puerta de casa. Parece algo sorprendente, pero lo cierto es que ocurre, y con más frecuencia de lo que se pueda pensar. Por ello, la DGT nos recuerda los diferentes casos en los que nos pueden sancionar, cuál es su cuantía y cómo debemos actuar. 

En primer lugar, podemos recibir una multa por no tener el seguro del coche vigente. La sanción va desde 600 a 3.000 euros (dependiendo de si estaba circulando o no, tipo de vehículo...) e incluye la inmovilización del vehículo. También podemos ser sorprendidos por llevar la ITV caducada, ya que el Reglamento General de Circulación establece que “los vehículos matriculados o puestos en circulación deberán someterse a inspección técnica en una de las estaciones ITV al efecto autorizadas”. Esta multa puede ir desde los 200 hasta los 500 euros. 

Otra multa que podemos recibir sin necesidad de mover el coche es por cambiar de domicilio sin comunicarlo. El titular del permiso de conducir o de circulación de un vehículo deberá comunicarlo a la Jefatura Provincial de Tráfico en el plazo de quince días. En caso de no comunicar esta circunstancia, la multa puede ascender a 80 euros.

Documentación.

Olvidarse de pagar el impuesto de circulación también supone una infracción. Si es así, se irá aplicando un recargo que aumentará en función del tiempo de la deuda. En caso contrario, puede haber incluso embargo. Otra multa que podemos recibir sin necesidad de mover el coche es por tener la matrícula en mal estado. Si está deteriorada o muy sucia (y los números no se aprecian), la sanción alcanza los 80 euros. 

Asimismo, lavar o limpiar el coche en la vía pública tampoco está permitido, ya que se considera degradar el estado del mobiliario urbano. Debe lavarse en lugares establecidos para este fin, o dentro de la propiedad privada de una persona. Tampoco está permitido reparar el coche en la vía pública o hacer operaciones de mantenimiento, como cambiar el aceite. Ambas situaciones pueden suponer una multa de 30 a los 3000 euros.

No mover el coche durante un largo periodo de tiempo también puede acarrear una sanción. La regulación del estacionamiento es una competencia municipal y las normas cambian de una población a otra, así como la posibilidad de retirada de los vehículos por la grúa. Por ejemplo en Madrid o Sevilla la ordenanza prohíbe dejar un vehículo en la vía pública durante más de 5 días (hábiles) consecutivos. Si se incumple puede tener sanciones e incluso la retirada del vehículo por parte de la grúa.

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