Un corte de pelo va más allá de la estética. Esto lo saben bien en las peluquerías caninas de A Coruña, donde realizan con mimo y cuidado el mantenimiento de cada perro según su raza. Y es que no es lo mismo cortar que deslanar, ni tampoco cortar el pelo duro que el rizo. Así nos lo explican la responsable de la peluquería canina La Cantina, Maite Caparrós, y la trabajadora de Lavakan, Maite Rodríguez.
La higiene es precisa en todos los perros, pero los cortes de pelo varían según el animal. "Cada raza tiene un corte específico. Antes los perros eran funcionales y según la función que tenían se acomodaba el corte al trabajo. Todo empezó así. Ahora el perro es más urbanita y lo que hay es un corte comercial y un corte de exposición", explica Maite Caparrós.
El corte comercial es el más habitual en el día a día, siempre adaptado a la comodidad de cada animal. El principal objetivo de esta medida es que el can "esté higiénico" y que vaya protegido del sol, lo que resalta la importancia del trabajo de estos profesionales que cuidan de estos amigos tan preciados.
"Hay varios tipos de manto y los que son más frecuentes en la peluquería son los de pelo largo, pelo duro estilo schnauzer y pelo rizo, como el perro de agua", explica Maite Caparrós. La responsable de La Cantina aclara que hay razas como el caniche o el cocker que deben acudir más a la peluquería, mientras que otras como los collie no van por corte, sino para deslanar o peinar.
Algo en lo que coincide Maite Rodríguez, que explica que no se debe cortar el pelo a un pastor alemán, a un collie o a un golden, razas cuyo pelo "no se rapa ni se corta, se deslana". "Son razas que mudan de pelo dos veces al año, y mientras haya calor van a mudar más porque necesitan refrescar el cuerpo. Cuando llegue el frío dejarán de mudar y el pelo se engrosará", explica la trabajadora de Lavakan.
El corte de pelo se realiza según la raza de cada animal, como el schnauzer o el perro de agua, este último de forma totalmente manual, evitando pasar la máquina. "Hay perros de pelo corto como el bulldog, el pitbull o el rottweiler a los que les cae, y lo que se hace es deslanarlos para arrancarles el pelo cortito", explica Maite Rodríguez.
Visitar la peluquería una vez al mes
Maite Caparrós, por su parte, indica que ella corta con el perro ya limpio. "Yo corto en limpio, me enseñaron así. Tardo más y echo más jabón, pero el perro queda diferente. Hay gente que lo hace al revés: corta en sucio, lava, seca y listo en una hora, mientras que a mi me lleva dos", indica la responsable de La Cantina.
La recomendación, por otro lado, es que los animales acudan mensualmente a su peluquería canina, aunque hay personas que los llevan semanalmente y otras que lo hacen una o dos veces al año. Cada animal, sin embargo, es diferente, y lo mejor siempre es hablarlo con los profesionales que van a "poner guapo" a nuestro can.
Y es que ellos saben mejor que nadie cómo cortarles el pelo, pero también cómo hacer para que estén quietos mientras les hacen el necesario arreglo de look. "Si no tienes el material específico el perro está muy incómodo, le crea mucha inseguridad", explica Caparrós, que señala que ella trabaja sobre mesas forradas con un tablero de goma que le da más adherencia al animal.
Fundamental también es el cuidado en casa: los caniches y los malteses, por ejemplo, se deben peinar a diario para evitar la formación de nudos. Esto facilita poder hacerle posteriormente los cortes apropiados o deseados por el dueño, ya que el can tendrá el pelo en mejores condiciones y no sufrirá mientras le quitan los nudos. "Cuidarlo bien: peinarlo, secarlo, limpiarle los dientes…", enumera Rodríguez.
El corte de pelo forma parte de una higiene completa
Muy relacionada con el corte de pelo está la ducha, que también puede hacerse a menudo en estos espacios. "Yo tengo una ducha hidráulica. No cojo a ningún perro en brazos. Bajo la ducha, le abro la puerta y sube solo. Al igual que a la mesa, sube solo. Cuanto menos lo manipules, más tranquilo está", explica Caparrós, que señala que hay animales muy habituados a recibir este tipo de tratamientos.
Lavakan, por otro lado, es una "lavandería de mascotas" con cabinas individuales que se pueden usar también en manual y cerrarse para lavar al perro "automáticamente". Así, el cliente puede hacer el servicio él mismo o solicitar que lo haga un trabajador, al mismo tiempo que también puede aplicarse ozono (que elimina bacterias que causan malos olores y ayuda a cicatrizar heridas) y champú antiparasitario.
La recomendación de la trabajadora de Lavakan es bañar a los perros al menos una vez al mes e incide en la importancia de secarlos. "No sirve de nada usar los mejores productos si dejamos al perro húmedo. Va a oler peor que como estaba antes y nos arriesgamos a que coja hongos por la humedad", explica Rodríguez.
"Cuando lavamos nosotros a las mascotas, aplicamos todos los tratamientos: el ozono, el antiparasitario, la limpieza de oído, la limpieza de dientes, el corte de uñas y el vaciado de las glándulas anales siempre que sea necesario", explica la trabajadora de Lavakan, que señala que también disponen de tienda.
Y es que la visita a la peluquería canina va más allá del corte de pelo o el deslanado, e incluso más allá de la ducha. "Se hace un completo. Afeito la almohadilla por debajo, les hago las uñas, los interiores del pelo que sobra, los oídos, los ojos y el culillo", explica Caparrós, que señala que es fundamental prestar especial atención a las zonas en las que podría haber más presencia de bacterias o suciedad.