A las 18:00 del 14 de noviembre de 1922, en el estudio londinense del italiano Guglielmo Marconi, se produjo la primera emisión de una radio legendaria, la BBC, una empresa creada un mes antes por un grupo de fabricantes de aparatos radiofónicos bajo la supervisión del Servicio Postal británico. Sus fundadores habían sido, en su mayoría, jóvenes pertenecientes a una generación que se había hecho adulta con la Primera Guerra Mundial y que, tras su final, en su desorientación profesional de posguerra, probaron un poco de todo, hasta que llegaron a la radio. John Reith, el ingeniero escocés que fue nombrado su director general admitiría años más tarde que de radio no tenía "ni la más remota idea". Decían que, para ellos, ser pioneros de la era radiofónica les recordaba en cierta forma a aquella peligrosa etapa de sus vidas y afirmaban que entrar al estudio de radio era como volver a volar o como montar una bestia. Lo que seguro que aquellos jóvenes adelantados no sabían ni se imaginaban era que, años más tarde, de sus micrófonos saldrían las primeras emisiones en gallego estables de la historia. Así fue como el gallego sonó en la BBC.
Realmente ya se habían realizado emisiones en lengua gallega antes que en la BBC, pero fueron emisiones puntuales, nunca de manera constante ni organizada. Por eso, las 23:45 del 14 de abril de 1947, se considera el momento exacto en que el gallego saltó a las ondas. Y lo hizo de manera estable y profesional de la mano de la prestigiosa BBC de Londres.
La emisora más célebre del mundo abría una ventana a la difusión de la lengua gallega en pleno franquismo, algo impensable en aquel momento. Y aunque fueron varios los protagonistas de aquella idea, quizá dos de ellos fueron los que lucharon con más ahínco: los ourensanos Alexandre Manuel Raimúndez Fernández, Felipe Fernández Armesto y el lucense Francisco Fernández del Riego.
Con 16 años Alexandre se trasladó a Vigo para estudiar en la Escuela Pericial de Comercio. Cuando terminó viajó a Madrid, donde comienza a trabajar como profesor tras acabar los estudios mercantiles en la Escuela de Comercio y en 1935 se traslada a Cataluña para ejercer como catedrático de Estudios Superiores de Geografía en la Escuela de Altos Estudios mercantiles de Barcelona.
Alexandre era un apasionado del autonomismo de Galicia y del federalismo, además de ser integrante del Secretariado Gallego en Madrid, una asociación que buscaba reivindicar el Estatuto de Galicia, lo que le valió, durante la Guerra Civil, para ser perseguido, por lo que huyó a Francia y escapó a Gran Bretaña, donde se refugió en Suffolk.
En las islas británicas le surgió la oportunidad de incorporarse al servicio para España que iba a inaugurar la BBC y, desde 1941, trabajó como redactor radiando diariamente el avance de la Segunda Guerra Mundial junto al catalán Josep Mayé.
Felipe Fernández Armesto, también conocido como Augusto Assía, estudió el bachillerato en Ourense y en 1924 ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Santiago, desde donde dirigía la página universitaria del diario El Pueblo Gallego.
En 1927 partió a París y al año siguiente obtuvo una beca en la Universidad de Berlín. Desde allí comenzó a escribir en varios periódicos españoles, pero sobre todo en La Vanguardia de Barcelona cubriendo el imparable ascenso de Hitler, quien lo expulsó del país en 1933. Tres años después volvió a España para cubrir la Guerra Civil y en 1939 regresó de nuevo a Londres, desde donde escribía sus famosas crónicas.
En Gran Bretaña coincidió con Alexandre Raimúndez y Josep Mayé, ambos impulsores de los programas en catalán, gallego y vasco que se emitirían en la BBC entre 1947 y 1956. El programa gallego se llamó “Galician Programme” y permitía oír desde cualquier aldea, pueblo y ciudad de Galicia colaboraciones de las figuras más importantes de la cultura en idioma gallego.
El espacio se emitía cada tres semanas y salió al aire en 83 ocasiones con una duración de unos 15 minutos en los que se hablaba estrictamente de literatura, historia, agricultura o música, pero todo desde una perspectiva eminentemente cultural. La política en aquellos programas estaba terminantemente prohibida.
Felipe Fernández Armesto fue el primer colaborador, mientras Alexandre ejercía de locutor con el seudónimo de Javier Fernández dando su voz a legendarias figuras del Galleguismo, que cooperaron sin pensárselo, como Otero Pedrayo, Celso Emilio Ferreiro, Rafael Dieste o Ánxel Fole, entre muchos otros, personalidades que eran coordinadas desde Galicia por Francisco Fernández del Riego, uno de los intelectuales fundamentales del siglo XX y futuro presidente de la Real Academia Galega.
La sintonía de apertura era “Cock O’the North”, una marcha militar escocesa con la que se pretendía resaltar la conexión entre ambas tierras, y se cerraba con grabaciones de música tradicional gallega.
Finalmente, tras 83 programas, las emisiones se apagaron el 23 de enero de 1956, según parece, debido a las presiones del gobierno de Franco.
Tras jubilarse de la BBC en 1963, Alexandre Raimúndez realizó traducciones para la ONU y falleció en 1963 en Devon, en el suroeste de Inglaterra. Felipe Fernández Armesto cubrió los juicios de Nuremberg a los criminales nazis y se trasladó a Estados Unidos en 1950. Regresó a España, en 1986 dejó de escribir en La Vanguardia, tras 58 años de servicio, y falleció en Mesía, en la provincia de A Coruña, el 2 de febrero del año 2002. Francisco Fernández del Riego se convirtió en uno de los principales impulsores de la Editorial Galaxia, empresa que lideró el proceso de recuperación cultural de Galicia tras la Guerra Civil. Fue reconocido con numerosos galardones, nombrado presidente de la Real Academia Galega entre 1997 y 2001 y falleció en Vigo el 26 de noviembre de 2010.
Precisamente, la Real Academia Galega conserva en sus archivos los más de ochenta guiones que se elaboraron para el “Galician Programme”, unos programas que contribuyeron a mantener viva la llama de la esperanza en espera de tiempos mejores, ya que gestos aparentemente tan sencillos como un pequeño programa en gallego en aquellos tiempos arriesgados estaban cargados de una poderosísima trascendencia simbólica y política. Aquellas emisiones se convirtieron en un faro y, sobre todo, aportaron aliento para aquellos que amaban la lengua y la cultura gallega.
Iván Fernández Amil. Historias de la Historia.
Referencias:
- es.wikipedia.org
- elpais.com
- lavozdegalicia.es
- farodevigo.es
- cronicasdelaemigracion.com
- nosdiario.gal
- abc.es
- espanaexterior.com
- eldiario.es