El 'falso' último minuto de Teresa Rodríguez: 'los Clinton' de Cádiz se van pero no del todo
Tras fundar Podemos, abandonó el partido, fundó Adelante Andalucía y continuará al frente de su partido, que concurrirá a las Elecciones Generales.
24 diciembre, 2022 02:51Se llama María Teresa Rodríguez-Rubio Vázquez, y con el apellido compuesto ha venido en todas y cada una de las listas electorales en las que ha figurado para medirse en las urnas. ¿La primera vez? Para ser alcaldesa de Cádiz. Pero el apellido compuesto no casa demasiado bien cuando se concurre por Izquierda Anticapitalista, y por eso es Teresa Rodríguez a secas. La primera vez fue en mayo de 2011, y sacó 915 votos y ningún asiento, pero eso no la desanimó.
Por aquel entonces todavía compaginaba su trabajo como profesora de Lengua en institutos. Primero, en El Náutico de Cádiz capital y posteriormente, en el Manuel de Falla de Puerto Real. Su entrada en 2014 en un exitoso Podemos y su relación con quien luego sería el alcalde de la capital gaditana, José María González, les valió el apodo de 'Los Clinton de Cádiz', acuñado por la periodista Emilia Landaluce.
A la docencia de Lengua Castellana en Puerto Real volverá este enero: abandona la política tras concurrir a las elecciones al Parlamento andaluz el pasado 22 de junio.
Lo anunció este lunes, y se despidió este jueves. "Ya estoy demasiado cómoda, por eso me tengo que ir", dijo en su último discurso como parlamentaria. En él tuvo palabras de agradecimiento y cariño a los diputados del Parlamento andaluz, porque "me han enseñado muchísimas cosas, casi todas muy buenas".
En realidad no deja la política, solo el Parlamento, al que ha concurrido como candidata en tres citas electorales. Seguirá liderando la portavocía del partido que fundó, Adelante Andalucía, y retomará las reivindicaciones activas en materia educativa. En Cádiz, las fuerzas vivas apuntan algo que es voz pópuli: que podría liderar el próximo año la lista al Congreso, o presentarse a la alcaldía de Cádiz y suceder a 'Kichi'. El alcalde también anunció hace un mes que no se presentaría a las elecciones, aunque seguiría en política "en otra trinchera", como declaró a Diario de Cádiz.
En su despedida pidió a la cámara "que me sigáis recibiendo con la Marea Verde" a partir de ahora. Su último minuto se le quedó corto: al acabar, recibió un aplauso de casi todo el arco parlamentario, a excepción de Vox.
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La 'marca' Teresa
En el Parlamento andaluz ha permanecido de manera interrumpida desde que lograra escaño las elecciones de marzo de 2015. Se va, asegura, para cumplir con su compromiso de limitar los mandatos en política a un máximo de ocho años.
Un parlamentario andaluz en sus antípodas ideológicas asevera a EL ESPAÑOL que en las distancias cortas Teresa es "educada, respetuosa y amable. Yo la conocía de hola y adiós. Aunque pueda parecer distante de entrada, en realidad es que es tímida. Y tiene una cosa que la distingue del resto: es capaz de alabar al contrario si lo que éste hace le parece bien. En eso es muy coherente. Ha llegado en alguna ocasión en felicitar sinceramente al PP, porque si le parece bien algo, lo dice".
El parlamentario asegura que "ha ido moderando su discurso político, dentro de su vehemencia natural, que es una de sus características. Es una persona muy interesante y la aprecio políticamente. Porque ha dado con una fórmula de hacer política, en su estilo, con algo que la hace distinta. Y por supuesto, ella políticamente es mucho más grande que su pareja, José María González". El alcalde de Cádiz también anunció hace unas semanas que, como Teresa, va a renunciar a la política y a retomar la docencia.
Sus orígenes
Nacida en Rota (Cádiz) en septiembre de 1981, pertenece a una familia muy conocida en la localidad gaditana. Sus padres regentaban una perfumería, pero eso no impidió que su padre tuviera inquietudes políticas e incluso fuera concejal por el Partido Socialista Andaluz (PSA) durante la Transición. "Pero se fue antes de que yo naciera, desencantado", contaría Teresa a EL ESPAÑOL el pasado mes de junio.
El gusanillo político contra la injusticia social lo tenía en el ADN. Las protestas contra la Base de Rota, la guerra de Irak... Por aquel entonces tenía 9 años. "Un día oí los aviones despegar de la Base y al día siguiente vi los bombardeos en el telediario".
Estudió en el colegio público San José de Calasanz. El profesorado la recuerda, porque ya desde muy pequeña destacaba entre el resto. "Fue una de mis mejores alumnas", cuenta a EL ESPAÑOL una profesora que la tuvo varios años y cuyo nombre prefiere mantener en el anonimato.
"Era una niña, pero ya era muy especial. Era inteligentísima, en una época en la que no se solían hacer test de inteligencia". Ya desde pequeña "quería ser ecologista. Era trabajadora, cariñosa, buena compañera, tenía muchos amigos y sus notas no bajaban del 9. Tenía inquietudes, voluntad e iniciativa. Se apuntaba a todo y todo lo hacía con ilusión. Era una de estas alumnas a las que a los profesores nos pedía todo. Era increíble". Su madera de líder se materializaba en que se presentaba a delegada de clase, y salía elegida.
No fue hasta que se marchó a estudiar Filología Árabe en la Universidad de Sevilla cuando tomó consciencia del activismo. Se apuntaba a todas las protestas. Y fue ahí cuando descubrió el feminismo, su gran descubrimiento vital "y mi gran revelación. Personalmente entendía por qué no terminaba de estar a gusto con mis parejas", aseguró a este periódico.
Con 18 años militaba en Izquierda Unida a través de Espacio Alternativo e incluso llegó a formar parte de las listas de IU Los Verdes Convocatoria por Andalucía en las elecciones al Parlamento andaluz en el año 2000. En 2008 abandonó el partido para transformar Espacio Alternativo en el partido Izquierda Anticapitalista. Fue en el tiempo en el que era profesora en instituto Elcano.
En 2009 concurrió a las elecciones al Parlamento Europeo, y en 2011, a la alcaldía de Cádiz y a las generales. En paralelo, y mientras impartía Lengua en el instituto, también fue delegada sindical de USTEA, el sindicato de profesores de enseñanza pública.
Fundadora de Podemos
La revolución morada aupada por las televisiones que motivó la formación de Podemos en 2014 contó con la integración de Izquierda Anticapitalista. La gaditana fue, por tanto, una de las fundadoras del partido junto a Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa, Miguel Urbán y Luis Alegre. En 2014 es elegida eurodiputada, y en 2015, designada como candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía. Luego sería elegida secretaria general de Podemos en Andalucía.
Desde la tribuna de la cámara autonómica fue capaz de articular un discurso muy mitinero y directo, despojado de teorías políticas y forjado en función de su pasado activista, de izquierdas y autonomista. Su presencia en el Hospital de las Cinco Llagas provocó un terremoto. Desde el principio renunció a su sueldo íntegro como parlamentaria, cobrando lo mismo que ganaría como profesora de secundaria.
Pero Rodríguez no quería ser una sucursal andaluza de Podemos. La negativa de Pablo Iglesias a concederle a la formación andaluza de un carácter verdaderamente federal, con mayor autonomía no solo orgánica, sino política y económica, comenzaron a resquebrajar la relación. En las siguientes primarias, la dirección del partido impuso a Isabel Franco como segunda candidata para medirse con Teresa, quien la destrozó en número de votos en el verano de 2018.
Para entonces la gaditana ya le había afeado públicamente a los Iglesias Montero la adquisición del chalé de Galapagar. A este periódico relataría Teresa que tanto ella como Kichi habían sido muy críticos. "Nosotros levantamos la bandera, porque parecía que todos nos habíamos hecho o comprado un chalé. Pablo Iglesias se podría haber esperado un poquito para hacer lo que hizo. Es que dijo, literal, que los políticos no podían gastarse 600.000 euros en una vivienda, y que él nunca iba a moverse del barrio. Nos perjudicó a todos, que estábamos cumpliendo a rajatabla lo acordado. Y lo hacíamos porque queríamos, además".
Pese a todo, la dirección nacional del partido de Pablo Iglesias jamás le arrebató el control andaluz. Antes de la tercera asamblea, en febrero de 2020, la andaluza anunció una ruptura pactada con Iglesias para fundar su propio partido: Adelante Andalucía. El pacto era tan inestable que meses después su grupo parlamentario (IU y Podemos) la expulsó junto a otros 7 diputados. Los consideraron como tránsfugas, al mantener el acta que consiguieron como integrantes de Podemos. La decisión fue recurrida y está pendiente del pronunciamiento del Tribunal Constitucional.
Su expulsión fue tan despiadada que tuvo lugar mientras Teresa Rodríguez estaba de baja maternal, algo que justificó Irene Montero porque "la política no para".
Con este argumento un empresario le puede decir a una trabajadora "la fábrica no para por tu permiso de maternidad. A la calle." Hace daño esto, y no sólo a mí. ¡La Ministra de Igualdad! pic.twitter.com/ZfBYOkBxV0
— Teresa Rodríguez - Adelante Andalucía ۞ (@TeresaRodr_) October 30, 2020
En redes sociales, sus tuits han sido a menudo, polémicos. Como cuando escribió que "del flamenco es el testimonio vivo de la lucha del Pueblo Gitano contra el exterminio ordenado una y otra vez por los reinos de Castilla", que le valió un alud de críticas. O cuando tildó de machistas los dibujos de La Patrulla Canina.
Con Adelante Andalucía concurrió a estas últimas elecciones en solitario, sin integrarse en Por Andalucía. Logró destacar en los debates televisados, que peleó ante la Junta Electoral por recurrir su presencia sus antiguos compañeros de candidatura. Logró dos diputados. Ahora se va, genio y figura, renunciando y siendo coherente con los que tanto criticó estos años: a la cesantía de más de 3.000 euros mensuales como diputada.