El aguacate se ha convertido en un elemento imprescindible en la cesta de la compra de todos los consumidores españoles. Y es que, su consumo aporta múltiples beneficios para la salud: es bueno para el corazón y para el sistema inmunológico. Sin embargo, es importante que cuando vayamos a hacer la compra a los supermercados, elijamos uno que esté bueno y maduro. Para saberlo, hay un truco, parecido al que utilizamos para elegir la mejor sandía y melón o para que el pan no se nos ponga duro en verano, que podemos poner en práctica y que permite escoger un buen aguacate sin necesidad de abrirlo.
El aguacate es uno de los alimentos preferidos de los veganos y vegetarianos. Lo utilizan en muchas recetas de sus platos porque tiene un sinfín de propiedades saludables y beneficiosas para la salud: controlan la presión arterial, mejoran el funcionamiento cerebral, ayudan a prevenir algunas enfermedades y alivian el estreñimiento, entre otras cosas.
Es un ingrediente perfecto para acompañar con todo tipo de comidas: desde ensaladas, tostadas para desayunar e incluso para elaborar el famoso guacamole que es ideal para mezclar con platos mexicanos. Para elegir un aguacate maduro sin tener que abrirlo solo necesitamos fijarnos en tres cosas. Pero, si el aguacate, aun así, no está maduro, te proponemos un truco de 10 minutos para que esta fruta se pueda consumir con las mejores garantías.
En qué fijarse
El aspecto que tenga la fruta es una de las primeras cosas en las que debemos fijarnos a la hora de comprar un aguacate maduro.
El color que tenga es un indicador determinante en su madurez: cuanto más oscuro, más maduro. En este sentido, muchos supermercados colocan en cada unidad una etiqueta con tres tonalidades que informa del grado de maduración de los mismos. No obstante, todo tiene un límite. Es decir, si el aguacate está negro es que se ha pasado por lo que es mejor no comprarlo.
Otra manera de conocer la madurez de la fruta es a través del tacto. Si se presiona suavemente el aguacate sobre la palma de la mano y la piel no cede nada, aún le queda bastante por madurar. Si, por el contrario, se hunde poco es que está en el grado perfecto para comer. Pero si, se hunde mucho, es que está muy blando lo que significa que ya se ha pasado.
El estado del tallo es otro de los indicadores más fiables porque si este rabillo, que está colocado en la parte superior del mismo, se retira con facilidad es que está listo para consumir. El color del tallo también determina su consumo: oscuro significa que ya se ha pasado, verde que aún le queda por madurar y amarillo si está en su punto óptimo.
Madurarlo en 10 minutos
Si en el supermercado no hemos encontrado uno que esté en el punto de madurez que nos gustaría, existe un truco que permite madurarlo en solo 10 minutos. Para ello, solo tendrás que envolver el aguacate en papel de aluminio, hornearlo a 100º durante 10 minutos y dejarlo enfriar a temperatura ambiente. Una vez hecho esto, el aguacate ya estará listo y perfecto para consumir.
Hay otro proceso que requiere de más tiempo pero también, es una buena opción. Se trata de comprar los aguacates verdes y meterlos en una bolsa de papel durante tres días junto a plátanos y manzanas (frutas que desprenden etileno, una propiedad que acelera la maduración de las frutas).