Deportivo 2 – Linense 1: La magia de Mario Soriano pone en pie a Riazor
El conjunto blanquiazul sufrió en la primera parte y se fue perdiendo al descanso, pero dos goles del madrileño en la segunda parte sirvieron para conseguir los tres primeros puntos de la temporada
3 septiembre, 2022 21:31La Primera RFEF volvió a Riazor demostrando que en esta categoría hay que saber sufrir. El Dépor lo hizo, llegó a ir perdiendo al descanso, pero no desesperó. El conjunto blanquiazul mantuvo su idea y se llevó los tres puntos gracias a la calidad y a la magia de Mario Soriano, un chico que parece destinado a triunfar en el conjunto coruñés.
El Deportivo arrancó el partido con mucho ritmo, con los laterales subiendo y creando peligro sobre el área del equipo andaluz. Aún así, el primer susto lo dio el Linense con un chut desde fuera del área de Toni García en el que tuvo que trabajar Ian Mackay.
Los blanquiazules seguían insistiendo pero no conseguían poner en apuros al portero de la Balompédica. Un error de Bergantiños, lo aprovechó Toni García para dejar el balón en bandeja a Nacho Heras que remató de forma peligrosa provocando sudores fríos en Riazor.
La mejor jugada del Dépor llegó en el minuto 13, Antoñito, que creó mucho peligro por su banda, la puso para que Quiles rematara alto, aunque el asistente había señalado fuera de juego. La Balompédica se defendía bien y los coruñeses movían la pelota sin conseguir romper el cerrojo del equipo visitante.
El choque llegaba a la media hora con el Dépor apagándose y el Linense más cómodo que nunca. En un córner, el conjunto andaluz se adelantaba con un buen remate de su central, Nicolás Belmonte, que confirmaba el peligro que creaba la Balona cada vez que llegaba al área de los blanquiazules.
El Deportivo resucitó acto seguido con su mejor ocasión. Un magnífico centro de Carnero era rematado por Quiles y respondido con un paradón de Varo. Acto seguido una gran jugada individual de Mario Soriano que la puso para Narro, estuvo a punto de acabar en gol. El conjunto coruñés seguía insistiendo y de nuevo Varo tuvo que sacar de la escuadra un disparo de Raúl Carnero que estuvo a punto de ser el gol de la jornada. En el córner, Jesús Muñoz sacaba el balón bajo palos tras remate de Quiles.
Los andaluces aguantaron el asedio y volvieron a estar cómodos en el tramo final de la primera parte. Antoñito intentó poner algún centro sin éxito y el Deportivo se iba al descanso perdiendo 0-1 y los fantasmas de la decepción volvían a rondar por Riazor.
Segunda parte
El Dépor arranco la segunda parte apretando de nuevo por las bandas y un centro de Antoñito estuvo a punto de ser rematado por Gorka, que no cuajó su mejor debut.
Riazor apretaba y los blanquiazules necesitaban magia para abrir la lata y de eso van sobrados. Quiles se la puso a Soriano con un magnífico taconazo y el madrileño, que estuvo a punto de ser el héroe del ascenso, ponía el empate con un remate cruzado que hacía vibrar al estadio.
El gol hizo que el Deportivo tuviera una marcha más, apretaba en campo rival y los andaluces apenas conseguían crear peligro. El Dépor insistía y de nuevo apareció Mario Soriano, un chico destinado a ser un ídolo del deportivismo, que con una genialidad se deshacía de la defensa rival para definir con sangre fría y poner el 2-1 en el marcador.
Gorka Santamaría se iba del campo sin estrenarse como goleador y dejaba su sitio a otro fichaje, Rubén Díez, que estuvo a punto de hacer el tercero y dejó algunos buenos detalles ante los 15.270 espectadores de Riazor.
De nuevo, una buena jugada del Dépor en la que Rubén Díez combinó con Trilli, que entró por Antoñito, casi acaba con un nuevo gol de Mario Soriano que estuvo cerca de lograr un hat-trick, pero Varo paraba su remate. El protagonista de la noche dejaba su sitio a Isi Gómez y se llevaba una ovación de Riazor. Ibai Gómez también saltaría al campo por Narro, debutando con los blanquiazules.
El partido estuvo tranquilo en los últimos minutos, pero el Deportivo volvió a demostrar que no es un club apto para cardiacos. Una falta a favor de los andaluces a falta de dos minutos dio un susto a la grada, pero Ian Mackay salió para despejar el balón y alejar el peligro. El partido murió tras esta jugada y los tres primeros puntos se quedaron en casa en una tarde-noche en la que el "Joker" volvió a bailar en Riazor.