El Grupo Caamaño prepara un segundo ERTE para cuando acabe el estado de alarma

El Grupo Caamaño, con instalaciones en Culleredo (A Coruña), ya prepara un segundo ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) para cuando acabe el estado de alarma decretado como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus. La empresa, proveedora de Inditex, ya ha comunicado a la plantilla su intención de negociar otro ERTE.

Así lo ha confirmado, a preguntas de Quincemil, la compañía, cuya mayoría de capital pasó a mediados del año pasado a manos de un grupo vasco de inversión, propietario de Kider Store Solutions.

Este sería el segundo ajuste de empleo que pone en marcha Caamaño, que a mediados del pasado mes de marzo mandó a casa a sus trabajadores acogiéndose a la nueva categoría de ERTE por causa de fuerza mayor.

Por el momento, la compañía no especifica a cuántas personas afectaría esta medida ni por cuanto tiempo de extendería en caso de que finalmente acometiese la intención ya trasladada a su plantilla.

En los últimos días, la ministra de Trabajo, la gallega Yolanda Díaz, aseguraba que el Gobierno estudia prolongar los expedientes de regulación temporal de empleo de fuerza mayor causados por el coronavirus en los sectores más golpeados por la crisis. Una medida de la que podría beneficiarse este grupo empresarial.

Caamaño en cifras

El Grupo Caamaño se compone de diferentes empresas radicadas en el polígono de Alvedro, en Culleredo, como Caamaño Sistemas Metálicos SL, Neograf Alvedro, Sistemas y Construcciones Alvedro SL, Metales y Muebles Especiales SL, Metalvedro SL, Vidrios Caamaño SL, Hydracorte SL, Almacenes y Espacios Industriales SL y Valmarcasa SL. Cuenta también con filiales en Rusia, República Checa, Estados Unidos, Australia y China. Entre todas las empresas, el grupo factura varios cientos de millones de euros y da trabajo a unas 700 personas.

Caamaño no sería la única empresa en manifestar su intención de presentar un segundo ERTE a la salida del estado de alarmar, PSA Citroen en Vigo también ha hecho lo propio. La automovilística ya habría comunicado a los sindicatos la intención de aplicar un ERTE que tendría una duración de 90 días una vez deje de estar en vigor el estado de alarma.