Desde el "Niágara" gallego que desemboca en Dumbría hasta la más alta caída de montaña, la provincia herculina ofrece de norte a sur y de este a oeste un sinfín de fervenzas enmarcadas en plena naturaleza atlántica. Es habitual que en torno a ellas gire una o varias rutas de senderismo, aunque siempre conviene comprobarlo previamente. Recorremos las diferentes áreas comarcales de A Coruña en busca de los saltos más sorprendentes.
- OESTE: Costa da Morte (Bergantiños, Terra de Soneira y Fisterra)
- NORTE: Ferrol, Eume y Ortegal
- ESTE: Betanzos y Terra de Melide
- CENTRO: Santiago, Arzúa, A Barcala y Xallas
- SUR: Barbanza, Muros y Noia
Costa da Morte (Bergantiños, Terra de Soneira y Fisterra)
Iniciamos nuestra aventura por las comarcas bañadas por la Costa da Morte. Nos adentramos en Bergantiños, Fisterra y Terra de Soneira para conocer las caídas de agua más seductoras de la fachada occidental de A Coruña.
Brixería (Ponteceso)
La primera fervenza de nuestra guía se encuentra en el lugar de Brixería, a escasos 2 kilómetros de Ponteceso. Esta melancólica caída de agua pertenece al torrente do rego das Bouzas, que desemboca junto al paseo fluvial de la villa del poeta Eduardo Pondal.
Budián (Zas)
Esta fervenza próxima a A Piolla, en Zas, recorre el rego da Fervenza para caer sobre un rocoso desnivel en mitad de la frondosidad del bosque. La densa vegetación y la singular belleza del paraje convierten esta cascada en una de nuestras favoritas.
Caldeiras do Castro (Muxía)
El concello de Muxía alberga en su interior una espectacular catarata que da paso a una amplia piscina natural en el río Castro. El lugar está indicado para darse un baño tranquilamente mientras se escucha el resonar del agua en medio de una paz absoluta. Sin duda, es otra de las que más nos gustan.
Ézaro (Dumbría)
A caballo entre Cee y Carnota, la fervenza de Ézaro se trata de la única en Europa que desemboca directamente en el mar. La caída principal roza los 50 metros de altitud, convirtiendo el lugar donde muere el río Xallas en todo un espectáculo los 365 días del año. A día de hoy su gran popularidad la convierte en uno de los principales reclamos turísticos próximos a Finisterre. Como es obvio, también nos encanta.
Pozo da Forca (Cabana de Bergantiños)
El rego da Barcia, en Cabana de Bergantiños, rompe fuertemente sobre un desnivel, formando una pequeña pero potente cascada. Situada en un emplazamiento tenue y escondido, el Pozo da Forca parece obra de un feitizo.
Rabiñoso (Zas)
Cerca de la de Budián, la cascada de O Rabiñoso fluye elegante y ligera sobre un paraje totalmente onírico. ¿Qué tendrá Zas que tanto nos gusta? Esta bella escalinata de agua que baja el río Parga puede contener la respuesta.
Rus (Carballo)
Próxima a la de Entrecruces, la fervenza de Rus cae desde una altura considerable en las cercanías de Santa Eufemia de Ramil. El rego da Férveda es responsable de esta asombrosa cascada en pleno monte carballense.
Saímia (Ponteceso)
A un paso de Ponteceso se encuentran los saltos da Saímia, donde cae el río Anllóns tomando la forma de una catarata baja y escalonada. El lugar, muy próximo al núcleo urbano, resulta ideal para pasar un rato de relax o merendar.
Ferrol, Eume y Ortegal
Tras el deleite que nos brinda la Costa da Morte, pateamos a paso ligero el extremo septentrional de la provincia de A Coruña en busca de los saltos de agua más sensacionales de las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortegal.
Auga Caída (Mañón)
De esta exuberante manera cae el rego do Seixo sobre el río Sor. Los casi 30 metros de caída en picado de la fervenza de Auga Caída embellecen descaradamente este enclave del concello coruñés de Mañón limítrofe con la provincia de Lugo.
Belelle (Neda)
En Neda, el río Belelle cae en varios niveles sobre las rocas de un bucólico paisaje forestal sin igual en el entorno de la ría de Ferrol. El popular río ferrolano también da nombre a una granja escuela aneja a la que suelen acudir de excursión los preescolares de la comarca.
Bermui (As Pontes)
Muy cerca de As Pontes cae en el rego das Foxas la selvática fervenza de Bermui. Esta encantadora cascada se esconde en una zona aledaña al este de las Fragas do Eume, donde la corriente conduce directamente a dicho río principal.
Carballeiro (Cerdido)
Entre los límites de Ferrolterra y Ortegal se halla el municipio de Cerdido, en el que confluyen varios regatos sobre el río das Mestas. En el de Carballeiro se precipita el agua por partida doble a través de dos potentes torrentes que dibujan una insólita postal de cuento.
Mazoca (A Capela)
En pleno parque natural de las Fragas do Eume aparece una hermosa fervenza que cae en el rego homónimo tras atravesar un poco antes el parque etnográfico del río Sesín, donde se encuentran los petroglifos de A Capela. A menos de 500 metros río abajo se localizan las ruinas del molino de Sesín y el célebre monasterio de Caaveiro (934 d.C.)
Narahío (San Sadurniño)
Junto al castillo de Narahío cae en cascada el río Castro para mostrar el rincón más espectacular del concello de San Sadurniño. El romántico paraje es digno de una soñada luna de miel al lado de casa.
Pozo do Inferno (Ortigueira)
Con esta oscura denominación se da nombre a la estrecha pero honda caída de agua sufrida por el rego Casón. A escasos metros de esta localización se encuentra el castillo de Casón, un encanto escondido entre Ortigueira y Cariño.
Rego do Morixoso (As Pontes)
En las inmediaciones de las Fragas do Eume se encuentra la llamativa catarata do Morixoso. La caída de este rego homónimo se precipita unos 30 metros antes de continuar su viaje hacia el río Eume.
Betanzos y Terra de Melide
Explorado todo el norte de A Coruña, buscamos ahora las fervenzas más fascinantes del borde oriental de la provincia brigantina, donde incluimos las comarcas de Betanzos y Terra de Melide.
Brañas (Toques)
En la fervenza das Brañas, en Toques, desciende estrepitosamente el río Furelos sobre un barranco rocoso de paisaje rústico. Al margen de la caída se encuentran los restos de un antiguo molino. A escasos kilómetros del lugar se halla el Dolmen de Moruxosa, un vestigio megalítico de interés turístico.
Castro Rodicio (Aranga)
El municipio de Aranga sorprende por sus impresionantes parajes naturales de ensueño, donde el agua suele ser protagonista. Para muestra, un botón: la fervenza de Castro Rodicio se esconde etérea en un rincón de película. Además, la acogedora piscina natural que sucede a este salto de agua del río Cambás hace de Castro Rodicio otra de nuestras cascadas preferidas.
Fervencedo (Aranga)
También en Aranga, la cascada de Fervencedo desciende el río Fervenzas entre los musgos. La densa vegetación del lugar no deja ni un roca libre de verde.
Mainzoso (Coirós)
Entre Paderne y Coirós cae como un tobogán el rego Mainzoso. En la zona abundan las casas rurales, convirtiéndola en un destino acertado a dos zancadas de Betanzos.
Rego da Palanca (Aranga)
La tercera fervenza de Aranga se precipita en el rego Palanca. La caída da lugar a una pequeña y resguardada poza en plena naturaleza, en la que sin duda apetece sumergirse.
Rexidoira (Oza-Cesuras)
A caballo entre Oza-Cesuras y Curtis desciende el río Mendo a modo de cascada. Varios saltos de agua de medio tamaño se suceden contiguos en sus inmediaciones, ofreciendo un sombrío y fresco remanso de paz donde la única música brota del agua.
Zarzo (Irixoa)
La fervenza do Zarzo, en Irixoa, se sitúa claramente en nuestro Top 5. La hermosa caída del río homónimo entre los márgenes rocosos de lo que semeja una pequeña garganta, da paso a una deliciosa piscina natural de aguas claras en donde la relajación está asegurada.
Santiago, Arzúa, A Barcala y Xallas
Dirigimos el viaje hacia el territorio central de la provincia herculina en aras de encontrar las mejores cascadas de esta vasta zona interior, que ocupa las comarcas de Santiago, Arzúa, A Barcala y Xallas.
Beseño (Touro)
En el municipio de Touro se encuentra la fervenza de Beseño, una caída del rego homónimo que brota con fuerza en forma de fuente. Para llegar a ella conviene preguntar a los vecinos de la zona.
Castriz (Santa Comba)
En Santa Comba se encuentra una de las cascadas mejor equipadas para su visita. La catarata de Castriz desciende amplia e irregular sobre varios niveles del río Mira, muy cerca de la carretera DP-2904 en sentido Carballo.
Chacín-Vioxo (Mazaricos)
La fervenza de Chacín se muestra diferente a cualquier otra de sus compañeras de lista. Allí, el rego do Casteliño desciende de forma contenida sobre una gran masa de roca, dando lugar a un "sauce de agua" en el que la corriente se diluye entre los múltiples y separados recovecos del barranco.
Codeso-Donas (Boqueixón)
En ocasiones también conocida como Portillón por el río en el que fluye, esta fervenza cae estrecha desde una altura considerable. El entorno se presenta ideal para hacer senderismo en un área de construcción rústica.
Choufano (Boqueixón)
El rego da Ínsua se precipita cerca de Boqueixón para dar soporte a un viejo molino en desuso. Esta fervenza se divide en dos niveles que empujan con fuerza el curso del río.
Das Hortas (Arzúa)
La cascada das Hortas, en la parroquia arzuana de Dombodán, se perfila como una de las más elegantes de la provincia. Con forma de arpa, la fervenza desciende sobre un barranco al que sucede una arboleda alta y musgosa que, unos metros más adelante, se enlaza con el río Ulla.
Do río Tella-Os Verxeles (Teo)
Esta pequeña caída ubicada en Teo se corresponde con el cauce del río Tella a su paso por Os Verxeles. La fervenza se vierte sobre una poza en un enclave bastante escondido.
Do río Tinto (Rois)
El río Tinto cae en varios puntos próximos al Pazo do Faramello, siendo el de la imagen el más peculiar de ellos. La caída, que emula el flujo de una manguera, decora con esmero este rústico paraje del concello de Rois.
Entrecruces-San Paio (Tordoia)
Entre los lugares de Férveda y San Paio, en Tordoia, se precipita con fuerza el rego do río Grande. La caída golpea al menos tres niveles distintos de rocas, hasta recuperar su cauce normal -y corriente- unos metros más adelante.
Firvado (Mazaricos)
En lo que semejan las inmediaciones del bosque animado desciende armoniosamente el río Beba. La fervenza do Firvado se lleva la palma de un área forestal encantada situada a un tiro de piedra de Mazaricos.
Inferniño (Touro)
La catarata do Inferniño recae enérgicamente sobre los desniveles de uno de los principales afluentes del Ulla a su paso por el municipio de Touro. La doble cortina de agua que se forma en la zona ilustra la fuerza de este elemento de la naturaleza.
Mince (Touro)
A un kilómetro de la fervenza de Choufano vierte sus aguas el rego dos Prevediños. En la cascada de Mince, la abundante corriente abre su camino cuesta abajo sobre un irregular promontorio de roca en el que también crece la vegetación.
Muíño da Serra-Lestedo (Vedra)
Por la catarata de la Sierra discurre apurado el río Saramo a la altura de Vedra. Pocas fervenzas hay en las que el agua dé tanta muestra de su furia como en esta.
Noveira (Mazaricos)
La fervenza de Noveira llora sobre el río de Arcos poco antes de llegar al embalse de Santa Uxía. Este encantador paraje se encuentra en el área más próxima a la costa del concello de Mazaricos.
Pozo Negro (Brión)
La de Pozo Negro se trata de una entrañable fervenza ante la que cruza un enxebre puente de madera para contemplarla. El rego dos Chavielos se encarga de conducir su cauce por estos lares.
Rego de Roxos (Ames)
Cerca de Bertamiráns, el rego dos Roxos salta ligeramente sobre unos desniveles que sacuden sus aguas. Se localiza a dos pasos de Santiago.
Rexedoiro (Val do Dubra)
O Rexedoiro se presenta como una vistosa fervenza del rego de Porto Nabo. Se encuentra en un emplazamiento escondido entre los bosques de Val do Dubra y A Baña.
Rubio (Boqueixón)
En la cascada de Rubio brinca con gran impulso el rego Freixedo. El paraje sorprende por su bravura a todos los que recorren el sendero que transita esta frondosa zona.
Salto das Pombas (Santiso)
El Salto das Pombas es todo un oasis de belleza del concello de Santiso. La sensación de espectacularidad que suscita el entorno hacen de la visita a este paraje un plan ideal.
Santa Leocadia (Mazaricos)
El río Vao desciende apresuradamente en la fervenza de Santa Leocadia, cerca de la cascada de Chacín y próxima al camino que une Mazaricos con Serra de Outes. El paisaje es tremendamente melancólico.
Barbanza, Muros y Noia
Finalmente, terminamos nuestro recorrido por la zona más meridional de la provincia con la intención de descubrir las fervenzas más llamativas de las comarcas de Barbanza, Muros y Noia.
Argalo (Noia)
La fervenza de Argalo se trata de un atractivo salto de agua en el río Vilaboa, al sur de la villa de Noia. Muy próximo al lugar se encuentra el dolmen de Cova da Moura.
Cadarnoxo (Boiro)
Boiro esconde una de las reliquias fluviales más destacables de A Coruña. La fervenza de Cadarnoxo llena con las aguas del rego Lampreeira una de las piscinas naturales más suculentas de la provincia. El popular enclave constituye uno de los resquicios de ocio natural más codiciados de la zona.
Cures-Enseño (Boiro)
También en Boiro sobresale la presencia de la fervenza de Enseño, una entrañable caída de agua que regala el rego da Graña a los visitantes que se acercan a verla. Se encuentra a poco más de 1 kilómetro de O Cadarnoxo.
Do río Pedras (A Pobra do Caramiñal)
Ya casi al término de nuestra guía aparece por fin la que, sin duda, supone la guinda del pastel entre las fervenzas coruñesas. En el río Pedras, muy cerca de A Pobra do Caramiñal, cae generosa por las rampas de las rocas una corriente que nutre las célebres pozas del río homónimo, para ofrecer un auténtico spa natural en las alturas con vistas… ¡al cabo Fisterra! y, no siendo poco eso, también ¡a las islas Cíes! La panorámica que se disfruta desde este espectacular paraje es objetivamente insuperable.
El río Pedras cae varias veces en pendiente, dejando otras fervenzas como la de Misarela-San Xoán entre los principales atractivos fluviales de A Pobra.
Pedrafigueira (Carnota)
La fervenza de Pedrafigueira cae como una larga liana de agua en el trancurso del río homónimo. Muy próximo al lugar se halla el famoso mirador de Bico do Santo, con vistas a los 7 kilómetros de la playa de Carnota.
Pozo Bastón (Rianxo)
El rego de Campo Treito desciende a borbotones en Pozo Bastón, dando lugar a una pequeña piscina natural donde disfrutar agradablemente del frescor oculto de Rianxo.
Rego Rodado (Lousame)
A pesar de su corta longitud, al rego Rodado que pasa por la parroquia de Fruíme, en Lousame, le da tiempo a descender en forma de fervenza para obsequiar con su grata presencia a todos aquellos que acudan a verlo o se paseen por allí.
Ribasieira (Porto do Son)
La caída al vacío de más de 20 metros del río Sieira hacen de la cascada de Ribasieira una de las más impresionantes de la provincia. En las inmediaciones de la ruta que recorre la zona hay una ermita en honor a San Pedro, que vigila a diario el devenir de la corriente.
Toxosoutos (Lousame)
Por último pero no menos importante, el río San Xusto avanza precipitado en la cascada de Toxosoutos, en el concello de Lousame. La solemne caída del río se repite más adelante en la fervenza Secreta de Noia, ya en el ayuntamiento vecino.