La puesta en libertad vigilada con alejamiento para todos los menores detenidos por su presunta implicación en las agresiones sexuales de dos niñas de 12 y 13 años en la localidad valenciana de Burjassot ha reabierto el debate sobre la responsabilidad penal de los menores que cometen delitos graves.
Los supuestos autores de la violación en manada tienen entre 15 y 17 años, por lo que la pena máxima a la que se enfrentan oscila entre los 5 y los 8 años de internamiento y un par más de libertad vigilada como máximo.
El código penal establece que los menores de 18 años no son responsables criminalmente y que cuando un menor cometa un hecho delictivo podrá ser responsable. Pero con arreglo a lo dispuesto en la ley que regula la responsabilidad penal del menor.
Esto ocurre porque la política criminal española sobre responsabilidad de los menores sigue orientada a la reeducación y reintegración, explican a EL ESPAÑOL fuentes del ministerio fiscal. El asunto ha sido tratado históricamente de forma diferente y especial, precisamente por la corta edad, y la legislación no tiene en cuenta la gravedad de las acusaciones.
En este caso, el juzgado acordó la libertad vigilada y no el internamiento que había solicitado la Fiscalía. A última hora de este viernes, la Fiscalía confirmó que recurrirá la decisión y volverá a pedir el internamiento de los investigados, "por considerar esta medida más adecuada a los hechos".
El ministerio público había pedido el ingreso en régimen cerrado para cuatro de los menores detenidos por su presunta implicación en los hechos y había solicitado para el quinto arrestado, igualmente menor de edad, libertad vigilada con alejamiento.
La inesperada decisión sorprendió hasta a los familiares de los detenidos. La jueza, pese a reconocer factores de riesgo, ha acordado finalmente una medida menos gravosa en este momento procesal.
La investigación acaba de empezar y la Policía ha intervenido los teléfonos de los menores acusados para analizarlos. La Fiscalía de Menores dirigirá las pesquisas y, en el caso de aparecer nuevos indicios, podría volver a solicitar medidas cautelares. Si incumplen la medida de libertad vigilada, el juzgado también podría cambiar de criterio. Se entregarán semanalmente informes para conocer el grado de cumplimiento.
Recibidos entre aplausos
Los hechos ocurrieron el 16 de mayo en una casa abandonada de la localidad valenciana de Burjassot. Las dos niñas quedaron con dos de los acusados y a la cita se presentaron otros cuatro chicos. En este caso se investiga una violación grupal a una menor y otra individual.
Los análisis de datos y declaraciones de las víctimas llevaron a los agentes a arrestar a estos cinco menores de edad presuntamente relacionados con los hechos. Las niñas supuestamente habían quedado con los arrestados, a los que no conocían, a través de Instagram.
Los menores declararon que el sexo fue consentido y uno de ellos aseguró que se marchó de la casa. No obstante, al tener las víctimas menos de 16 años, no pueden prestar su consentimiento, por lo que no se les exime de responsabilidad. No obstante, al ser los acusados también menores de edad, las defensas afirman que el caso no se sostiene. La primera exploración forense halló evidencias de la agresión sexual denunciada.
Tras quedar en libertad, los menores acusados fueron recibidos entre aplausos por un grupo de familiares y amigos que esperaban en el juzgado. La Policía Nacional tuvo que reforzar la seguridad exterior del edificio por la tensión que se generó.
Las penas
¿Y a qué penas se enfrentan en el caso de ser condenados? Para los que tienen menos de 16 años, la pena máxima son 5 años de internamiento cerrado, más 3 de libertad vigilada como máximo. La pena es por cada violación y pueden ser condenados como autores cooperadores necesarios.
Mientras, los mayores 16 años se enfrentan a una pena de hasta 8 años de internamiento cerrado, complementado con 5 años de libertad vigilada. En Europa hay una diversidad de legislaciones para delitos cometidos por menores, pero no como en España.
En Francia, por ejemplo, la edad penal se fija en 13 años y no existe un código específico para menores, sino que se les aplican las mismas penas que a los adultos, aunque con una considerable atenuación. Este modelo también es seguido por los países escandinavos.
Por ejemplo, si la pena a imponer por el delito fuera de cadena perpetua, se puede castigar a los mayores de 13 años con una pena de prisión de hasta 20 años. En otros países, como Reino Unido o Alemania, se hace distinciones a partir de los 16 años y los más mayores son tratados como semiadultos.
Educación sexual
El Gobierno central y el Ejecutivo valenciano han coincidido este viernes en resaltar la importancia y la necesidad de la educación sexual, desde edades tempranas y en todas las etapas educativas, para prevenir las violencias sexuales.
Así lo han expresado la secretaria de Estado de Igualdad y Contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez, y la vicepresidenta de la Generalitat valenciana y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, tras firmar el protocolo de aplicación en Valencia del Plan Corresponsables del Ministerio de Igualdad.
Ambas se han pronunciado tras la violación brutal de Burjassot. La secretaria de Estado ha destacado que "realmente" se está "ante una situación en la que queda muchísimo trabajo por hacer" para evitar este tipo de comportamientos y situaciones. Así, ha expuesto que "solo el año pasado hubo 17.000 denuncias por delitos contra la libertad sexual", incluidas "las violaciones".
"Solo se denuncia el 8 por ciento de la violencia sexual que hay en España", ha advertido. Mientras, Mónica Oltra ha pedido cautela porque se trata de menores de edad. "Aquí estamos hablando de una situación donde todas las personas son menores de edad", por lo que ha afirmado que "se debe ir con mucho cuidado".
Uso del móvil
Los expertos aconsejan aguardar hasta los 14 años para que los menores empiecen a tener móvil. La excesiva permisividad con el uso de las tecnologías lleva a muchos menores a situaciones de riesgo o a un consumo indiscriminado de pornografía, apuntan fuentes de la Fiscalía.
Las redes sociales también implican bastantes peligros. Uno de cada tres adolescentes en España hace un uso "problemático" de Internet y las redes sociales, y uno de cada cinco podría estar enganchado a los videojuegos, según el informe 'Impacto de la Tecnología en la Adolescencia. Relaciones, Riesgos y Oportunidades', presentado por Unicef el pasado mes de noviembre.
El estudio revela que la mayoría de los jóvenes siente alegría (96,9%), relajación (81,6%) o diversión (78,9%) al conectarse a la red. Si bien, de los datos también se desprende que el 42% de los encuestados asegura haber recibido alguna vez mensajes de contenido erótico o sexual; uno de cada diez han recibido -a través de redes, chats, Internet o videojuegos- una proposición sexual por parte de un adulto, y uno de cada cinco podría estar sufriendo ciberacoso.