‘My last two years’: Así documentará el gallego Carlos Caraglia sus últimos años de vida
Le diagnosticaron un tumor cerebral y su vida pasó a estar cuantificada, lo que le ha llevado a desprenderse de todo lastre y a tomar la decisión de utilizar su bagaje audiovisual para narrar su propia experiencia
6 noviembre, 2021 06:00"¡Qué bien he hecho en vivir lo que he querido vivir!". Este no es un extracto motivacional de un post de Instagram, ni tampoco el mensaje de una taza de desayuno; son las palabras del aventurero y productor de documentales ferrolano, Carlos Caraglia. Un tumor cerebral ha activado la cuenta atrás de su crono vital y lejos de deprimirse o enfrentar este duro varapalo desde la tristeza, Carlos se muestra tranquilo y con ganas de hacer lo que le hace feliz hasta el final. Así, prepara el documental ‘My last two years’ en el que abordará cuestiones como su propia operación, en un formato hasta ahora inédito, que ha generado interés entre grandes distribuidoras.
No es esta una entrevista al uso, quedamos con Carlos en una cafetería y antes de arrancar la charla planean los nervios que se aplacan rápidamente, eso sí, ante la tranquilidad de su llegada. "Yo no puedo tomar nada que hoy empiezo con un ciclo de quimio", explica el aventurero a Quincemil en un tono distendido. A lo largo de la conversación pedirá un vaso de agua para tomarse el arsenal de medicación que tiene pautada a diario y lo hará, además, con naturalidad y buen humor.
Y es que Carlos tiene la capacidad de mirar de frente a la vida y, sobre todo, de poder decir que la ha exprimido hasta las últimas consecuencias. CEO y fundador de la productora audiovisual ‘Earth360’, este ferrolano ha sido todo lo que muchos niños y niñas dicen querer ser de mayores: Explorador polar, instructor de buceo, documentalista, speaker, filmmaker, fotógrafo o piloto oficial de drones, entre otras.
"He tenido el privilegio de trabajar cinco meses al año y hacer, además, lo que me gusta", explica Carlos que es consciente de que es algo que pueden decir muy pocas personas. "He viajado, conocido gente, he encontrado a la mujer de mi vida y eso no tiene precio", confiesa rebosando plenitud.
Tras una vida llena de experiencias extremas, para este aventurero no hay ahora un plan mejor que pasear con su perro por la playa de Doniños, aunque Carlos tiene todavía, eso sí, muchos planes.
Tiempo de prórroga
Carlos relata cómo, tras una complicada operación que pudo filmar, su esperanza de vida pasó de 6 meses a 2 años. Eso para él resultó todo un "regalo" y es consciente además de que la "actitud" al encarar una enfermedad de este tipo es muy importante. "No sé si van a ser dos años o más o quizás menos", expone a este diario.
No obstante, tiene claro que está "tranquilo" y que ha tenido el privilegio de "haber vivido más que otros". En este tiempo de prórroga o "margen extra" con el que no contaba, Carlos tiene en mente un viaje a Groenlandia que podría producirse en mayo y que formará parte de esa propuesta documental "My last two years".
"Es complicado porque hay que tener en cuenta los ciclos de quimio y mi estado y los costes son grandes", pero, destaca Carlos, " siempre he sido un conseguidor". En Groenlandia se entrevistará con científicos y expertos para abordar el cambio climático y sus consecuencias, algo en lo que siempre ha estado muy concienciado.
"No desperdiciar la vida" es una máxima que Carlos siempre ha puesto en práctica y, a pesar de haber sufrido dos infartos, nunca ha renunciado a la aventura. "He vivido muchas situaciones de riesgo, era un bestia", explica muy consciente de la importancia de cuidarse.
"Después del diagnóstico he bajado muchos quilos", confiesa. "Estaba gordo y eso no es sano, hay personas que no admiten que esto sea así" y es una "cuestión de calidad de vida y no de aceptación social", reflexiona Caraglia.
"Hay que estar bien con uno mismo, lo demás no importa" y ahora su objetivo es el de cumplir con todas las recomendaciones médicas para poder seguir dando lo mejor de sí mientras se pueda.
Su mejor causa
Carlos, con su cámara como herramienta, tiene claro por una cuestión de formación profesional que "todo es cuestión de enfoque" y con el objetivo de "sacar partido" de esta situación se prepara para poder mostrar que el planeta, al igual que sucede con el cuerpo humano, nos está dando múltiples avisos. "El planeta se va a equilibrar y eso escapa del control humano", sentencia.
Vienen tiempos complicados y, en ese sentido, se considera "un privilegiado porque viví una época dorada". El audiovisual es su modo de mostrar un tema muy complejo y que nos afecta a todos y tiene claro que todo esto es una oportunidad para que "tu peor momento sea tu mejor causa".
Carlos, que avanza tiene previsto tener el documental preparado a finales de septiembre-octubre del próximo año, ha firmado otros productos de gran valor social como el documental ‘El lado humano’, que puede verse en la plataforma Filmin y que nos traslada al interior de los hospitales madrileños en plena pandemia para tratar deabordar la magnitud y las dimensiones de lo vivido a través de voces protagonistas.
A lo largo del documental y teniendo en cuenta la nueva realidad de Carlos, destacaca el consejo que una mujer que acaba de perder a su marido traslada al equipo de rodaje: "Cuidaos, que la vida es muy corta".
Actualmente es él el que sabe mejor que nadie el sentido de esa frase y su clave está en el tipo de vida que decidas vivir. "Hay gente que vive para trabajar en cosas que no le gustan" y, para Carlos, "lo más duro es darte cuenta de que no has hecho nada".
A él no le pasará y confiesa, además, que va a "dar de baja el móvil para liberarme de todo". "En estos momentos lo más importante es deshacerse de lastre y llevar la mochila lo menos cargada posible", así lo ve Carlos.
Con sumo agradecimiento por habernos dedicado su bien más preciado, el tiempo, nos despedimos de un Carlos que se marcha tranquilo a su sesión de quimioterapia, con su mochila liviana y la seguridad de haber hecho siempre lo que le ha dado la gana, lo que le permite echar la vista atrás y no tener la necesidad de elaborar esa lista, tan cinematográfica, de las cosas que le quedan por hacer porque simplemente las ha ido viviendo siempre que se ha dado la oportunidad.