El pasado 30 de noviembre, Sonsoles Ónega cumplía 44 años. La presentadora de Ya es mediodía celebraba su aniversario con otro proyecto en marcha, el programa nocturno Ya son las ocho, en una jornada laboral de más de 12 horas que empieza por la mañana y termina a la hora de la cena. En el plató de su espacio matutino, Sonsoles recibía el cariño de sus colaboradores en pleno directo. Ramos de flores y una decoración especial coronaron la mesa de las tertulias que la madrileña dirige desde hace cuatro años y que ahora compagina con otra emisión en la franja horaria de la noche. Algo que no hace nadie, ni Pablo Motos, ni Alberto Chicote... nadie.
Miguel Ángel Nicolás, Rosa Benito y Cristina Cifuentes fueron los encargados de decorar el plató. Posteriormente, todos los tertulianos de Ya es mediodía cantaron al ritmo de “Cumpleaños feliz” de Parchís y dieron paso a un vídeo que recordaba las primeras etapas de Sonsoles Ónega en Mediaset. "Qué bonitos sois todos. Qué bonito todo. Muchas gracias. Son ustedes muy simpáticos y muy bonicos", comentó emocionada la presentadora. Sin embargo, la sorpresa más especial llegó por la noche.
En Ya son las ocho, varios compañeros del nuevo espacio de Telecinco le hicieron entrega a Sonsoles Ónega de una tarta con un gran simbolismo. El pastel representaba un dulce recuerdo de su infancia con una estampa familiar: la fotografía de la presentadora junto a su padre, Fernando Ónega y su hermana, Cristina Ónega. Una postal que representa el recuerdo de una familia de periodistas como son los Ónega, que desde generaciones llenan de comunicación y talante las pantallas de televisión.
Para celebrar la trayectoria televisiva de Sonsoles Ónega, EL ESPAÑOL habla con Fernando y Cristina. Padre y hermana. Periodista y periodista. Describen la faceta de la presentadora madrileña como hija, hermana, madre y profesional de la comunicación. Como un trío de diamantes de las pantallas españolas, los Ónega desvelan el lado más humano, tierno y familiar de la comunicadora y escritora que desde hace un mes nos acompaña desde el mediodía hasta la noche en Telecinco, 12 horas sin parar.
Sus perros y los libros
Sonsoles Ónega vive para los platós de Telecinco, pero eso no le impide sumergirse de lleno en el calor de su familia. Emparejada desde hace un año con el arquitecto gallego César Vidal, Sonsoles disfruta mucho de la compañía de sus allegados, entre los que se encuentran dos familiares muy especiales: sus perros Taker y Margaret. De la pantalla hacia el papel, la periodista encuentra grandes momentos de paz junto a sus amigos peludos. “Siempre hablamos de los niños, de los perros y de los planes de fin de semana”, cuenta su hermana Cristina Ónega.
Según la primogénita de los Ónega, Sonsoles se encuentra en un momento de plenitud y muy contenta en su nueva etapa al frente de Ya son las ocho y Ya es mediodía, espacios complementarios, pero que requieren el doble de preparación. “Sonsoles está con muchas ganas”, recalca Fernando Ónega. “No sé cómo lo hace. Ella sigue escribiendo. Hacer un programa diario es difícil, dos me parece imposible”, se sorprende el autor de Qué nos ha pasado, España. Orgulloso de la trayectoria de sus dos hijas, define a Sonsoles como la imaginativa y a Cristina como la reflexiva.
Sin embargo, tanto Cristina como Fernando, destacan la conexión que Sonsoles mantiene con la realidad que se vive en las calles. “Siempre digo que hay que ser periodista. Un día harás crónica deportiva, otro día del corazón y otro, parlamentaria. Pero hay que ser periodista ante todo”, comunica Fernando Ónega. El lucense asegura que los programas de su hija triunfan precisamente “porque tocan todos los palos” manteniendo la calidad de la información. “Ella es muy perfeccionista, se implica mucho. Si un día la audiencia le sale mal se pone muy triste”, sostiene el escritor.
Hasta la fecha, las cifras de audiencia de Ya son las ocho han sido aceptables. Este espacio cuenta con la colaboración de rostros famosos como Rosa Benito, Gloria Camila Ortega o Miguel Ángel Nicolás y con la voz de periodistas como Alexia Rivas, Beatriz Cortázar o Antonio Rossi. Todos ellos compartirán impresiones sobre temas de actualidad con una Sonsoles en plena ebullición que pondrá en marcha los motores de un programa que está a punto de despegar. “Ella tiene unas cualidades en pantalla que ya hemos visto. Creo que puede aportar su dinamismo y su alegría a una franja muy difícil. Pero que va a resolver muy bien”, sentencia Cristina Ónega.
Periodista de vocación y educación
Cuando Fernando Ónega supo que su hija mayor, Cristina, quería ser periodista, asimiló muy bien la noticia. Sin embargo, cuando al cabo de dos años una Sonsoles recién graduada le dijo que ella también deseaba estudiar periodismo, Fernando Ónega no lo vio claro. “Le comenté que hiciera algo más positivo con su vida, que con dos periodistas en la familia ya teníamos ruina suficiente”, describe el articulista nacido en Pol (Lugo). No obstante, pronto su entorno le hizo cambiar de opinión.
“Me llamaron del colegio de mi hija, me dijeron que le estaba causando un trauma”, cuenta Fernando Ónega sobre su oposición a la vocación de su hija. Al hablar con los profesores de Sonsoles, al columnista estrella de La Voz de Galicia no le hizo falta leer entre líneas. El titular era claro: “Tu hija tiene que estudiar periodismo. Le vemos aptitudes”. El periodista lucense describe con orgullo el brillante futuro que le esperó a su hija, pero también la penitencia que tuvo que pagar por llevar su apellido y por pertenecer a una familia conocida.
“Si ella hacía algo bien, le decían que lo había hecho su padre. Si lo hacía mal, le comentaban que a ver cuándo la ayudaba su padre”, describe Fernando Ónega con humor. El periodista destaca que su hija no tuvo el camino allanado, sino que en ocasiones su apellido fue una losa con la que algunos quisieron cortar su paso. Tras licenciarse en periodismo en la Universidad San Pablo CEU, Sonsoles realizó prácticas en la cadena SER. “De ahí se fue a CNN y luego comenzó a hacer información judicial y parlamentaria”, cuenta su padre. “Algo que admiro mucho de mi hija es que a día de hoy sigue teniendo las mismas fuentes que hace años”, asegura Ónega.
Periodista, hija, hermana y madre
Tras años de experiencia en la Cadena SER, CNN y Cuatro, Sonsoles explotó todo su potencial en Informativos Telecinco, cadena en la que aterrizó en el año 2008. Durante más de una década, la madrileña se desarrolló como cronista parlamentaria. “Estaba siguiendo los pasos de su hermana”, describe su padre en relación a Cristina Ónega, quien recibió en 2005 el premio de Periodismo Jurídico. Desde su entrada en el Telediario de TVE en 1998, la mayor de las hermanas Ónega se había transformado en un referente de Justicia y Tribunales.
Actual directora del canal 24 horas de TVE, Cristina Ónega tiene una relación muy especial con su hermana. “Nos llamamos todas las mañanas”, cuenta la periodista de Televisión Española. La primogénita de los Ónega asegura que el periodismo no es el tema de conversación principal con su hermana. “Tenemos una relación de hermanas, no de periodistas. Ella me pregunta por mis hijos y yo por los suyos”. Madre de dos hijos pequeños, Gonzalo y Yago, Sonsoles mantiene un vínculo muy especial con sus sobrinos, a los que ve cada vez que se reúne la familia.
“Ella tiene pasiones”, revela Cristina Ónega. “Tiene pasión por la televisión, tiene p
asión por la literatura y tiene pasión por sus hijos. Es capaz de compatibilizarlo todo”, sostiene la periodista. La directora del Canal 24 horas relata la gran implicación que Sonsoles tiene con sus niños, fruto del matrimonio de la presentadora con el abogado Carlos Pardo, de quien se separó a principios de 2020. “Es una mujer muy trabajadora, muy perfeccionista”, recalca Cristina, quien asegura además que se desvive porque todo salga bien, ya sea en el ámbito familiar o el laboral.
Una muestra de esta implicación de Sonsoles fue cuando habló sobre la diabetes que padece su hijo Gonzalo. Habitualmente discreta con su privacidad, la presentadora decidió abrirse ante Jesús Vázquez durante una entrevista para Mtmad. La periodista explicó las dificultades que atravesó la familia al saber que su pequeño sufría una enfermedad crónica. “Pensé que se nos iba”, se emocionaba. Sin embargo, también resaltaba que es posible cambiar los hábitos alimentarios. “He llegado a adelgazar 12 kilos desde que tuvimos que empezar a controlar los hidratos de carbono por mi hijo”, positivaba. Con su mensaje, esperaba llegar a otros padres en su situación.
Una escritora premiada
Entre otros galardones relacionados con el ámbito televisivo, Sonsoles Ónega cuenta con una Antena de Plata, un Premio Aquí TV a la mejor presentadora y un Bombín de San Isidro que ha logrado este 2021 y que cada año es otorgado en Madrid a los famosos más influyentes. Sin embargo, la presentadora también acumula otras condecoraciones relacionadas con su faceta de escritora. En el año 2004, la joven periodista lograba el premio Letras de novela corta gracias a su obra Calle Habana, esquina Obispo publicada por Septem.
Desde entonces, la periodista ha publicado cinco novelas, siendo una de las más relevantes Después del amor. Como autora consolidada, Sonsoles logró el Premio Fernando Lara de Novela del año 2017 gracias a esta historia de amor basada en la Guerra Civil Española. No obstante, su padre recuerda otros libros con los que su hija se abrió paso en el mundo literario. Con afecto, busca entre sus estanterías y saca Encuentros en Buenaval, una obra basada en Santiago de Compostela y publicada en el año 2010. “Es una enamorada de Galicia”, asegura el periodista lucense.
Como afamado escritor y articulista, Fernando Ónega recuerda con cariño los primeros golpes de pluma de sus hijas. “Siempre les decía que escribieran algo, no para publicar, sino para ir a la papelera”, rememora. “Mis primeros consejos fueron que cada día hay que leer algo y escribir algo”, asegura el periodista que el pasado 2020 ganaba su tercer premio Ondas, esta vez dedicado a su larga trayectoria profesional. Autor de, entre otros libros, la biografía de Adolfo Suárez o la del rey Juan Carlos I, el articulista de Pol se refiere a su hija menor como “la artistona de la familia”.
En este sentido, Cristina Ónega apunta al carácter creativo, aunque también sentido práctico de Sonsoles. “La información le gusta muchísimo, pero tiene muchas más pasiones”, sostiene. “Empezó a escribir muy jovencita, tiene varios premios. Me siento extraña de decir esto, porque es mi hermana, pero escribe muy bien”, opina la periodista. “Ella todo el tiempo que tiene libre se lo pasa leyendo. Es su válvula de escape”, continúa. En cuanto a las virtudes de su hermana en pantalla, Cristina comunica que el carácter alegre y fresco de su hermana le hace transmitir su pasión ante las cámaras.
Las cámaras, los libros y el periodismo. Mamó la pasión por el oficio y la ejerce sin medida, pasando todo el día en la televisión, entre un programa y otro, preparando dos programas, compaginando noticias con reportajes, con lo que haga falta. Sonsoles está en su momento, no hay duda.