La vida de la gaditana C. B. se oscureció a finales de agosto de 2020, cuando un médico le explicó que padecía cáncer. Durante los seis meses anteriores, cada viernes le extraían jeringas de líquido de su pecho derecho.

“Estaba inflamadísimo, como una pelota, y amoratado”, cuenta la mujer, de 32 años. “La hinchazón iba acompañada de pérdida de cabello y fiebres altas casi cada noche”. 

A la joven le dijeron que estaba enferma a causa de las prótesis mamarias que se implantó cuatro años antes, en mayo de 2016. Eran la sustitución a otras que se puso en 2008.

Ahora esta mujer ha decidido enfrentarse a un coloso. Ha demandado a la multinacional que las fabricó, Allergan, cuya sede está en Dublín (Irlanda), pero que tiene presencia en 100 países del mundo.

Esta mujer, al principio, pensó que se trataba de una broma. No podía creer que hubiera enfermado por sus prótesis. Pero así se lo dijeron. “Linfoma de células grandes anaplásico asociado a implante mamario”, se lee en el expediente médico de la mujer.

El dictamen de su doctor era claro. Padecía un inusual tipo de cáncer que afecta al sistema inmunológico. No es cáncer de mama, sino que se desarrolla en el tejido que rodea al implante.

Aunque ella lo desconocía cuando le diagnosticaron la enfermedad, los implantes eran de una marca que países como EEUU o Canadá, y también la Unión Europa, retiraron del mercado entre 2018 y 2019. Tras conocer la mala noticia, esta mujer empezó a buscar información acerca de la citada empresa. Con cada publicación que leía, más se asustaba. 

Informe médico en el que se dice que C.B. desarrolló un linfoma de células grandes anaplásico asociado a implante mamario. Marcos Moreno

"Veneno"

Me han metido veneno en el cuerpo. Me han introducido un cáncer y se quieren ir de rositas”, explica C. B. a EL ESPAÑOL la tarde de este pasado jueves en el porche de su adosado en Puerto Real (Cádiz).

“Si doy el paso de contar esto es porque quiero que otras mujeres que puedan estar en una situación similar a la mía se ahorren este sufrimiento y se quiten o se cambien los implantes a tiempo”. 

Esta mujer es profesora en paro de Educación Infantil. Desde que enfermó se encuentra en tratamiento psiquiátrico y bajo medicación. Todo el mes de diciembre se sometió a sesiones de radioterapia. Son tiempos complicados para ella.

“No duermo, me entran ataques de ansiedad y hay días enteros que los paso llorando”, añade. “A veces pienso que es mejor morir”. 

Esta mujer ha decidido demandar a la compañía Allergan. Le pide una indemnización de 124.000 euros. El pasado 21 de enero, el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Cádiz admitió a trámite la demanda presentada por su abogado, José Luis Ortiz.

“El daño se produjo a consecuencia de la implantación de las prótesis mamarias de esa marca”, explica el letrado a este periódico. “Estamos seguros de ello”.

En el caso de C.B., las prótesis que le implantaron eran “muy rugosas [macrotexturizadas] en su capa exterior”. Su cirujano le recomendó que se pusiera esas porque a ella, apasionada del buceo y amante del deporte en general, le vendrían mejor por tener mayor “agarre a los tejidos”, recuerda. Esa fricción continua durante años sería la que le habría provocado el cáncer.

A C.B. le retiraron los dos implantes el pasado verano. En diciembre se sometió a radioterapia. Está en tratamiento psiquiátrico. Marcos Moreno

Allergan no responde

Este periódico se ha puesto en contacto con Allergan España solicitando hablar con algún responsable de la marca. Desde la compañía explican que no van a dar explicaciones “dada la sensibilidad de la información objeto de su comunicación”. 

Este periodista insistió en la necesidad de conocer una serie de datos, como la fecha de inicio de comercialización de los dos tipos de prótesis -Microcell y Biocell- retiradas por la UE a finales de 2018, el número de prótesis vendidas en España hasta entonces, o la cifra de mujeres que han recibido un implante de ese tipo en el país.

“No vamos a realizar declaraciones ni a facilitar información al respecto”, volvió a responder la compañía. 

Se estima que en torno a 500.000 mujeres se han puesto algún tipo de implante en España en la última década. Dos cirujanos plásticos que prefieren mantenerse en el anonimato coinciden en declarar a este periódico que “miles de personas” en este país llevan alguno de esos dos tipos de implantes retirados.

“Durante un tiempo fueron muy comunes. Se vendían a un precio asequible y como producto de muy buena calidad. En países como Colombia y Venezuela, donde las operaciones estéticas son aún más frecuentes que aquí, sé de colegas que están muy extendidos”. 

La Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EEUU ordenó en julio de 2019 la retirada del mercado de una serie de productos de Allergan, entre los que se incluían los dos citados tipos de prótesis.

Este organismo norteamericano señaló que había registrado 573 casos de enfermos de cáncer relacionados con los implantes y 33 muertes como consecuencia de la enfermedad. De ellos, 481 los atribuía a Allergan, a la que responsabilizaba directamente de 12 de aquellos fallecimientos.

La decisión de EEUU llegaba meses después de que a Allergan se le retirara el sello CE de comercialización de sus productos en Europa para dos de sus prótesis. Fue en diciembre de 2018. El Ministerio de Sanidad español reaccionó de inmediato.

Dos meses más tarde, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios publicó un protocolo clínico para la detección del linfoma anaplásico de células grandes (LAGC) asociado a implantes de mama. 

“Es un tipo raro de linfoma no Hodgkin que afecta a una gran variedad de tejidos, incluyendo la mama”, señala el citado protocolo. “Se forma alrededor del implante mamario como consecuencia de la reacción del organismo a un cuerpo extraño (...) En los casos que se ha recogido la identificación del implante, sí que se ha encontrado que el LACG está asociado más frecuentemente con los implantes mamarios que tienen una cubierta texturada frente a los de cubierta lisa”. 

Ese, precisamente, era el tipo de prótesis (el más rugoso) que recibió esta mujer. “Con retirarlos a tiempo, la mujer que los lleva no sufre las consecuencias”, explica la mujer. “Pero a mí nadie me advirtió y se me despertó un cáncer del que no sé cómo voy a acabar”.

“Ahora me resulta casi imposible mirarme al espejo", dice C.B.. "No me imagino intimando con un hombre o yendo a la playa.". Marcos Moreno

Ganglios inflamados

A esta mujer le detectaron dos ganglios inflamados en la garganta a finales del pasado enero. Este próximo viernes está citada para una tercera tomografía por emisión de positrones (PET). Con la prueba sabrán si el cáncer se ha extendido más allá de su mama derecha, donde se lo detectaron en un inicio. 

En este caso, Allergan sólo accedió a ofrecerle las coberturas de la garantía del producto, que incluyen el pago de la retirada de los implantes y unas prótesis de recambio.

Entre septiembre y octubre de 2020 se lo comunicaron por correo electrónico a su cirujano y a su padre, también médico. Pero en ese momento de nada servía. La chica ya había pasado por un quirófano para que le retirasen los implantes.  

“Soy una mujer muy coqueta. Estaba feliz con mi pecho”, explica. “Ahora me resulta casi imposible mirarme al espejo. No me imagino intimando con un hombre o yendo a la playa. Más allá del daño físico, el daño moral es inmenso. Hay días que no puedo más”.

Operación real de un implante mamario. Shutterstock

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