La familia de Sara reclama la analítica hecha durante la lipoescultura porque alertaba de su riesgo vital
Damián, el padre de la fallecida, denuncia que la clínica de Cartagena "está ocultando pruebas" porque su hija tuvo la hemoglobina a un nivel de 4,3.
29 enero, 2022 17:59Noticias relacionadas
Izan tiene solo diez añitos, pero mueve la bola con clase cuando juega de mediocentro con el Murcia Promesas. Este sábado tenía partido y tendría que haber sido una jornada liguera más, con su madre, Sara, animándole desde la grada, pero ni ella estaba en el estadio ni él se encontraba disputando el encuentro junto a sus compañeros. Izan ha pasado la mañana del sábado frente al Ayuntamiento de Murcia, cabizbajo y triste, mientras mostraba un cartel con una foto de su bellísima mamá, Sara, fallecida tras someterse a una lipoescultura.
El chiquillo no ha dejado de exhibir el cartel donde solo pedía una cosa: 'Justicia para Sara'. Tal mensaje, así como otros del tipo 'Somos la voz de Sara', acompañados de fotos de esta deslumbrante agente inmobiliaria, son los que han exhibido decenas de personas que se han sumado a la concentración celebrada en La Glorieta para hacer dos peticiones: una a la Administración de Justicia y otra al Gobierno.
"Pedimos que la Justicia sea ejemplar y pedimos una ley al poder legislativo", ha subrayado Ezequiel Nicolás, expareja de Sara, padre de Izan, y portavoz de la familia en la causa que instruye el Juzgado de Instrucción numero 3 de Cartagena . "No queremos más Saras", ha remarcado, megafono en mano. La familia de la fallecida reclama al Gobierno que elabore una ley que acabe con el intrusismo profesional en las operaciones de estética, debido a que el médico que le hizo la lipoescultura a Sara Gómez es cirujano cardiovascular, sin la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.
Precisamente, por tal motivo, la titular del juzgado envió una providencia al médico preguntándole cuántas lipoesculturas realizó antes de intervenir a Sara y si contaba con seguro de responsabilidad civil para intervenciones estéticas. La magistrada también está interesada en conocer cómo son las "cánulas especiales" de las que el cirujano le habló a la fallecida antes de la operación y de quién son propiedad: del facultativo o de la clínica de Cartagena donde se alquiló el quirófano.
"Una semana después ni el cirujano ni la clínica han respondido a la providencia de la juez", ha criticado Ezequiel Nicolás. De hecho, el portavoz de la familia ha avanzado a EL ESPAÑOL que la última novedad del caso es la solicitud que han realizado las acusaciones particulares para que el juzgado reclame a la clínica de Cartagena la analítica que le hicieron a Sara, a las 13.45 horas, del jueves 2 de diciembre, cuando estaba dentro del quirófano y tenía la hemoglobina en 4,3: unos niveles bajos que advertían del "riesgo vital" que corría la paciente.
"Hemos presentado un escrito solicitando esa analítica de las 13.45 horas del 2 de diciembre porque la clínica no ha aportado los resultados que arrojaba en los 31 folios que han entregado al juzgado", según ha detallado Ezequiel Nicolás. "Están ocultando pruebas", ha denunciado indignado Damián, padre de Sara, y guardia civil jubilado que estuvo destinado en el País Vasco en los años más duros de ETA.
"La clínica de Cartagena no ha entregado esa analítica, a pesar de que tiene número de registro, y para nuestra acusación esos resultados son claves porque Sara durante la lipoescultura tenía muy bajos los niveles de hemoglobina", tal y como ha explicado Damián a EL ESPAÑOL. "Por eso le hemos pedido a la jueza que se lo reclame a la clínica".
Este martes comienzan las declaraciones del caso con la citación de la directora médica y una cirujana del Hospital Santa Lucía de Cartagena, a las que la juez les preguntará por el estado en el que Sara ingresó en el Servicio de Urgencias procedente del centro privado donde se sometió a una lipoescultura por la que acabó falleciendo el día de Año Nuevo.
No habrá test de drogas
La otra novedad de la instrucción es la negativa de la magistrada a someter a un test de drogas a los dos denunciados por homicidio por imprudencia profesional: el cirujano cardiovascular y el anestesista. De forma que la principal baza de las acusaciones para incluir el dolo en la causa, y elevar las penas de cárcel, será lo que refleje la autopsia. Este informe forense debe aclarar el número de perforaciones que sufrió Sara con las "cánulas especiales" usadas en la intervención, algo que el hermano de la fallecida, Rubén, ha tenido muy presente en su 'speech' en la concentración celebrada este sábado en Murcia:
"Como bien sabéis todos, mi hermana, el 2 de diciembre, entró a un quirófano, sana y por su propio pie, para someterse a una operación de estética que finalizó a las 14.30 horas. Casi cuatro horas más tarde fue derivada a una UCI: llegó prácticamente muerta, con múltiples e incontables perforaciones de hasta dos centímetros, en varios de sus órganos, como el colon, el intestino delgado, el duodeno...Otros órganos estaban golpeados, contusionados, dañados, y algunos como los riñones no volvieron a funcionar por la sangre que perdió en ese postoperatorio que le provocó un fallo multiorgánico y un shock hipovolémico (...)".
El duro relato de Rubén, guardia civil de profesión y pastor evangelista, ha provocado que se estremecieran muchos de los asistentes a la protesta llegados de Alcantarilla, Cartagena, Alicante, Valencia... El momento más emotivo ha sido cuando ha sacado su teléfono para poner un audio de Sara para volver a escuchar su dulce voz, enviándole un mensaje a su inseparable hermana, Nora, para hacer un plan juntas. "Dios va a hacer que le demos Justicia a Sara en el cielo y en la tierra", ha zanjado.
El alcalde de Murcia
El pequeño Izan ha sido uno de los protagonistas del acto porque junto a su abuela, Felisa, han soltado un par de palomas, en memoria de Sara, mientras se escuchaba una de sus canciones favoritas: 'Mujer de las mil batallas', de Manuel Carrasco. "La tengo todo el día en mi corazón y en mi mente: ¡Vamos a llegar hasta el final por Sara!”, clamada desconsolada Felisa, mientras una mujer que se había sumado a la protesta le daba un abrazo. Y así, uno tras otro, incluido el del alcalde de Murcia, el socialista José Antonio Serrano, que se ha acercado a brindar su apoyo a los padres de la fallecida.
"Hay una denuncia por una negligencia médica y la Justicia tiene que investigar para llegar hasta el final", según ha sostenido Serrano, que es médico en excedencia, ya que antes de llegar a la Alcaldía de la capital era jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Morales Meseguer. "Hay que dilucidar lo que pasó haciendo un peritaje de lo ocurrido dentro del quirófano".
Próxima protesta en Cartagena
Las acciones legales se han emprendido contra el cirujano cardiovascular que llevó a cabo la lipoescultura, el anestesista, la clínica estética de Murcia donde Sara contrató la intervención y la clínica de Cartagena donde se alquiló el quirófano. Por ese motivo, la familia ha avanzado que el siguiente acto reivindicativo lo harán en la ciudad cartagenera y no descartan desplazarse a Madrid. A buen seguro que en los próximos actos, como ha ocurrido este sábado, entre los asistentes habrá amigos del cole de Izan que han acudido acompañados de sus padres por la amistad que mantenían con Sara, que a sus 39 años, se marchó sin poder depedirse de su pequeño, y de su hija, Sarita, de 18 años.
"Mi hijo, Izan, y Sarita, se han quedado sin su madre. Damián y Felisa, sin su hija. Los padres jamás deben enterrar a un hijo. Rubén y Nora, se han quedado sin su hermana. Y todo esto no puede ser en balde. El sufrimiento de esta familia, de todos y cada uno de nosotros, tiene que servir para mejorar nuestra sociedad y dejar un mundo mejor a los que vienen detrás. No nos podemos permitir no hacer nada", ha advertido en la lectura de un manifiesto, el portavoz, Ezequiel Nicolás, para insistir en la necesidad de que el Gobierno regule las intervenciones de estética. "Esta vez ha sido Sara, pero mañana podría ser cualquier familiar vuestro".