Dice el refranero gallego que a San Andrés de Teixido vai de morto que non foi de vivo. Y es por ello que el conocido como Camiño do Medievo GR-55 constituye una oportunidad única para visitar y descubrir este rincón de Cedeira que alberga en sus entrañas la verdadera esencia de la identidad gallega.
La ruta en cuestión es uno de los caminos de largo recorrido que dirigen sus pasos hacia el santuario de San Andrés de Teixido, una peregrinación de más de 100 kilómetros y cinco etapas que transcurren por el interior más rural de la provincia de A Coruña. El punto de partida de esta extraordinaria senda se encuentra en la localidad de Betanzos y atraviesa a lo largo de su recorrido otros nueve términos municipales coruñeses: Coirós, Paderne, Irixoa, Monfero, A Capela, San Sadurniño, Moeche, Cerdido y Cedeira.
Cabe recordar que el itinerario de esta Ruta del Medievo se encuentra basado en un recorrido que hacían antaño los emisarios de la familia Andrade, señores feudales de estos territorios, para cobrar los tributos impuestos a los campesinos de la zona. En el presente, este sendero natural permite a los caminantes sumergirse en la historia y los paisajes más recónditos de las Rías Altas, descubriendo a su paso el impresionante patrimonio y arquitectura medieval que salpica toda la zona, así como también las cuencas fluviales o los frondosos bosques que tiñen de verde este camino histórico entre Betanzos y el lugar sagrado de San Andrés de Teixido.
Una ruta por la historia y los paisajes del norte de Galicia
El casco histórico de Betanzos, las riberas del río Castro o del Belelle, los emblemáticos monasterios de Monfero y Caaveiro o incluso los restos del antiguo castillo medieval de Narahío son algunos de los elementos más destacados de esta ruta de peregrinación que pone rumbo al santuario de San Andrés de Teixido. El valor de este arcaico recorrido también viene precedio por su historia, pues se dice que esta senda espiritual es más antigua incluso que el propio Camino de Santiago.
De hecho, el santuario de San Andrés de Teixido se posiciona como uno de los más visitados de toda Galicia y una de las mejores formas de hacerlo es, sin atisbo de duda, a través del Camiño do Medievo. Alrededor de 100 kilómetros separan el inicio y el final de una senda que se divide a su vez en cinco etapas con recorridos que rondan los 20 kilómetros de media, por lo que resulta totalmente asequible tanto para senderistas experimentados como principiantes.
En la primera etapa del Camiño do Medievo, la ruta parte de Betanzos, un municipio histórico que llegó a ser capital del antiguo Reino de Galicia. El itinerario atraviesa hasta tres iglesias góticas en este punto: la de Santiago, Santa María do Azogue y San Francisco. También los parques del Pasatiempo o pazos como el de Bendaña, Taboada y Torre de Lanxós forman parte de este primer tramo de 21 kilómetros que se extiende por la ribera del río Madeo hasta el término municipal de Monfero.
En su segunda etapa, el camino se abre paso desde el Monasterio de Santa María de Monfero, un tesoro del arte barroco con detalles del románico que en el presente se encuentra totalmente abandonado. En este tramo la ruta se adentra en uno de los lugares más bonitos del Camiño do Medievo: el Parque Natural das Fragas do Eume, uno de los ejemplos mejor conservados de bosque atlántico de Europa. Y una vez dejamos atrás este paraíso verde a orillas del Eume y las joyas patrimoniales que oculta (como Monasterio de San Xoán de Caaveiro), el punto final de la ruta nos espera en la conocida Serra da Capelada.
A mitad del Camiño do Medievo, el paisaje se llena de molinos y el sonido del agua se vuelve una constante. Los márgenes del río Belelle y del Castro se vuelven la estela a seguir en esta tercera parte de la ruta entre A Capela y San Sadurniño. No obstante, el tesoro de esta etapa (y final de la misma) es sin lugar a dudas un castillo abandonado enclavado en un peñasco rodeado de precipicios. A orillas del río Castro, los restos del antiguo castillo de Narahío sorprenden al caminante en un entorno natural que sirvió desde la Edad Media como puesto de vigilancia y fuerte defensivo.
Entrando ya en la penúltima etapa, la naturaleza se abre camino entre los municipios de San Sadurniño y Cerdido. El castelo de Moeche es la auténtica joya de la corona en este tramo final del camino, todo un símbolo del pasado y victoria durante las Revoltas Irmandiñas que sacudieron Galicia entre 1467 y 1469.
Por último, la quinta etapa entre Cerdido y San Andrés de Teixido atraviesa también los acantilados más altos de la Europa Occidental, enmarcados en plena Serra da Capelada, en el entorno más próximo al pico de Vixía Herbeira. Hablamos de un lugar de enorme riqueza natural y paisajística, cuyo horizonte se encuentra definido por unos precipicios que llegan a alcanzar los 620 metros de altura. Precisamente es este paisaje mágico y salvaje el que envuelve también al destino final del Camiño do Medievo, una estampa única que tiene al santuario de San Andrés de Teixido como protagonista absoluto de esta bonita ruta de peregrinación.