Perder a un ser querido es una situación de lo más dolorosa. A la pena que acarrea la noticia, hay que sumar la losa que supone responsabilizarse de los trámites y decisiones ligadas al fallecimiento. Organizar un entierro en un momento tan vulnerable no es sencillo, pero para muchos otros es directamente imposible ¿Cuánto cuesta morirse? ¿Todo el mundo puede pagar el precio de un entierro?
Las tarifas del sector funerario no son cerradas, sino que dependen de cada empresa. Entre comunidades y provincias la diferencia puede ser más que sustancial. Las flores, el ataúd, el tanatorio o la incineración pueden aumentar la factura de forma considerable. En España el gasto medio de los servicios funerarios se sitúa en 3.700 euros, según el último informe de la Organización de Consumidores de España.
El 45% de la población ya opta por la incineración y A Coruña es uno de los lugares más baratos para hacerlo. El servicio de cremación en la ciudad oscila de media los 225 euros. Es un precio muy económico si se compara con Madrid (931), Valladolid (1.028), Santander (712) o Barcelona (436). En España incinerar a un ser querido supone una factura media de 612 euros. A Coruña es, junto a Logroño, la ciudad más barata de España para hacerlo.
En lo que respecta al entierro A Coruña pierde posiciones. No es de las ciudades más caras, pero tampoco de las más baratas: dar sepultura a un fallecido supone un desembolso de 674 euros en la ciudad herculina, una cifra muy próxima a la media española, que es de 668. En Lugo, por ejemplo, es más caro (708), mientras que en Vigo el ahorro es sustancial (480).
En A Coruña incinerarse es 400 euros más barato que enterrarse, pero no es el único gasto que hay que sumar a un entierro. Decir el último adiós a un ser querido generalmente viene acompañado de una serie de ‘extras’ como flores, esquelas, coche fúnebre, alquiler del tanatorio o compra del ataúd:
- El ataúd es el artículo más caro. El modelo más básico puede oscilar entre los 600 y los 1.300 euros. Sin embargo, los más lujosos pueden alcanzar los 5.000 euros por pieza. En España lo más habitual es pagar unos 1.200 euros por unidad.
- Alquiler del tanatorio. Tener una sala en la que llorar una defunción supera los 500 euros. A ello, hay que sumar extras como flores, esquelas y el alquiler de un coche fúnebre. La corona puede costar 100 euros, mientras un coche fúnebre 200.