El salmorejo es, sin duda, el plato estrella del verano: refrescante, delicioso, económico y rápido. ¿Qué más se puede pedir? Ideal para comidas, cenas, meriendas, aperitivo... Además, gracias a su alto aporte de vitaminas C y E , resulta muy beneficioso para el organismo.
Por eso mismo, EL ESPAÑOL ha querido probar la receta del chef vasco Karlos Arguiñano y nos hemos acercado a Lidl a comprar los ingredientes necesarios. Para ello, no es necesario dejarse el bolsillo, por menos de tres euros se puede comer rápido y sano; y lo más importante, con ingredientes de lo más básicos.
¿Quién no tiene una batidora en casa? Bien, pues sácala de la estantería ya que es el principal aliado de nuestro plato veraniego.
Nos adentramos por los pasillos del gigante alemán en busca de un tomate grande maduro: por 1,86 euros para dos raciones lo tenemos. Todo depende de la cantidad que desees, pero un tomate de tamaño medio da de sobra para 2 cuencos.
Una vez conseguido el tomate, nos vamos a por una barra de pan dura. Es preferible conseguir una del día anterior, o incluso dejar unos cachitos para el día siguiente. Si en tu supermercado de confianza no tienen, puedes acercarte a una panadería que seguro que tienen el pan sobrante del día anterior. En esta ocasión, conseguimos un pan duro por 0,22 céntimos en el Lidl.
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Para terminar vamos a por lo más importante, los ingredientes que dan el toque final al salmorejo: aceite, vinagre, sal y ajo. Es de extrañar que no dispongas de esto en casa; pero en tal caso se pueden conseguir en cualquier supermercado y además te servirán para futuras recetas.
Ingredientes
- 1 tomate grande maduro (400 gr.)
- 90 gr. de miga de pan duro
- 1 diente de ajo pequeño
- 75 ml. de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de vinagre
- Sal
¿Tenemos ya los ingredientes necesarios? Entonces nos adentramos en la cocina y nos ponemos manos a la obra.
Elaboración
Para comenzar, es recomendable aunar todo el menaje necesario para elaborar el salmorejo. Primero, y lo más importante la batidora, aunque se puede hacer a mano, no es recomendable. En caso de que no dispongas de este utensilio, primordial para el día a día por cierto, se lo puedes pedir a la vecina del quinto, el del segundo o los del bajo que seguro que la tienen.
Una vez conseguida la batidora, es hora de preparar todos los ingredientes en una mesa. No te excedas en estos, siempre hay tiempo de echar un poco más en caso de que quede soso. Es recomendable que falte a que sobre.
Una vez tenemos todo preparado sobre la mesa, es hora de comenzar con lo más importante, la elaboración. No te pongas de los nervios, es de lo más sencillo. En un abrir y cerrar de ojos lo tienes.
1. El primer paso para conseguir el plato estrella del verano es lavar el tomate con abundante agua y cortarlo en trozos para que sea más sencillo triturarlo. Recuerda sacarlo de la nevera al menos media hora antes de comenzar para que se ponga a temperatura ambiente.
2. A continuación, echamos un diente de ajo pequeño, es recomendable retirar el germen para que no dé amargor, o incluso usar solo medio ajo si se desea un sabor más suave.
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3. Después habrá que añadir la miga de pan, que previamente habremos cortado en trozos, la cantidad de esta depende si se prefiere un salmorejo más líquido o más espeso. Y echamos una pizca de sal, sin pasarse, que como con todo, la cantidad de los ingredientes es lo que le da el toque de perfección al plato.
4. Una vez que estén todos los ingredientes preparados en la batidora, añadimos un toque de vinagre.
5. Es hora de triturar toda esta mezcla hasta obtener una textura uniforme y ligera. Ya se va abriendo el estómago con este olor tan característico. Es entonces cuando tenemos que añadir una cucharadita de vinagre y 75 ml de aceite. No te adelantes, aún no ha llegado el paso de probarlo, queda el toque final: batir todos los ingredientes para que se fusionen por completo.
6. - Y por fin llegamos al momento más esperado, probarlo. Para ello, es recomendable que el plato repose mínimo una hora en la nevera, así que no seas impaciente. En escasos minutos lo tienes listo.
7. - Uno de los toques finales más importantes es emplatarlo, así que escoge una buena vajilla para que acompañe al buen salmorejo. En esta ocasión hemos optado por vasos de cristal transparentes, pero no te dejes llevar por la sencillez; escoge lo que más creas que vaya a favorecer el plato.
[Julián Garde ingresa como académico de honor en la Academia de Gastronomía de Castilla-La Mancha]
Además, también se puede añadir taquitos de jamón, huevo cocido, queso, picatostes, o incluso trocitos de tomate; aunque en esta ocasión se ha optado por seguir la receta literal del chef.
Siempre ha sido buena opción la idea de soprender a amigos, parejas o familia con un buen plato de comida. Pero en muchas ocasiones esto supone un problema para aquellos incompetentes de la cocina; pero como has podido comprobar, esta receta sirve hasta para el más ignorante gastronómico. ¿O no es así?
Como era de esperar, hemos llegado hasta el último paso, hemos conseguido hacer el salmorejo. Tu capacidad nula en la cocina no es un problema, ya puedes sorprender a esa persona con tu nuevo plato estrella.