Sonia Valbuena, directora del Comité Antisida, y uno de sus puestos informativos

Sonia Valbuena, directora del Comité Antisida, y uno de sus puestos informativos

Salud

Sonia Valbuena, directora del Comité Antisida de A Coruña: "El VIH es un virus, nada más"

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Este domingo 1 de diciembre se celebra el Día Mundial del Sida bajo el lema "Sigamos el camino de los derechos". La terapia antirretroviral ha logrado aumentar la calidad y la esperanza de vida de los/as pacientes, pero éstos siguen enfrentando problemas en su día a día debido al estigma que aún sigue ligado a la enfermedad. Sonia Valbuena, directora del Comité Antisida de A Coruña (Casco), recuerda que "el VIH es un virus, nada más" y aboga por educar a la sociedad para acabar con el estigma.

En el Área Sanitaria de Coruña y Cee son 1480 las personas que viven con el VIH, mientras que 300 reciben tratamiento de PrEP (profilaxis preexposición), según datos proporcionados por la Unidad de enfermedades infecciosas. El avance de las terapias ha logrado que las personas que conviven con la enfermedad vean aumentada su calidad y esperanza de vida de forma exponencial desde el comienzo de siglo, sin embargo, siguen existiendo, a juicio de Valbuena, algunos datos alarmantes.

Para empezar, la directora de Casco alerta del "alza de la transmisión de las ITS (infecciones de transmisión sexual) en los últimos años". En aquellos casos en los que existe riesgo de contagio del VIH actualmente se emplea la PrEP, pero "no existe un método similar de prevención para las demás ITS". Ello está provocando "un alto índice de transmisión, así como resistencias a los tratamientos". "Con lo cual, ojo, que en unos años nos podemos echar las manos a la cabeza", asegura.

Valbuena lamenta asimismo que prácticamente "la mitad de los diagnósticos son tardíos". "Esto significa que las personas que podrían estar tratadas, y por lo tanto mejorar su calidad de vida en el futuro, están teniendo un virus activo que no está tratando y está deteriorando su sistema inmunológico y haciendo reservorios", explica. Por lo tanto, se trata de personas que, además, "pueden transmitir la enermedad". 

En ese sentido, recuerda que "indetectable es igual a intransmisible", es decir, que "las personas en tratamiento antirretroviral no transmiten la enfermedad, pueden tener hijos naturalmente, relaciones sexoafectivas...". Por ello es tan importante "realizar cribados a toda la población sexualmente activa", de modo que los diagnósticos se realicen a tiempo para que las personas afectadas pueda empezar el tratamiento cuanto antes.

Esa tardanza en el diagnóstico se debe en parte a las trabas que encuentra muchas personas para poder acceder a las pruebas de VIH. Para ello, considera necesario "implicar a toda la atención primaria, para que los médicos dejen de juzgar o de hacer preguntas", ya que, lamenta, una gra parte del personal sanitario "es ignorante en el ámbito del VIH". "Si quieren hacerse una prueba de VIH, que no les pregunten nada, que no les hagan un interrogatorio y que se la faciliten", recomienda.

Este problema es estructural, pero Valbuena asegura que se vuelve más grave en el entorno rural, donde muchas personas no logran acceder a estas pruebas en parte por miedo a ser juzgadas. De hecho, desde Casco promocionan ese diagnóstico a través de iniciativas como el programa Sida Móvil, un vehículo que llevan a sitios de ocio nocturno y festivales "para hacer pruebas in situ". Casi siempre acude "mucha gente que es de fuera de las ciudades diciendo que se quieren hacer la prueba pero sus médicos de cabecera les ponen problemas".

El peso del estigma

Pese a los avances médicos, las personas con VIH siguen efrentándose en su día a día al peso del estigma. Por eso, en estos momentos la principal lucha de las/os pacientes es "lograr mayor calidad de vida y la eliminación del estigma", indica Valbuena, que lamenta que aún persiste la discriminación, por ejemplo en el entorno laboral. De hecho, "las estadísticas nos dicen que casi un tercio de la población asegura que no trabajaría con una persona seropositiva".

"El VIH siempre se asoció con conductas viciosas y a un gran sentimiento de culpabilidad, que es algo que afecta a la calidad de vida, y es en lo que estamos trabajando, con el objetivo de que se deje de juzgar a las personas para que se perdonen a sí mismas y dejen de tener ese sentimiento de culpabilidad", señala la presidenta de Casco.

Ese estigma tiene un impacto directo en la salud mental, un problema que es "acuciante" tratar. "Tienen que enfrentar situaciones que son realmente difíciles, y además sabemos que el estado psicológico afecta directamente en el estado físico y en las evoluciones de las enfermedades. Por lo tanto, al final estamos dejando una pauta muy importante sin tratar", señala.

Por todo ello, Valbuena recuerda que "el VIH es un virus, nada más", y aboga por educar a la sociedad para lograr terminar con ese estigma. "No hay que informar, hay que educar, de manera absolutamente objetiva y científica", añade.