Lo de Amazon y el teletrabajo: un retroceso que traerá consecuencias
Forzada por la necesidad de justificar sus inversiones en oficinas, Amazon ha decidido imponer la completa presencialidad a partir de 2025, eliminando el teletrabajo. ¿Es esta la mejor opción para entornos laborales post-pandemia? David Garrote reflexiona sobre cómo esta clase de decisiones ignoran las lecciones aprendidas sobre productividad y bienestar de los últimos años y ponen en riesgo la confianza y el compromiso de la plantilla
28 septiembre, 2024 12:37Amazon, a partir de enero de 2025, impondrá una vuelta total a la oficina. No más teletrabajo, no más flexibilidad. Esta decisión, defendida bajo el argumento de fomentar la colaboración y la cultura, ignora lo que muchos empleados más valoran hoy en día: la flexibilidad. El 66% de las personas prefieren los modelos híbridos –aquellos que combinan algunos días de teletrabajo con otros de oficina–, y con razón. La pandemia nos enseñó que la productividad no depende de tener un escritorio en la oficina. Entonces, ¿por qué Amazon opta por esta postura?
La razón detrás de esta decisión tiene poco que ver con la colaboración: la cosa va de control. Desde una perspectiva económica, llenar las oficinas justifica inversiones en infraestructura y mantiene los beneficios fiscales. Durante la pandemia, sectores con alta "tele-trabajabilidad" –aquellos donde la naturaleza del trabajo permite que las tareas se realicen en remoto– no solo mantuvieron, sino que aumentaron su productividad.
La San Francisco Fed –responsable de dirigir la política monetaria de Estados Unidos, vigilar las instituciones bancarias y mantener la estabilidad del sistema financiero–, ha demostrado a través de diferentes informes que el teletrabajo puede ser tan eficiente como el trabajo presencial, siempre y cuando se hagan las cosas bien (San Francisco Fed, 2024). Pero Amazon no parece estar especialmente interesada en hacer el ejercicio de adaptarse: la confianza es buena, pero el control es mejor.
El 66% de los empleados prefieren un modelo híbrido
Para muchas personas, el teletrabajo no es solo una opción conveniente, es una necesidad. Entre otros colectivos, tenemos al de mujeres con responsabilidades familiares –la brecha de género en lo que a tareas del hogar se refiere sigue siendo un tema desgraciadamente flagrante–, o los empleados con discapacidades, quienes encuentran en el trabajo remoto una herramienta óptima para equilibrar sus vidas. Estudios de Springer muestran cómo esta modalidad no solo mejora la calidad de vida de las personas, sino que reduce el estrés y por ende mejora la salud y el bienestar (Springer, 2023). La flexibilidad influye positivamente en la vida laboral y personal de muchas personas, especialmente mujeres, pero esto parece ser algo que solo nos preocupa a ratos: apostar por la diversidad y la inclusión está muy bien, hasta que deja de encajar con nuestros planes.
El modelo híbrido ha sido ampliamente recomendado por expertos como la mejor opción para el futuro del trabajo. La Universidad de Navarra ha demostrado que este enfoque no solo mejora la productividad, sino que también responde a las expectativas de los empleados. El 70% de los trabajadores se sienten más eficientes trabajando desde casa, eliminando desplazamientos y optimizando su tiempo (MDPI, 2023). La revisión sistemática de estudios sobre la "tele-trabajabilidad", las preferencias por el teletrabajo y el bienestar, permite señalar a los modelos híbridos como aquellos que ofrecen un mejor equilibrio de las necesidades laborales actuales sin afectar al colectivismo ni al sentido de pertenencia.
El teletrabajo mejora la productividad y la salud mental, si se cuenta con la infraestructura adecuada
Amazon justifica el regreso total como una forma de fortalecer su cultura. Sin embargo, la cultura no se construye con presencialismo, sino con confianza y colectivismo. Forzar a los empleados a volver a la oficina sin opciones flexibles erosiona, precisamente, esa confianza. Una cultura saludable se basa en la transparencia y la valoración de las necesidades de los empleados, no en imponer políticas que no reflejan la realidad moderna del trabajo.
Estudios como el de BMC Public Health subrayan que, si bien el teletrabajo puede mejorar la productividad y la salud mental, la falta de una infraestructura adecuada en el hogar puede ser un obstáculo (BMC Public Health, 2024). Teniendo en cuenta cómo las condiciones de teletrabajo afectan positivamente tanto a la salud como a la productividad, siempre y cuando se cuenten con las condiciones adecuadas, ¿no tendría entonces más sentido centrar el debate en cómo garantizar que se den estas condiciones en los hogares?
Desde 2020 la flexibilidad es una necesidad, no un lujo
Amazon está actuando como si aún estuviésemos en 2019, ignorando que la flexibilidad es ahora una necesidad y no un lujo. Esta decisión alienará a muchos empleados, y las consecuencias se verán en la moral, la productividad y la capacidad de la empresa para retener talento. Si bien algunas tareas presenciales pueden ser necesarias, y desde el conocimiento de que no todos los puestos de trabajo pueden realizarse de forma remota, las empresas necesitan encontrar equilibrios para no solo responder a las demandas del presente, sino para prepararse para el futuro del trabajo. Hechos a tener en cuenta:
- El 66% de los empleados prefiere un modelo híbrido (MDPI, 2023)
- Sectores con alta tele-trabajabilidad mejoraron su productividad durante la pandemia (San Francisco Fed, 2024)
- El teletrabajo puede mejorar el bienestar afectivo y la conciliación familiar, pero también generar aislamiento si se realiza al 100% (Springer, 2023)
- El 70% de los empleados considera que es más eficiente trabajando desde casa (MDPI, 2023)
Andy Jassy, CEO de Amazon, se ha quedado atrapado en el pasado
Amazon está tomando decisiones desfasadas que no reflejan las demandas del entorno laboral post-pandemia. Obligar a los empleados a volver cinco días a la semana es una apuesta tan arriesgada como innecesaria. Especialmente cuando tenemos en cuenta todos los estudios que apuntan al modelo híbrido-colectivista como el futuro del trabajo. Todo parece señalar que las empresas que prosperen en el futuro serán aquellas que encuentren el equilibrio entre productividad, bienestar y flexibilidad. Pero Amazon está más preocupada por mantener un control presencialista que por adaptarse a las realidades del trabajo moderno.