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A los "hitos técnicos" le suceden los hitos administrativos. El presidente de Resonac y CEO de la unidad de grafito, César Castiñeira, avanzó hace un mes que la multinacional japonesa, antes conocida como Showa Denko, había superado etapas de su fase de análisis de viabilidad técnica ("hitos técnicos", la llamó) para construir en sus instalaciones de Agrela en A Coruña una planta piloto para el uso de grafito destinado a ánodos de baterías de coches eléctricos. La empresa acaba de obtener licencia municipal para reformar la nave que albergará esta fábrica, cuyas obras empezarán "en las próximas semanas".

Según fuentes de la multinacional, la construcción finalmente elegida para la ubicación de esta instalación, anunciada por primera vez hace dos años y medio, presenta unas "características técnicas y arquitectónicas" adecuadas: tiene una altura de once metros y 10.000 metros cuadrados de superficie, de los que se habilitarán en una  primera fase 3.500. De momento, no se apuntan plazos, aunque Castiñeira dijo hace un mes que la previsión de la compañía es tener la planta operativa en el segundo semestre de 2025.

La multinacional nipona compró el año pasado la parcela de la antigua fábrica de Alcoa y Alu Ibérica y anunció a comienzos de 2024 la aprobación de una inversión de 10 millones de euros para la puesta en marcha de la planta piloto de grafito de baterías para vehículos eléctricos en A Coruña. César Castiñeira avanzó entonces que a continuación comenzaría una etapa de viabilidad económica, a la que sucede ahora la fase de construcción en las instalaciones de Agrela.

Resonac fabrica en A Coruña electrodos de grafito para hornos de arco eléctrico, que sustituyen a los antiguos altos hornos para hacer acero. Además de la ampliación de su actividad con la planta piloto de grafito para coches eléctricos, proyecta la construcción en la misma zona, en colaboración con Ignis, de otra planta para abastecer a sus factorías de hidrógeno creado con energías renovables (hidrógeno verde)

Este proyecto recibirá ayudas de la Xunta de Galicia por medio de una línea de subvenciones a través del Instituto Enerxético de Galicia (Inega) para impulsar proyectos de gases renovables en la comunidad. La finalidad de la iniciativa es conducir el producto generado en Agrela a una futura fábrica en la dársena del puerto exterior de A Coruña para sintetizar amoníaco verde.