Esta es, sin duda, una de las grandes dulces de la pastelería nacional, aunque el hojaldre que le da vida proviene de nuestros queridos vecinos galos. Lo cierto es que esta pieza, que se asemeja a un corazón cubierto por un lado de rico y fundente chocolate, está muy cerca del arte pastelero y triunfa en las confiterías y pastelerías españolas, sobre todo en las madrileñas. en Madrid hay una gran oferta de pastelerías que preparan unas sabrosísimas palmeras de chocolate artesanas. Estas son las que más triunfan según, aunque como en todo, es cuestión de gustos.
La Duquesita
La palmera de chocolate de La Duquesita es una de las más deseadas de la capital, se podría considerar ya todo un clásico de esta centenaria confitería y repostería. Su ligero hojaldre, que está muy bien trabajado, guarda algún que otro secreto. Antes de que se introduzca en el horno se le espolvorea un poco de azúcar que cuando se funde con la mantequilla proporciona esa característica textura crujiente. Una vez horneada, y enfriada, se cubre con el propio chocolate que fabrican ellos mismos, y que también utilizan para la elaboración de sus bombones: con un cacao del 70%, ligeramente amargo.
Precio: 3,95 euros. Dirección: Fernando VI, 2.
Moulin Chocolat
Este obrador, que se sitúa muy cerca de la Puerta de Alcalá, elabora una palmera de chocolate que tiene una historia propia. Hace años, Puy y Ricardo Vélez, los dueños de este lugar, se dieron cuenta de que esta pieza de repostería se estaba degradando. De esta manera, decidieron apostar por ella y convertirla en uno de los productos más importantes de todos lo que ofertan a sus clientes. Después de mucho tiempo de trabajo, y de probar las texturas, las proporciones y los sabores, en 2013 lanzaron este dulce: una palmera de repostería gourmet que, sin embargo, recuerda a la que los dos hermanos comían cuando eran niños. La clave está en la mezcla de sus tres texturas que se hacen notar nada más morderla: la fundente, la crujiente y la semilíquida.
Precio: 3,80 euros. Dirección: Alcalá, 77.
Maison Kayser
Desde junio de 2020 un trocito de París convive con los madrileños en la capital de España. Sí, esto es así desde que el francés Eric Kayser, todo un referente de la panadería y pastelería gala, decidió abrir varios locales en diferentes puntos de Madrid. La primera fue la boutique de la calle Velázquez, y después las de Fernando VI, 21; Príncipe de Vergara, 2; Salustiano Olózaga, 18; Avenida de Europa, 16 y Glorieta de Quevedo, 4, las seis, imprescindible en cualquier ruta golosa, sobre todo si te gustan las palmeras de chocolate. Elaboradas con mantequilla francesa, como no podía ser de otra forma, trabajan el hojaldre durante horas, al que incorporan una capa de azúcar que envuelva la masa, y le da un toque especial. Como broche final, un fundente chocolate negro que baña por la mitad las dos versiones de su adictiva palmera: de chocolate y de chocolate con sal.
Precio: 3,95 euros la normal; 4,10 con sal. Dirección: Velázquez, 136.
Madreamiga
La casa de Begoña San Pedro se llama Madreamiga, y está especializada en pan y bollería. Este famoso local del barrio de Tetuán elabora una palmera de chocolate con un hojaldre clásico, elaborada con harinas sin químicos, mantequilla, azúcar y toque de sal, que dan mucha vida a estas elaboraciones. La más vendida es la palmera de gianduja, a la que echan una deliciosa crema de chocolate y avellana, bañada de chocolate con leche y que se corona con unas avellanas en trocitos. El proceso de cocinado es largo y costoso, necesitan tres días. Primero hacen la masa de hojaldre, para más tarde envolverla en mantequilla y azúcar. Al día siguiente las introducen en su horno de piedra, y finalmente, para terminar, las rellenan y las decoran.
Precio: 2,90 euros. Dirección: Teruel, 26.
Clan Obrador
De esta pastelería de Acacias, barrio del sur de la capital, se ha comenzado a escuchar hablar de ella por las diferentes variedades de pan artesano que elaboran, pero era cuestión de tiempo que emplearan sus dotes culinarias en los productos dulces. Nuño García, capitán de este negocio, abandonó una exitosa carrera como pastelero, para dedicarse a hacer pan, sin embargo, su formación y bagaje en el ámbito de los productos dulces se nota en sus maravillosas palmeras de chocolate, en sus tartaletas, en sus napolitanas y en sus cruasanes. Él mismo hace las masas y las cremas, y asegura que el secreto de sus creaciones es la mantequilla tostada que utilizan. Hacen unas 80 palmeras al día, y se las quitan de las manos.
Precio: 2,10 euros. Dirección: Gasómetro, 11.
Estela Hojaldre
El hojaldre que se hace en esta pastelería, situada en el barrio de Justicia, es prácticamente perfecto. A Estela Gutiérrez, también conocida como la "reina" del hojaldre en Madrid, le enseñó como hacerlo su padre Pedro en el negocio familiar de Cabezón de la Sal (Cantabria). Toda la experiencia y el buen hacer que le transmitió hacen que las palmeras de esta pastelería sean un producto de gran nivel. Textura, sabor y equilibrio conforman este dulce, que es un canto a la pastelería tradicional, sin mucho adorno, hecha con mucho mimo, cuidado y con las mejores materias primas.
Precio: 2,60 euros (la grande); 1,50 euros (la pequeña). Dirección: Plaza de Jesús, 5.
Pan.Delirio.
En 2017, padre e hijo con el mismo nombre, Javier Cocheteux, decidieron convertir su pasión por el pan en su trabajo y abrir un obrador artesanal del que sale un rico pan y una bollería que también está muy bien. Como la palmera de chocolate, que sirven en formato mini, y también más grande e individual. Harinas ecológicas molidas a la piedra, mantequilla, sal y agua se hallan tras la receta de su hojaldre, que requiere un laborioso proceso. A continuación, se deja atemperar la cobertura de chocolate, se sumerge en ella por un lado el corazón de hojaldre frío y se deja enfriar sobre papel de horno
Precio: 3,10 euros. Dirección: Juan Bravo, 21.