Bel Mondo es una trattoria italiana tradicional de 300 asientos en el corazón de Madrid. Un espacio lleno de colores, capaz de transportarte a la Italia más profunda con tan solo poner un pie en el local. Nada más cruzar su frondosa y verde puerta de la entrada te sorprende su decoración y la buena vibra italiana que derrochan los trabajadores. Flores, luz, libros, aplausos y grandes lámparas en cada rincón del restaurante... ¿Aplausos? Sí, aplausos. Cada día que amanece en Bel Mondo, la gran familia de camareros se anima para comenzar la jornada con buena actitud y una gran sonrisa.
Así es uno de los restaurantes del Grupo Big Mamma, que ha sido clasificado como el tercer lugar en el que mejores pizzas se hornean a nivel mundial, según el ránking Top World Artisan Pizza Chains 2021 Latteria Sorrentina Award. Y que lo convierte en la mejor pizzería de la capital española. Esta lista es el resultado de una encuesta a miles de personas de todo el mundo y de los inspectores de 50 Top Pizza. Un grupo de expertos que acude a las pizzerías, de manera anónima, para valorar parámetros como el ambiente, la espera, la carta y sobre todo la calidad de la pizza.
El restaurante ofrece gran variedad de pizzas como la "pizza napoletana qué berenjenal" o la "pizza shuffle truffle", entre muchas otras. Sus precios varían desde los 7 a los 18 euros.
Los culpables del gran éxito en Bel Mondo son Víctor Lugger y Tigrane Seydoux, cofundadores de Big Mamma en 2013, el grupo que engloba a esta cadena de restaurantes; y Ciro Cristiano, el chef napolitano que ha abierto las puertas del restaurante a EL ESPAÑOL y ha desvelado todos los secretos que esconden sus famosas pizzas, las mejores de Madrid.
Este cocinero es el verdadero responsable, junto a un gran equipo, de que estas pizzas triunfen por todo el mundo. Inició su aventura en la gastronomía mudándose a Francia con 18 años para estudiar. Aunque la cocina ya corría por su sangre, pues sus padres y sus hermanos se han decicado siempre a la pastelería. "Para ser un buen cocinero hay que tocar todos los campos y sectores de la comida", cuenta este chef.
¿Su secreto? La calidad de los productos, los pequeños detalles que otorgan autenticidad a los platos y la gran familia que se crea en la cocina cada vez que toca hornear una pizza. Nadie es más que nadie y todos están en el mismo pódium.
El valor añadido
Otro de los motivos por el que Bel Mondo ha rozado la cima ha sido por los rincones que lo componen, cada salón está ambientado en distintos lugares del mundo. Diseños que simulan una villa de verano a orillas del Lago di Gardde o un apartamento de los 80. Un espacio de 900 metros cuadrados que te envuelve en su paraíso.
"Quiero que la gente venga a un restaurante de fiesta. Que no piensen en cómo ir vestidos ni en el precio de las cosas, pues es bastante asequible. Es un restaurante informal, la gente puede venir cómo quiera y que nunca se pueda sentir juzgado", cuenta a este periódico Ciro Cristiano, chef de Bel Mondo.
El nombre de Big Mama, por otro lado, simboliza el momento más especial para el ser humano "Es cómo ir a comer el domingo casa de tu madre". Degustar tu plato favorito sin tener ninguna otra preocupación.
Con la mirada enfocada a los dos grandes hornos de leña, Ciro Cristiano se dispone a explicarnos lo que mejor sabe hacer, sorprender y dejarte con ganas de más. La gestualidad del pizzero napolitano es lo más importante, siendo parte del Patrimonio Inmaterial de la Unesco. "El verdadero valor añadido está en el equipo. Hacer una pizza está en saberse la receta, pero la pizza napolitana no es una receta. Nuestra pizza es saber cómo la gente toca la masa, como queda aire en el borde, la cocción y sobre todo la gesticulación del pizzero", explica el chef.
— ¿Algún secreto como chef?
— El equipo y saber hablar con ellos. Sin un buen equipo no se puede hacer nada. Quiero que cuando la gente entre, respire el buen rollo que desprendemos.
Pero no creo que con solo el ambiente Bel Mondo haya conseguido colarse en el paladar de los madrileños. Aquí hablamos del producto, un producto que proviene de los mejores sitios de Italia: la mozarella, el tomate, la masa de pizza, el parmesano... a excepción del aceite, que como dice el chef... "Como el de España no está ninguno".
Aunque para ser un chef napolitano, los españoles le han conquistado el corazón. Los italianos sueñan la dolce vita, buscan la dolce vita y los españoles la dolce vita la tienen en casa. Para Ciro Cristiano, los españoles son más exigentes a la hora de comer, están acostumbrados a una buena cultura de la gastronomía desde bien pequeños, pero no le supone ningún inconveniente, al revés, un reto más para su lista.
"No pensar que vas a tener éxito, es el principio del éxito". Así describe el chef napolitano, nacido y criado en una familia de pasteleros, la importancia de darle valor a los detalles. No le gusta que su restaurante sea un "local de moda", prefiere crear un rincón que perdure en la cultura gastronómica madrileña.
— ¿Qué ha significado para vosotros el resultado de "Top 50 pizzas"?
— Más que un resultado de cara al público, es un resultado para el equipo. Es muy importante tener motivado a los trabajadores. Yo todos los días digo que tengo campeones en la cocina y no quiero ser yo quien lo diga, quiero que lo vea todo el mundo que entre por la puerta.
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