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Joyería Calvo y Omega se han unido para ofrecer una experiencia inolvidable. La unión perfecta se produjo en el Hotel Balarés de Ponteceso, un entorno único y mágico en la costa de Galicia en el que los invitados del evento pudieron sumergirse en el proceso de innovación, precisión, materiales y acabados de los relojes Omega con una exhibición de piezas icónicas de la marca.
Técnicos de Omega realizaron demostraciones a nivel de materiales, precisión y calibres. Y es que los relojes Omega son elegantes, emblemáticos y siempre puntuales, así como famosos por su belleza y precisión desde 1848. Incluso hoy, muchos de los modelos más prestigiados de la firma han alcanzado el más alto nivel certificado de precisión dentro del sector.
En su continua búsqueda del progreso de la relojería, Omega se ha comprometido a utilizar y perfeccionar los materiales más esenciales del sector, que no solo realzan la belleza de un reloj, sino también la funcionalidad y la longevidad en el interior de cada diseño.
Con el Master Chronometer, Omega ha infundido un atractivo totalmente nuevo al arte de la precisión. Algo que pudieron comprobar de primera mano los invitados al evento, que también disfrutaron de una experiencia gastronómica única en un entorno hermoso en el que la naturaleza es la protagonista.
Joyería Calvo forma parte de la red mundial de distribuidores oficiales autorizados para vender relojes de lujo de prestigiosas marcas como Omega, protagonista del evento en Ponteceso. La empresa fundada en 1962 ha agradecido a todos los asistentes haberla acompañado en esta velada maravillosa.
La firma inició su andanza hace más de 60 años, cuando José Calvo inauguró su tienda-taller en un pequeño espacio de 20 metros cuadrados en Ponferrada, revolucionando el sector joyero. Daba inicio así un largo recorrido que continúa hoy en día y al que se sumó, en 2018, su tienda insignia en la plaza de Lugo de A Coruña, donde es un referente.