Cuando Antonio Burgos y María José García llegaron a su cortijo, como tantas otras veces, no podían imaginar lo que les esperaba. Antonio se apeó de su Honda CRV para abrir la verja del recinto y acceder. En ese momento, de la nada, apareció Javier y, sin miramientos, disparó dos veces a la cabeza de su hermano mayor. A María José no le dio tiempo ni a salir del coche y ahí mismo recibió un tiro en el pecho de su cuñado.
Esta es la reconstrucción del crimen que ha conmocionado al pequeño pueblo de Orce, al norte de la provincia de Granada. La Guardia Civil encontró los cuerpos del matrimonio el sábado por la mañana, en una finca propiedad del matrimonio a 40 minutos en coche del municipio. Un día antes, la familia de Antonio y María José había lanzado una alerta por su desaparición. No se tenía noticias de ellos desde el miércoles 30 de noviembre.
La investigación dio un vuelco importante unas horas después del hallazgo de los cuerpos, cuando los investigadores encontraron en otro punto de la extensa finca el cadáver de Javier, con un disparo en la cabeza y junto al arma homicida. Fuentes de la Benemérita han confirmado a EL ESPAÑOL que la hipótesis más probable es que Javier haya asesinado a su hermano y su cuñada, y después se haya suicidado. La historia familiar refuerza esa teoría.
Cinco hermanos, una herencia
La familia Burgos es originaria de Orce. Javier, el presunto asesino, era el pequeño de los cinco hermanos y el más díscolo, según han relatado varios vecinos a este periódico. “El pequeño siempre ha tenido mala cabeza”, afirma el dueño de un restaurante de Orce y amigo personal de Antonio.
Aunque todos los implicados eran originarios de Orce, ninguno residía allí. "Antonio venía casi todas las semanas porque tenía la finca con almendros", explica el citado hostelero. "Ella no venía tanto, pero él venía mucho por el restaurante. Yo creo que ella había venido porque Antonio estaba convaleciente tras una operación". Javier, en cambio, hacía más de 30 años que no asomaba la nariz por su pueblo natal.
“El hermano pequeño había vivido en Canarias y trabajaba como taxista. Hace poco han partido una herencia grande. Tenían unos capitales apañaos”, prosigue. Hace ya unos años que Javier dejó el archipiélago canario y se instaló de vuelta en la capital nazarí, donde también vive el resto de la familia.
“Es un problema de herencia porque el pequeño tenía vicios raros y ha ido gastando toda la herencia”, afirma otro vecino de Orce consultado por este periódico. “Habrá seguido pidiéndole al hermano, pero él habría dicho que para hacer disparates…”. Así pues, el triste desenlace de esta historia ha dejado tres cuerpos sin vida. Dos por presunto asesinato y otro, por presunto suicidio.
La Guardia Civil mantiene abierta la investigación. Fuentes del cuerpo armado informaron este domingo de que los cadáveres se levantaron el sábado por la noche y se les está practicando la correspondiente autopsia.
Dos días muertos
Las alarmas saltaron el viernes, cuando la familia de Antonio y María José alertaron a las autoridades de su desaparición. No cogían el teléfono ni se sabía su paradero. La familia indicó a la Guardia Civil que podían estar en Málaga o en su cortijo de la sierra de Granada, es decir, en el lugar del suceso.
Rápidamente se activó el protocolo de personas desaparecidas. Tanto la Policía Local de Orce como la asociación SOS Desaparecidos difundieron carteles con la fotografía del matrimonio, así como una detallada descripción física y el coche que conducían. La Guardia Civil se personó en el cortijo siguiendo el protocolo de búsqueda. La finca está en un lugar tan recóndito que necesitaron la ayuda de un vecino de Orce para indicarles el camino. Allí encontraron los cuerpos sin vida el sábado por la mañana.
Por su parte, no constaba ninguna denuncia por la desaparición de Javier, menos arraigado en Granada que su hermano. Su coche estaba escondido a 500 metros de la finca. El hecho de que el arma homicida estuviera junto a su cadáver refuerza la teoría del doble asesinato y suicidio. No ha trascendido qué tipo de arma usó. Todo indica que el crimen tuvo lugar el jueves por la mañana, es decir, dos días antes del hallazgo de los cuerpos.
25 años de matrimonio
Antonio y María José eran conocidos tanto en Orce como en Granada. en ambos lugares es conocido que era un matrimonio adinerado. Los vecinos destacan que era una pareja modélica y que estaban muy unidos. Tenían 60 años ambos, de los que llevaban casados 25.
Antonio había heredado hacía una década una importante cantidad de fincas y de dinero que permitía al matrimonio llevar una vida muy acomodada. Esa misma herencia, indican los vecinos, permitieron a Javier, el presunto asesino, comprar dos licencias de taxi en Canarias y alejarse de Granada.
Antonio era parroquiano del club de golf de Las Gabias y disponía de un importante número de propiedades. María José, por su parte, era conocida por su sonrisa permanente, amabilidad y simpatía.
El municipio de Orce ha decretado, en un pleno extraordinario, dos días de luto oficial por este terrible suceso que entraron en vigor el domingo a las 12 horas y terminarán a las 12 horas del miércoles, días en los que las banderas ondearan a media asta.