Cada 19 de octubre se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, una jornada reivindicativa que este año está centrada en la importancia de la detección precoz y de la investigación. La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) abandera esta lucha y ofrece distintos servicios de forma gratuita en sus centros gallegos, así como un teléfono disponible las 24 horas del día los 365 días del año. Rosa es una de las pacientes de cáncer de mama en A Coruña que recibe atención de la asociación, de su proceso destaca la terapia psicológica, el apoyo de su familia y el deporte como mayores aliados.
Rosa tiene 54 años y reside en A Coruña desde hace un mes, a donde se mudó desde Carballo para estar más cerca del CHUAC. En este hospital recibe actualmente tratamiento por un cáncer de mama metastásico que le diagnosticaron en 2021, cuando aún golpeaba la pandemia de la Covid que añadió una variable extra de preocupación a los pacientes de otras enfermedades, que en muchos casos vieron retrasadas sus pruebas.
A Rosa la noticia le llegó en un mes de julio después de haber sentido unas molestias que provenían del hígado. Su médico, alertado por la fiebre que también padecía, decidió hacerle más pruebas. Los resultados acabaron mostraron dos tumores en el pecho derecho, con metástasis en el hígado y en los huesos. "Me agarró de sorpresa, fue un shock, no me lo esperaba, la noticia me cambió todo a nivel personal. El primer mes fue un caos", cuenta.
Aquellos momentos mientras le hacían pruebas fueron duros y confusos, por suerte, una de las tres hijas de Rosa sabía que la AECC cuenta con servicio psicológico gratuito y enseguida se puso en contacto con ellos. "Tuve que buscar ayuda mentalmente enseguida, pero mi situación económica no era buena para pagar un psicólogo, por eso para mí la ayuda de la asociación y de mi familia ha sido fundamental", asegura.
El cáncer de Rosa no tiene cura pero "dentro de lo malo", destaca, "va lento". Ella no recibe quimioterapia, sino un tratamiento hormonal que no le produce efectos secundarios como la caída del cabello, pero sí le provoca dolor muscular y cansancio. Con todo, dos años después de haber recibido el diagnóstico puede celebrar que el tratamiento está haciendo efecto "y los tumores de la mama están muy pequeños, también se ha hecho más pequeña la metástasis del hígado y la de los huesos están quietas", relata.
"La enfermedad es dura y necesitas herramientas"
En todo este proceso otro de sus pilares fundamentales junto a la terapia y su familia ha sido el deporte, en concreto caminar y realizar entrenamiento de fuerza, y gracias a eso ahora puede decir que muchos días se encuentra "fantástica". "El 80% de lo bien que me siento es gracias el ejercicio físico", asegura.
Sin embargo llegar hasta aquí ha sido un proceso difícil. "Al principio iba del sofá a la cama y me medicaron para dormir. La enfermedad es dura y necesitas herramientas, al principio no te deja pensar en nada más que te vas a morir. Hasta que dije ‘no, no puedo estar así’. Es normal caer en este estado, pero hay que levantarse", subraya.
Ahora, aunque sigue habiendo días malos, se levanta muchos días a las 6:30 de la mañana y sale a caminar o va al gimnasio a hacer pesas. "A veces me levanto mal, con dolor de cabeza, o sintiéndome agotada, pero me he dado cuenta de que el agotamiento me lo quita el deporte". "A veces cuesta horrores, pero ayuda muchísimo", reitera.
"Mucha gente me ve y no piensa que tenga cáncer por mi aspecto", reflexiona, y es que socialmente pervive una idea muy estanca sobre lo que es la enfermedad, y cómo deben verse o vivir las personas que atraviesan por un proceso así. "A veces cuando voy al hospital y veo a otros pacientes yo misma me siento afortunada por cómo estoy, aunque yo también estoy mal", añade. Curiosamente, al mismo tiempo, la vida en sí misma parece desarrollarse al margen de la enfermedad, mirando hacia ella solo cuando nos toca cerca.
En ese sentido, Rosa sabe que "cada persona y cada caso es un mundo", pero anima a quien la pueda leer a buscar ayuda en espacios como la AECC, donde además de asesoramiento y atención 24 horas, se imparten actividades gratuitas, así como salir a la calle o hacer algo de ejercicio si su condición lo permite. También pone el foco en la necesidad de que la sanidad pública asegure la atención y las pruebas necesarias para detectar mucho antes esta enfermedad y prevenirla "de jóvenes".
"Piensas, ‘¿por qué a mí?’ Pero nadie está libre. De la noche a la mañana te llega un cambio total. Cuando te pasa ves que no nos cuidamos lo suficiente. La sociedad te enseña que hay que trabajar, trabajar y trabajar, y no nos damos cuenta de que primero estamos nosotros", añade.
"La detección precoz salva vidas"
La detección precoz está en el foco de la jornada de este año porque "está demostrado" que detectar pronto la enfermedad "no solo reduce la mortalidad, sino que ayuda a cronificarla, aumentando la esperanza de vida", explica Dolores Estrada de la AECC en A Coruña, quien llama a trasladar el mensaje de que "la detección precoz salva vidas".
Asegurar esa detección es trabajo fundamental de las instituciones públicas, pero también, apunta Estrada, de las propias mujeres, a las que "corresponde cumplir esos cribados y a no bajar la guardia". Por ello anima a no dejar de realizar la autoexploración y acudir a las pruebas contempladas para las franjas de edad de mayor riesgo.
En cuanto a la investigación, subraya que el caso del cáncer de mama es importante seguir trabajando para "conocer en profundidad las causas moleculares que llevan al desarrollo de las metástasis".
En ese sentido, Estrada destaca que la AECC trabaja para que se "identifique el diagnóstico de cáncer de mama metastásico, así como nuevas dianas terapéuticas para tratar de manera más precisa y personalizada conseguir nuevos avances", además de "impulsar permanentemente la investigación en cánceres de mama más complejos".
Finalmente, desde la AECC recuerdan que cuentan con un teléfono de atención para pacientes y familiares que funciona las 24 horas del día, todos los días del año, el 900 100 036. Así como que todos los programas y servicios que ofrece la asociación, incluyendo la atención psicológica, son gratuitos aunque no se sea socio.