Hay pequeños detalles que marcan la diferencia. Rozar la excelencia es muy complicado, pero alcanzarla es aún más difícil. El pasado año, en las pruebas de acceso a la universidad, más de 209.193 alumnos se esforzaron para conseguir la mejor nota posible. Sin embargo, sólo seis alcanzaron la excelencia: las andaluzas René Romero y María Cuadrado, los extremeños Jorge Salcedo, Javier Rubio y María Fernández y el madrileño Roberto Mulas obtuvieron un 14 sobre 14 en los exámenes y su periplo por bachillerato.
Esto les abría las puertas de todas las universidades españolas. Podían elegir lo que quisieran. No tenían otro rival que ellos mismos. Y todas las carreras aceptan a más de seis alumnos. Así que estaban dentro de la carrera que quisieran elegir.
Cierto es que podrían haber tenido la competencia de compañeros que no hubieran accedido años atrás con su misma nota, o de aquellos que hubieran decidido cambiar. De ahí que hubiera 209.193 aspirantes a las pruebas, pero 243.353 personas solicitaran una plaza en grados o dobles grados españoles.
Cuatro de ellos eligieron carreras dispares en sitios distintos. Los andaluces, René y María Cuadrado, tomaron caminos completamente dispares. Él reconoció en medios locales que estudiaría el doble grado de Farmacia y Matemáticas, aunque no se sabe en qué universidad. Ella, por su parte, accedió al grado de Traducción e Interpretación en inglés de la Universidad de Málaga (UMA).
Por su parte, en Extremadura empataron a 14 Jorge Salcedo, Javier Rubio y María Fernández. El primero de ellos no esperaba llegar a tal calificación, puesto que creía haber fallado en Lengua. "No me salió tan bien y por eso no estaba tan convencido. Yo esa mañana me levanté bastante tarde. No tenía especial curiosidad por verlas, pero fui al ordenador y vi los cinco dieces", expuso el año pasado.
La alegría en su casa fue brutal. "Pegué un grito y al poco llegaron todas las entrevistas". Jorge hizo bachillerato en el IES Norba Caesarina, un lugar en el que ya tenía clara su vocación: entre las empresas y las normas.
Derecho y Administración y Dirección de Empresas (ADE) eran las dos carreras entre las que se debía batir, aunque el doble grado de Derecho y ADE de la Universidad de Cáceres era su principal baza. "Durante los últimos cursos descubrí que me gusta el ámbito de los negocios, en el futuro me gustaría trabajar en una gran empresa o fundar una... Así que estas carreras son las ideales".
El último de los alumnos con 14 es Roberto Mulas. Este madrileño obtuvo la máxima puntuación después de estudiar en el IE Valle Inclán, en Torrejón de Ardoz (Madrid). Roberto, que hizo el bachillerato de Ciencias, estudia Matemáticas. "Siempre me han gustado. Son un mundo muy racional, muy sistemático, con el que se puede entender la realidad perfectamente", comentaba Mulas el curso pasado.
Física y Matemáticas
El año pasado, fueron muchos los que rondaron el 14 en las pruebas de la EBAU. En cada Comunidad Autónoma hubo alguien que rozó la perfección durante los dos años de bachillerato y la prueba de acceso. El mérito es doble en esta generación si tenemos en cuenta que estos alumnos vieron marcada esta etapa por la crisis y las restricciones por la Covid-19 desde marzo de 2020.
Y es que aquí cualquier pequeño traspié penaliza y puede negarte el acceso a una de las carreras más competitivas. Sobre todo si tu intención es hacer el doble grado de Física y Matemáticas.
Dicha titulación es una de las más exigentes. De hecho, en las universidades de Madrid, Granada, Sevilla, Zaragoza, Salamanca y Santiago de Compostela no hubo plazas el año pasado en este doble grado para aquellos que tuvieran una nota inferior a 13,6 puntos, 0,4 por debajo de la perfección.
Incluso, la carrera con más notas de corte el pasado año en toda España fue la de Física y Matemáticas, de la Universidad Complutense de Madrid. La última persona que accedió lo hizo con un 13,85.