Fueron cuatro chinchetas sobre un corcho vacío al final de una clase, aunque hayan causado el revuelo de un mástil clavado en Iwo Jima. Fue una bandera española constitucional, la que se aprobó en el '78, no la del pollo. Sucedió en Palma de Mallorca este viernes, no una toma militar resultado de una black ops en Gibraltar. Fue con motivo de un evento más o menos conocido por el gran público: el Mundial de fútbol que se disputa en Qatar desde el pasado 20 de noviembre. En resumen: los 32 alumnos y alumnas de 1º de Bachillerato B del Colegio La Salle de Palma colgaron una bandera de España —pequeña, además— en la clase para apoyar a la selección.
¿El resultado? Los 32 expulsados. Tratados casi como los siete de Chicago en un comunicado emitido por el propio colegio. También en el centro de la diana en las redes sociales para una de las trincheras. La de enfrente, mientras, se ceba con la profesora de Catalán que se negó a impartir la clase hasta que no descolgaran la bandera. "Estamos abrumados. Queremos que quede claro que rechazamos las amenazas a la profesora, como las que están sufriendo los chicos", manifiesta en conversación con EL ESPAÑOL uno de los padres. El caso es portada en Baleares.
Sospechosa de facha, la clase es fiscalizada en cada uno de sus movimientos a la hora de colgar la bandera. Hay quien los llama maleducados y reaccionarios porque no tenían permiso y porque —lo dijo el colegio en un primer comunicado— "han coaccionado a una compañera". ¿Tenían permiso? ¿Coaccionaron a la compañera?
[Expulsados 30 alumnos en Mallorca por colgar una bandera de España en apoyo a la selección]
"Son dos mentiras muy graves. Ni hubo 'insubordinación' ni enfrentamiento con la profesora. Tampoco los vítores y los aplausos 'con sorna' que dice el comunicado que se produjeron. Es un colegio grande, con muchas aulas, hay 1.000 testigos. Resulta complicado que se pongan todos los alumnos de acuerdo, de golpe, para negarlo", contesta el padre consultado por este periódico.
Pero, ¿qué ocurrió? Lunes, 21 de noviembre. La clase le pide permiso al tutor para poner una bandera de España en el corcho. "El tutor les dijo que se esperasen porque iban a pedir permiso al jefe de estudios. Al poco tiempo les dan el ok y la colocan. Hay dos o tres profesores, los que son más nacionalistas, que muestran su malestar con algún comentario ideológico. Comentarios que los chicos aguantan sin más".
Miércoles, 23 de noviembre. "Aumentan las quejas y les hacen poner un letrero abajo que precise que no es un asunto ideológico: 'Viva la selección'. Obviamente, los chicos no tenían ninguna duda". En este punto es preciso volver a puntualizar que se disputa un Mundial en Qatar. "Alguna mente perturbada, alguien supuestamente adulto, no tiene claro que se trata de un tema deportivo". Por la tarde, por cierto, la selección española debuta con un 7-0 a Costa Rica.
Jueves, 24 de noviembre. "No pasa nada más, salvo el comentario de algún profesor díscolo". Viernes, 25 de noviembre. Clase de Catalán, cuarta hora lectiva de la mañana. "La profesora decide que, o la retiran, o no da clase. Los chicos no se mueven sin una autorización del jefe de estudios o del tutor. Hay una delegada que hace ademán de retirarla, pero se lo piensa mejor y se sienta, en ningún caso nadie le dice nada".
¿Hizo ademán de quitarla y nadie le dijo nada? "Conocemos a la chica y está en el chat del grupo de los chicos. El padre es profesor y está indignado con que se haya utilizado a la niña en el comunicado del colegio, cuando no es verdad, nadie la coacciona. La profesora, pasados unos minutos, decide largarse". Hace cuatro años, también en clase de Catalán, el comentario de texto en un examen fue "un escrito de Valtonyc con proclamas contra el rey".
Solo una madre de 32, reticente
La profesora dejó el bolso sobre la mesa, animó a la clase a retirar la bandera y esta se negó. Alegaron al acuerdo alcanzado con el tutor y el jefe de estudios, uno de los superiores jerárquicos del centro. "Al parecer hay un acuerdo, que no tenemos por escrito ni constancia de ningún otro tipo, de que solo podía ponerse simbología constitucional en los días de partido", se sorprende el padre consultado. A la media hora llegó otra profesora que les comunicó que se cancelaban el resto de las clases. Por la tarde, una delegada comunicó a sus compañeros la expulsión.
También figura en el comunicado la defensa de los valores cristianos que trata de transmitir el centro, "con espíritu crítico y autonomía", en consonancia con el Reglamento de Organización y Funcionamiento del Centro. "Eso es lo que han hecho precisamente: expresar un sentimiento de alegría y emoción por su selección, nada más que eso", contesta el padre.
¿Están todos los alumnos de acuerdo? ¿Hay algún padre contrario a la actitud que tomó la clase? "Solo una madre ha mostrado algún tipo de reticencia hasta esperar que se esclarezcan los hechos", confirma la fuente. "Toda la clase está de acuerdo, no hay ninguna fisura entre ellos", asegura.
El colegio emitió ayer un segundo comunicado, empleando términos muchos más suaves que el primero. La dirección del centro se limita, prácticamente, a comunicar la apertura de un "proceso de investigación de carácter interno". Tras el primero, el viernes, los padres denunciaron al colegio. "Si las normas del colegio dicen que no se pueden mostrar símbolos constitucionales en clase, pues lo tendremos que acatar o cambiarnos de cole".