El Campo de Gibraltar se ha vuelto a convertir en el escenario de un nuevo encontronazo entre narcotraficantes y miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado. La persecución a un supuesto narco a bordo de un todoterreno se saldó este viernes con un aparatoso accidente de tráfico en la localidad gaditana de San Martín del Tesorillo. El resultado: en el incidente vial se vio implicado un coche patrulla de la Benemérita y dos guardias civiles acabaron heridos. Las imágenes de la colisión a las que ha accedido EL ESPAÑOL revelan el grave riesgo que corrieron las vidas de estos agentes.
Los guardias civiles lesionados están destinados en el Cuartel de Guadiaro, una pedanía de San Roque, y al parecer se encontraban desarrollando un control de seguridad ciudadana con motivo del puente de la Constitución para verificar el cumplimiento de las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia de coronavirus. Pasadas las siete de la tarde de este viernes, según diversas fuentes de las Fuerzas de Seguridad, a estos agentes se les notificó la presencia en la zona de dos vehículos sospechosos vinculados a un supuesto porte de sustancias estupefacientes.
“Eran un par de todoterrenos que se dirigían a Málaga: parece ser que uno transportaba la droga y el otro, un Toyota Land Cruiser, hacía de señuelo porque circulaba con las luces apagadas”. Los mencionados vehículos estaban en la diana de una investigación del Organismo de Coordinación del Narcotráfico (Ocón Sur): el grupo especial creado por la Guardia Civil para la lucha contra el tráfico de drogas. De inmediato, la pareja de agentes del Cuartel de Guadiaro se puso tras las pista de los coches sospechosos. “La persecución se inició por la zona de La Alcaidesa”.
Los narcos llegaron a circular a más de 170 kilómetros por una carretera que atraviesa el término municipal de La Línea de la Concepción y acabaron incorporándose a la Autovía del Mediterráneo (A-7) en dirección a Málaga, con la mala fortuna de que se perdió el rastro de uno de los dos todoterreno. Los agentes siguieron en todo momento al Toyota Land Cruiser dadas las maniobras que estaba realizando, tal y como detallan las citadas fuentes: “El conductor del Toyota daba frenazos, volantazos y no encendía las luces, por lo que estaba poniendo en peligro la seguridad del resto de conductores”.
Accidente en la iglesia
En su huida el conductor del Toyota se acabó adentrando en San Martín del Tesorillo: un pueblo gaditano de poco más de 2.700 habitantes. “Estuvo a punto de atropellar a un peatón”. El supuesto narco circulaba por el casco urbano a una velocidad tan elevada que en las inmediaciones de la iglesia sufrió un accidente en el que se vio implicado el vehículo oficial de la Guardia Civil. “En una curva llegó a entrar a dos ruedas y cuando llegó a un cruce, en dirección a Jimena, el narco perdió el control del todoterreno impactando frontalmente contra el muro de la iglesia y en la colisión implicó al coche patrulla que le perseguía”, según las mencionadas fuentes.
El coche de la Benemérita acabó con el frontal destrozado y sus dos ocupantes sufrieron diversas lesiones: un agente se rompió el húmero y el otro terminó hospitalizado en observación con politraumatismos. El presunto narco, según las fotos a las que ha accedido EL ESPAÑOL, no pudo abandonar el lugar del accidente de tráfico y fue detenido después de recibir asistencia médica en los alrededores de la iglesia de San Martín del Tesorillo. De hecho, en una de las imágenes se le ve recostado en el suelo, engrilletado, mientras personal de Emergencias le atiende. "El arrestado tiene 26 años, forma parte de un conocido clan de La Línea de la Concepción y conducía un Toyota robado, con matrículas falsas".
Seis bajas en un mes
Un agente de la Guardia Civil ha detallado a este diario que, de las pesquisas de la investigación practicadas hasta ahora, se desprende que los dos vehículos sospechosos que venía siguiendo el Grupo Ocón Sur tenían un papel asignado cada uno. El Toyota Land Cruiser que causó el accidente de tráfico en el que se vieron implicados dos agentes, circulaba con las luces apagadas y llevaba los cristales tintados con spray negro, con el objetivo de atraer a los coches patrulla de la Benemérita.
El citado vehículo tenía modificado el habitáculo interior como si fuese transportando droga, pero en realidad iba vacío. "Era un señuelo de los narcos para que le siguieran permitiendo al otro todoterreno, también un modelo de alta gama, transportar el hachís en dirección a Málaga". De hecho, a este narco se le perdió la pista con la droga porque la Guardia Civil se centró en perseguir al Toyota debido a que iba realizando una conducción temeraria y estaba poniendo en riesgo la vida de otros conductores. Este porte ha sido organizado, según el mencionado guardia civil, por un conocido clan "cuyos principales cabecillas ya están en prisión".
El siniestro ha vuelto a generar inquietud entre los miembros de las Fuerzas de Seguridad destinados en el Campo de Gibraltar. “Es el tercer accidente que se produce en menos de un mes en el que se han visto implicados unos agentes ”, ha denunciado un portavoz de Jupol (Justicia Policial). El primero ocurrió a mediados de noviembre, cuando tres funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera resultaron heridos durante una persecución por aguas del Estrecho en una operación contra el tráfico de drogas.
Los miembros de Vigilancia Aduanera sufrieron lesiones después de que el conductor de una de las seis embarcaciones neumáticas sospechosas optase por realizar una maniobra brusca que causó un accidente en alta mar. El segundo incidente se produjo el 19 de noviembre, cuando unos agentes de la Guardia Civil se percataron de que en la zona de Torreguadiaro -en el término de San Roque- había un grupo de personas que trataba de suministrar varias petacas de gasolina a una embarcación.
En esta intervención fue detenido uno de los sospechosos, pero otros dos lograron huir con un vehículo con el que embistieron a un guardia civil. Este agente salvó la vida gracias a que puso las manos instintivamente para amortiguar el impacto y sufrió lesiones en ambos brazos que requirieron su trasladado al hospital. El tercer siniestro es el ocurrido este viernes en San Martín del Tesorillo, en el que se vieron afectados dos guardias civiles, con lo que se eleva a seis la cifra de bajas en las Fuerzas de Seguridad por incidentes relacionados con el mundo del narco en el Campo de Gibraltar.
Guarderías en pueblos pequeños
Un portavoz de Jucil ha insistido en la necesidad de que el Gobierno de España tome más medidas para atajar la actividad del mundo del narco: “Estamos pidiendo al Ministerio del Interior que declare el Campo de Gibraltar como Zona de Especial Singularidad para dotar de más medios a las Fuerzas de Seguridad que trabajan en esta zona de la provincia de Cádiz y para que los agentes cobren un plus de peligrosidad cuyo importe determine el Ejecutivo central”.
Esta petición de Zona de Especial Singularidad no es nueva y en otras ocasiones ya se la han trasladado al Ministerio del Interior otras organizaciones que representan a la Guardia Civil. Prueba de ello es que el 20 de noviembre, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ya reclamó esa medida al ministro Fernando Grande-Marlaska alertando de la escalada de violencia en el Campo de Gibraltar, la sierra gaditana y la provincia de Málaga: "La violencia que ejercen clanes y mafias contra los agentes de seguridad en la costa andaluza no da tregua".
En los últimos tiempos los miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil vienen detectando que las organizaciones de tráfico de drogas ejercen cada vez más violencia en las persecuciones en las que se ven envueltos con vehículos oficiales. Otra práctica al alza de los narcos es apostar por pueblos con pocos habitantes y en zonas aisladas de la provincia de Cádiz para montar en cortijos y casas de campo sus guarderías: los almacenes donde guardan la mercancía (hachís, cocaína o marihuana) antes de ser llevada a otros puntos para ser distribuida.
Precisamente, las citadas fuentes de las Fuerzas de Seguridad sospechan que el Toyota que causó el accidente donde resultaron heridos dos guardias civiles y el todoterreno que huyó en dirección a Málaga podrían proceder de alguna población pequeña donde fueron a cargar droga.